
Copas menstruales como alternativa para las jóvenes de Palomino
Sofía Mesa, una colombiana que hace 14 años vive en Canadá pero siempre ha tenido cercanía con este corregimiento de La Guajira, ideó The Power Period Project. Con esta iniciativa, busca llevarle a las niñas y adolescentes de esta población una solución diferente al uso de tampones y toallas higiénicas, mitigando efectos adversos como la deserción escolar y la alta generación de basura.
Siempre agradeceré la seguridad que me dieron los tampones y las toallas higiénicas para no parecer Carrie durante los días que menstruaba, pero tampoco puedo negar que la publicidad de estos productos, y todo el imaginario creado a su alrededor, parecieran ser un reproche sistemático en contra del cuerpo de la mujer. Y siempre con la vergüenza en primera línea de batalla.
A través de ella, las mujeres hemos aprendido a obedecer, a servir y hasta a escondernos. Ha llegado tan lejos que, incluso, el hecho de sentir esa vergüenza nos expropió de nuestro sistema biológico de fertilidad. Pero el polo a tierra, y el contacto con la señal de que estoy saludable y de que mi cuerpo está vivo, me lo otorgó una pequeña copa de silicona quirúrgica.
Y no solo eso, como bonus track, hubo una emancipación total de los desperdicios –hasta 65 kilogramos en un año, según AcciónFem- que generan las soluciones sanitarias tradicionales. Pero al retraimiento y a la generación de desechos por el uso de estos tampones y toallas higiénicas se suma una problemática aún mayor, al menos en países en vías de desarrollo como Colombia: la suspensión de actividades escolares a la que se ven obligadas miles de niñas y adolescentes por la falta de acceso a material sanitario durante sus períodos menstruales, dando paso a la deserción escolar.
Extracto del fanzine Poder Amazónico - Ilustración por Vera
Esta problemática fue detectada por Sofía Mesa en el corregimiento de Palomino, en La Guajira. Ella, una colombiana que ha vivido en Toronto (Canadá) durante 14 años, tuvo contacto con las poblaciones rurales de esta zona gracias a su mamá, que maneja un eco hotel en el territorio y ha conocido de cerca las necesidades de las mujeres de la comunidad.
Junto a cuatro amigas creó The Power Period Project, una iniciativa para recaudar fondos y distribuir copas menstruales entre las jóvenes de Palomino. “Es una comunidad cercana. Mi mamá ha trabajado con un grupo solido de siete mujeres por muchos años; todos somos muy cercanos y yo he crecido cerca a ellos. Tenía sentido que empezara allí por mi fuerte conexión con la tierra y su gente”, explica Sofía del por qué escogió este corregimiento de La Guajira.
La idea de Sofía es que este mes empiece en Palomino lo que ella llama “la fiesta del período”, que ha tomado fuerza gracias a las donaciones que han hechos sus amigos. Por ahora, están haciendo la investigación de campo, buscando líderes dentro de la comunidad e ideando la mejor manera de introducir el proyecto para que las copas empiecen a ser usadas por las mujeres en esta zona del país.
Sofia, Izzy, Jacqueline, Anna, y Aurora (Foto de hayleyelsaesser.com)
“Esto no se trata de mi, ni de mis amigas, es mucho mas grande. Vivimos un momento tan critico que, a través de proyectos como este, se pueden realizar grandes cambios. Además, los derechos reproductivos son la base de los derechos de la mujeres y tenemos que luchar por ellos para obtener educación y pagos igualitarios, entre otras cosas”, dice Mesa.
Pero la iniciativa de Sofía va mucho más allá: también creará un manual personalizado con las instrucciones de uso de la copa y una guía de educación sexual y empoderamiento femenino para las jóvenes de Palomino. Y, si todo sale bien, buscarán nuevas latitudes, ya que son bastantes zonas rurales donde la copa podría cambiar vidas.
Foto cortesia de Sofia Mesa
“Nos gustaría llegar a las mujeres indígenas de Canadá. Es difícil porque a todas no se les puede dar la copa pues no hay acceso a agua potable. Tenemos que investigar más y encontrar formas de tener una conexión verdadera con la gente”, dice Sofía.
A través de proyectos como The Period Power Project es posible reconocer el poder de estos movimientos, que pretenden reducir la deserción escolar y la marginación social que pueden causarse a raíz de la menstruación.
“Para mi es un catalizador para que otras mujeres se reúnan, despierten la conciencia colectiva e inicien proyecto inclusivos”, afirma Sofía.
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