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Fotos cortesía de ConCuerpos

“Todos los cuerpos pueden bailar”: así es la danza inclusiva de ConCuerpos

Esta iniciativa pionera en Colombia busca romper barreras de participación a través de la danza contemporánea. Personas con y sin discapacidad se unen para expresarse a partir de las posibilidades particulares de sus cuerpos.

Daniela Pomés Trujillo / @danipomes

Laisvie Andrea Ochoa es psicóloga egresada de la Universidad Nacional. Dedicada a la danza desde el año 2003, Laisvie se especializó en Creación Multimedia e hizo una maestría en Coreografía en los Países Bajos lugar donde reside y desde donde dirige ConCuerpos, una compañía de danza inclusiva que nació en el 2007 bajo la consigna “Todos los cuerpos pueden bailar”, convirtiéndose en pionera en el país en fusionar danza contemporánea y discapacidad.

Desde antes de graduarse como psicóloga, esta vídeo artista, experta en danza inclusiva de origen lituano-colombiano, ya se movía motivada por la necesidad de aportar a la sociedad. Primero trabajó desde la universidad por la objeción de conciencia en movimientos de no violencia y desde entonces se mantuvo siempre involucrada en iniciativas de activismo social. 

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Todas las imágenes son cortesía de ConCuerpos

Durante su carrera hizo prácticas con niñas y niños con condiciones asociadas al espectro autista. Luego de graduarse trabajó en una institución para personas con discapacidad y así fue hilando ese interés social con las diversas formas de vivir en el mundo. Finalmente optó por dedicarse de lleno a la danza y allí descubrió la manera de unir el arte y el compromiso social con sus conocimientos en psicología.

“Al final escogí la danza y no el activismo porque veía que era mucho más práctico. En la vivencia de la danza realmente se transforman las relaciones políticas. Atacas esas visiones jerárquicas y puedes trabajar de manera más horizontal. Me di cuenta que es un espacio donde se pueden romper barreras de participación. El trabajo del activismo a veces se queda en lo abstracto, en pelear por política, pero falta la acción”, cuenta Laisvie. 

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En 2007 bajo la iniciativa de Meghan Flanigan, Laisvie acompañada de Paulina Avellaneda y Carolina Caballero, las otras dos fundadoras de ConCuerpos, decidieron hacer el primer taller de danza integrada –después reemplazarían el concepto “integrada” por “inclusiva”– inspiradas por Candoco Dance Company, una compañía de danza especializada en la incorporación de bailarines con y sin discapacidad, pionera en el Reino Unido. A raíz de esa experiencia, dos años después formalizaron la organización sin ánimo de lucro y empezaron la compañía oficialmente. 

Uno de sus primeros hallazgos fue la existencia de grupos de danza de personas discapacitadas que se agrupaban según el tipo de discapacidad, lo que para Laisvie fue una señal que guio la visión que tenía para la Compañía. “Desde el principio tuvimos la certeza de que no queríamos esa división, queríamos estar juntos porque la sociedad es diversa. Todos hacemos parte de la sociedad y los grupos artísticos también tienen que reflejar esa diversidad” cuenta la directora de ConCuerpos.  

En cuanto a los tipos de discapacidad que conforman ConCuerpos, Laisvie señala que en un principio se enfocaron principalmente en lo físico, sin embargo, fieles a la consigna “Todos los cuerpos pueden bailar”, jamás le cerraron las puertas a nadie. Por las tablas de la Compañía han cruzado personas con autismo, discapacidades cognitivas, sociales y de toda clase. “Si hay un cuerpo que necesita usar una silla de ruedas: puede bailar; sí hay una persona que es sorda: puede bailar; sí hay una persona que es ciega: puede bailar. Todos podemos bailar”, afirma.

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Para la directora de este proyecto lo importante es unirse sabiendo que hay diferencias, entendiendo que las capacidades de una persona sorda son muy distintas a las de una persona que se moviliza en silla de ruedas. ConCuerpos valora esa diversidad que nos hace únicas y únicos y la toma como punto de partida para explorar, proponer y trabajar.

Valentina Pomés, una joven de 24 años con una discapacidad física congénita, aplicó a una de las becas que ConCuerpos ofrece periódicamente y logró vincularse durante dos años, entre 2016 y 2017. Valentina cuenta que en su caso, antes de entrar a la compañía sólo se sentía libre de moverse cuando estaba rodeada por personas discapacitadas. 

“ConCuerpos me ayudó a tener seguridad. Ya no me da pena bajarme de la silla y que me vean moverme gateando por el piso. Antes me daba mucha pena relacionarme con personas sin discapacidad, no hablaba. Cuando me preguntaban algo me quedaba callada. Estar en la Compañía me ayudó a ser más expresiva, a hablar más. Me sirvió para liberarme”, dice.

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Cuenta Valentina que durante las clases usaban sillas de ruedas, bastones ortopédicos y otros elementos relacionados, como objetos para estimular los sentidos, interactuar, sentir y reinventar. “Así aprendí a conocer más mi cuerpo en relación con mi silla de ruedas y a moverme desde las posibilidades que tengo. También aprendí a conocer cómo se mueven los otros cuerpos. Eso fue chévere. Me pude expresar bailando y moviéndome junto con los demás”, agrega. 

Una de las enseñanzas que ConCuerpos le ha dejado a Laisvie y a los demás miembros del equipo es que para instruir en la diversidad no hay que tener una maestría o ser un experto. Lo único que se necesita para llegarle a cada persona en su propio lenguaje es sensibilidad, empatía y un deseo real de inclusión. 

Casos como el de las personas no oyentes hablan del compromiso de la compañía con sus bailarines. Según cuenta Laisve, ConCuerpos le apuesta a que todos sus aprendices se vuelvan bilingües tras su paso por allí. La idea es que no sea solamente la persona intérprete quien interactúe con las personas sordas, sino que todos y todas aprendan lenguaje de señas. Están tan comprometidos con el tema que han hecho toda una investigación en torno a lengua de señas y danza. Al fin y al cabo esa forma de comunicación no es otra cosa que movimiento. 

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Uno de los grandes retos de los instructores es asegurarse que todos los bailarines aprendices comprendan la instrucción y sobre todo que esté planteada de manera que todos y todas puedan llevar a cabo el ejercicio. Si hay una persona invidente por ejemplo, deben valerse de la palabra para construir descripciones muy detalladas de lo que está sucediendo. Deben ser capaces de pintar imágenes con la voz y de narrar historias con las manos. 

Así mismo, si hay un ejercicio que alguna de las personas presentes no esté en capacidad de realizar, el ejercicio se cambia para todos, buscando siempre una nueva versión posible para el conjunto. También son minuciosos con el uso del lenguaje. Cada palabra que enuncian pasa por un proceso consciente que busca que nadie se sienta discriminado o excluido. “Si yo digo: ‘vamos a caminar por el espacio’ capaz que las personas que usan silla de ruedas no se sienten incluidas entonces lo podemos reemplazar por vamos a desplazarnos por el espacio” explica Laisvie. 

 

Festival Latinoamericano De Danza Inclusiva 

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A partir del 2015, luego de que las dos socias de Laisvie tomaran otros rumbos, ella asumió la dirección total de la Compañía. Sin embargo, habla de esa dirección como un trabajo colectivo entre ella y el grupo de bailarines fijos de ConCuerpos. También se apoya de un grupo de coordinadoras que define como “súper mujeres” y a propósito de quienes agrega que esa energía femenina poderosa siempre ha caracterizado la organización. 

Motivada por capacitarse más y por reconectarse con sus orígenes europeos, esta psicóloga y bailarina optó por hacer la maestría en Países Bajos desde 2017. A pesar de la distancia y el cambio horario, Laisvie siguió al frente de la Compañía dedicada a la aplicación a proyectos para conseguir los recursos de financiación, así como la organización y administración de esos recursos y todo el trabajo administrativo que implica mantener andando una corporación sin ánimo de lucro. Desde ese momento empezaron a trabajar por medio de video llamadas lo que, como efecto colateral, le permitió explorar y aprender sobre estas herramientas digitales sin siquiera sospechar cuán importante y útil sería ese conocimiento en unos años.

Antes de su partida ConCuerpos hizo parte en 2015 del Primer Encuentro Latinoamericano de Danza Inclusiva organizado por Sin Fronteras, una compañía de danza argentina. Desde entonces se empezó a tejer una red latinoamericana de danza e inclusión y empezó la planeación de una versión más grande de este festival. Sin embargo, teniendo en cuenta la situación económica de la Argentina y otras naciones latinoamericanas hicieron falta cinco años para que por fin se lograran reunir los fondos necesarios para llevarlo a cabo. 

Marina Chiliutti, la directora del encuentro, designó a Laisvie para hacer la dirección artística del evento. Sin embargo, la llegada del coronavirus y la crisis que hoy en día vivimos frenó estos proyectos.  

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A pesar de todo, el 29 de abril, Día Internacional de la Danza, los directores y directoras de todas las compañías que se han ido uniendo a la red se juntaron a través de videollamadas por Zoom para celebrar su día haciendo videodanza y buscar alternativas en medio de la cuarentena. De allí surgió la idea de hacer el festival virtual. 

(Lea ‘La reinvención de la fiesta en tiempos de cuarentena’)

Desde el momento que se fue a Europa Laisvie ha estado trabajando con danza telemática, que es bailar a través de videollamadas. Incluso la última obra que hicieron en ConCuerpos incluyó una videollamada como parte del show, así que es algo que ya venían explorando artísticamente desde antes de la coyuntura del Covid. 

Así pues, el proyecto se puso en marcha y se va a llevar a cabo entre el 24 de mayo y el 7 de junio de 2020. Entre las actividades planeadas está la presentación abierta, con transmisión en vivo por YouTube de cuatro obras montadas y dirigidas a distancia por cuatro duplas creativas. 

La idea principal de este “experimento”, como lo denomina Laisvie, es trascender más allá de la videodanza, pues, según explica, esta se queda en inmortalizar un momento en vídeo con la posibilidad de editar, corregir, etc, mientras que esto va a suceder en tiempo real con todo lo que implica. 

Las duplas encargadas de los cuatro laboratorios creativos están conformadas por una coreógrafa o coreógrafo y un vídeo-artista, que se encargarán de todo el manejo técnico de la videollamada, los conceptos visuales y el streaming

Camilo Acosta, mejor conocido como Hunter Texas, es uno de ellos en dupla con un coreógrafo brasileño. Camilo empezó a trabajar en danza contemporánea con ConCuerpos para luego dedicarse de lleno a su trabajo como videoartista vj en los últimos diez años.Él asegura que ahora más que nunca es un momento importante para lo visual, para crear y mostrar contenidos visuales ya sea generando piezas de videoclip, video experimental o piezas interactivas. El software libre y las nuevas formas de interactuar que ofrecen las aplicaciones están a la orden del día. 

(Conozca “El mariconeo es reivindicar lo que ha sido clasificado como inapropiado”)

“Me parece muy interesante porque sí o sí el momento nos impulsa a trabajar por ahí. La imagen ha sido una de las grandes apuestas en este confinamiento donde la gente se está conectando por medio de video. La invitación al festival que me hizo ConCuerpos me parece una gran propuesta en respuesta a la problemática del confinamiento”, opina Camilo.

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Las cuatro pequeñas obras conformadas por dieciséis bailarines procedentes de diferentes lugares en Latinoamérica van a ser transmitidas en vivo por YouTube el 6 y 7 de junio. Además de eso, desde el 24 de mayo se van a hacer diferentes clases diarias para los participantes del encuentro, así como talleres, cafés virtuales y hasta una fiesta de cierre a través de Zoom. 

El arte canalizado en danza y puesto a disposición de todos los cuerpos que conforman esta sociedad –algunos más violentados que otros–, es el medio de protesta y sobre todo de ruptura que propone esta compañía, dándole voz, mirada y movimiento a todos aquellos que buscan las alternativas de expresión que les han sido arrebatadas en otros espacios en los que se niega la diferencia.   


Conéctese con este festival a través de la web del encuentro y siga la preparación previa y el trabajo de la Red latinoamericana de danza e inclusión en su canal de YouTube. También puede seguir el trabajo de ConCuerpos a través de YouTube.

 

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