Los ‘Rostros de K-rretera’ detrás de la pasión por el Deportivo Independiente Medellín
Un parche de hinchas del DIM decide emprender un viaje por carretera en mulas de carga hacia Montería y este proyecto audiovisual, que participó en Bogoshorts 2019, documenta cómo se vive, en un riesgo constante, el periplo futbolero.
1.980 millones de pesos fue el presupuesto destinado por el Ministerio de Cultura este año para el desarrollo de largometrajes y cortometrajes documentales, un billete al que muchos creadores audiovisuales aspiraron, pero al que solo algunos accedieron. Durante los últimos años se ha venido demostrando que en el país se gestan importantes trabajos cinematográficos que han alcanzado nominaciones en premios del calibre de los Óscar o los Goya, sin contar lo que se hace por los laditos con producciones que, aunque no tienen el mismo capital y reconocimiento, dan de qué hablar por la calidad del proyecto.
En medio de ese paisaje creativo y teniendo en cuenta que el respaldo por parte de la institucionalidad frente al cine aún es minúsculo, un sinnúmero de talentos emergentes se han lanzado al ruedo sacando adelante ideas que llevadas a cabo a pulso, han logrado ser proyectadas en la gran pantalla. Ese es el caso de Alejandro Escobar y Juan Manuel Pineda, dos tipos que se conocieron hace más de 10 años en medio de la barra Xirroxix, en la tribuna norte baja del estadio Atanasio Girardot, alentando al equipo que los trasnocha, el Deportivo Independiente Medellín. Juan Manuel es un publicista que hace parte de una barra popular del DIM desde donde le empezó a camellar al audiovisual empíricamente. Alejandro, por su parte, es un sonidista a quien sus conocimientos le han permitido hacer parte de grandes producciones como Los días de la ballena o Los Nadie. El junte de este par de creadores desembocó en Rostros de K-rretera, el corto documental ganador de la convocatoria de la Secretaria de Cultura Ciudadana de Medellín 2018, en el que se narra la experiencia que vivió un parche de barristas del DIM durante un viaje en mulas de carga hacia Montería.
“Fui integrante de la Rexixtenxia Norte —cuenta Alejandro Escobar, codirector del corto— durante mucho tiempo, los fenómenos sociales que allí ocurren son muy interesantes y a la vez preocupantes (...) Un día leí un artículo en un periódico de Medellín sobre los barristas que siguen al equipo como polizones en tractomulas y muchos de ellos pierden la vida en las carreteras de nuestro país. Niños de muy corta edad que arriesgan su vida y ven morir a sus hermanos de cancha”.
Además de los directores, el equipo de trabajo lo complementa Catalina Montoya, una publicista y máster en Cine y televisión que se encargó de la producción del corto con La Poderosa, una productora que lleva 8 años camellando en Medellín y cuya especialidad son los comerciales de televisión y los videoclips. Además de Catalina, David Escobar fue el encargado de la fotografía y Álvaro Gómez del montaje. “Por términos de producción decidimos alquilar una van, nos fuimos con los protagonistas, Dieguito y El Gago. Con el resto de la banda nos encontramos en Caucasia (...) Fue emocionante y peligroso. Juan Manuel y Alejandro como son barristas ya han viajado en excursiones pero yo no tenía ni idea de en qué me estaba metiendo”, comenta Catalina, quien además cuenta que la experiencia de llegar y estar en el mar con este parche fue algo único. Fueron muchas aventuras las que tuvieron que pasar, viendo, entre otras cosas, cómo es el día a día de un barrista en medio del desorden y el amor por la camiseta.
Para la edición número 17 del Festival de Cortos de Bogotá - Bogoshorts, Rostros de K-rretera estaba participando en la categoría de corto documental nacional y se proyectó en Cine Tonalá y en la Cinemateca Distrital. A pesar de no ganar el galardón a mejor corto (que lo ganó A tiempo, de Felipe Peláez Gómez), el trabajo logró un gran recibimiento entre el público bogotano. “La experiencia fue muy emocionante. Tener la posibilidad de mostrar nuestro corto en pantalla gigante por primera vez y hacer contactos y relaciones, hay personas del extranjero interesadas en el corto (...) Diego y El Gago pudieron venir y eso también lo hace una experiencia inolvidable para ellos”, explica Juan Manuel.
Dieguito y El Gago, protagonistas de Rostros de K-rretera, se juegan la vida en estas dinámicas cada vez que el rojo paisa sale de su patio. Son fieles a un sentimiento inconmensurable hacia el DIM y dueños de una mirada hacia el fútbol que no todos logran comprender, por eso se hace necesario este ejercicio documental. “Es una oportunidad de darle a entender a la gente, como hinchas que somos, que esto no es fácil y que no es simplemente criticar, sino vivir las cosas —asegura Dieguito—. Es duro y acá estamos para contar las experiencias que nos han pasado con nuestros amigos, los muertos, los viajes, las victorias y las derrotas”.
Según Catalina, la idea ahora es seguir proyectando el corto y competir a nivel internacional, apuntándole a festivales por todo el mundo, por ejemplo al Festival de Locarno, Karlovy Vary en República Checa, o al Festival Internacional de Cine Documental de Ámsterdam, entre otros.
Cada uno de los integrantes del equipo de trabajo de Rostros de K-rretera andan camellando en proyectos alternos al corto. Actualmente Alejandro está trabajando en el sonido del largometraje La Roya, mientras que Juan Manuel y Catalina ahora están metiéndole la ficha a un nuevo proyecto documental en torno al balompié femenino.
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