KONDORO
Para los makers de este empresa a medio camino entre la fabricación artesanal y la producción industrial, los límites para los desarrollos tecnológicos los pone la imaginación.
Encerrarse en una oficina a repetir las mismas funciones día tras día no era precisamente la idea que tenían en mente los integrantes de este grupo de makers cuando salieron de la universidad, así que convirtieron un pasatiempo en una idea rentable que mira hacia el futuro.
Kondoro arrancó como un hobby de fines de semana, con encuentros informales en los que buscaban en internet páginas sobre un tema que empezaba a convertirse en una obsesión. Investigando de esa manera, y a punta de prueba y error, Camilo Hurtado, Sebastián Castro y David Gómez construyeron su primera impresora 3D, a la que llamaron Spartacus, porque según ellos aguanta de todo. De eso hace ya más de año y medio.
Querían aplicar los conocimientos adquiridos en la universidad, pero conseguir los materiales no era tarea fácil, mucho más tratándose de un área como la electrónica. Los materiales que no conseguían en Bogotá los mandaban a traer de Medellín o Estados Unidos.
“Finalmente funcionó, vimos que ya entendíamos cómo funcionaba la máquina, que podíamos hacerle cambios, mejorarla, y esos cambios subirlos a internet para que otra persona los tome de base y construya”, cuenta Camilo. El caso fue que una vez tuvieron la impresora lista comenzaron a ofrecer servicios de impresión en 3D, y al mes les hicieron un primer pedido. Así nació Kondoro.
A finales de 2013, Camilo era presidente de un grupo estudiantil y representante de la facultad de ingeniería de la Universidad Militar Nueva Granada. Trabajaba en su proyecto de grado, pero tenía claro que no quería terminar trabajando en una oficina. Lo mismo le sucedía a David.
“Cuando salí de la universidad empecé a trabajar en una empresa de automatización. Estuve ahí aproximadamente un año, pero ese trabajo no me convencía ni me llenaba, porque era prácticamente repetir lo mismo una y otra vez, resolver los mismos problemas”.
Pero la idea de estos ingenieros no era solo hacer negocio, no les interesaba simplemente vender. Inspirados en el movimiento maker, le han hecho el quite al consumismo y a la dependencia tecnológica. Quieren consolidarse como productores en vez de consumidores.
Siguiendo la premisa de lograr un cambio social a través de la tecnología, comparten videos y tutoriales de su trabajo con la impresión 3D, dictan talleres en los que enseñan cómo construir una impresora, asesoran a estudiantes y particulares, dictan charlas, hacen demostraciones de cómo funciona una máquina de este tipo.
Esa misma curiosidad los ha llevado a ampliar las dimensiones de impresión de las máquinas y, de paso, a experimentar con nuevos materiales como ABS, PLA, filamento de madera y flexibles. Una exploración que les ha dejado como resultado seis impresoras.
La meta de Kondoro es posicionarse como un grupo que hace lo que pocos makers se le miden a hacer. Una razón de peso para estar en Xpo JovenES 2015.
¿Qué es Xpo JovenEs?
Es la primera feria especializada en juventud que sirve de plataforma estratégica para contribuir al posicionamiento de las y los jóvenes como la clave para la transformación del país, destacando de ellos cómo su quehacer aporta al desarrollo y la paz de Colombia. Esta primera versión se lleva a cabo gracias a un trabajo intersectorial de la Dirección del Sistema Nacional de Juventud "Colombia Joven" de la Presidencia, con los ministerios de Cultura, Educación y Agricultura; el Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena; y la Cámara de Comercio, y cuenta con importantes aliados del Gobierno Nacional, la Cooperación Internacional, la empresa privada y la sociedad civil organizada, en torno al objetivo común de creer en el potencial creativo, innovador y trasformador de la juventud colombiana.