
La ilustración sarcástica de JKO para sobrevivir a la publicidad
El ilustrador chileno Joaquín Sánchez se radicó en Medellín hace un año, después de un viaje por Bolivia, Perú y Colombia. Para él, la publicidad es una industria monstruosa de la cual no se ha podido desprender del todo, pero a la que sigue atado a su manera y fiel a su estilo, cargado de sátira e irreverencia.
JKO no puede con la gente “pupi”, con esa que aparenta sin razón, la que trabaja con el único fin de acumular billete dejando la pasión de lado. “A mi me gusta viajar y gastar, pero hay un límite que uno tiene que asumir y el mundo de la burguesía no está dispuesto a negociar”, afirma este chileno radicado hace un año en Medellín. Esa visión de mundo, dice él, hace que su trabajo no sea para todos, pues también refleja la oscuridad que desde niño lo acompaña.
Joaquín Sánchez, como es su nombre real, es hijo único de una familia de Chillán (Chile) que ha desarrollado actitudes que lo han llevado a excluirse del resto, a aprender a vivir en soledad. “Tengo muchos amigos pero hay un sentimiento personal que me lleva a estar solo, a tener esa sensibilidad común entre los pares y a meterle sentimiento a cosas que otra gente ve con más frialdad”, explica este ilustrador.
La hipocresía que crítica Jko está presente en este trabajo
Su despegue como ilustrador fue después de renunciar al cargo de diseñador gráfico que tenía en una empresa en Santiago de Chile. Dejó todo, agarró un par de maletas, y se embarcó en una travesía por Bolivia, Perú y Colombia, en dónde finalmente se quedó por una novia colombiana. A partir de esa experiencia incursionó de lleno en la ilustración, además de acercarse al tatuaje, otra de sus prácticas artísticas, que muestra ampliamente en su cuenta de Instagram.
Los flyers son una parte de las ocupaciones de Jko
Haberse alejado de esa empresa hace parte de su propia soledad que lo impulsa a rechazar gran parte de las compañías con las que ha trabajado, pero donde ha tenido que bailar de cerca con el monstruo de la publicidad, como lo llama él. En medio de su rebeldía contra la publicidad, JKO le ha creado logos a empresas como Maui and Sons, de Chile; lo hace para darse a conocer y también para subsistir. “Nuestra individualidad brilla más que la unión que nos pueda generar tomarnos una Coca-Cola, a pesar de la fantasía detrás de esa publicidad”, dice.
Este es uno de los diseños de la marca Santos Ahora
Precisamente, una de sus ilustraciones para la marca Santos Ahora de su amigo Jano Uzi, alude a unos evangélicos caracterizados como zombies que cantan mientras consumen la popular bebida. Para él, esta ilustración, realizada a partir de un comercial de los años setenta, representa esa aparente felicidad que sentimos perteneciendo a algo, pero que en el fondo significa la manera en que seguimos unos parámetros, inventados por una institución que no nos representa.
La manipulación es un tema recurrente en la obra de este ilustrador
En esta ilustración, como en varias con su sello, los ojos de los personajes se salen de lo normal; los hace completamente oscuros, o a veces ni los pinta. Su idea es que los ojos sean impactantes para el que observa el dibujo. “La comunicación tiene que verse más agresiva en el contexto en el que trabajo y como artista debe mostrar la maldad”, explica.
La variedad de estilos de este artista se evidencia en trabajos como este
La personalidad de JKO gira en torno a sus aficiones: el rock and roll, la cerveza y el skate, una práctica que siempre le ha gustado y que lo llevó a crear la identidad visual de Bilsed, una marca especializada en el diseño de skateboards. En el desarrollo de estos trabajos, el chileno de 28 años deja entrever toda su rebeldía, esa que expulsan tantos skaters cuando les da por patinar encima de un carro y rayarlo todo, sin importar nada más.
La marca de skateboards Bilsed y algunos diseños hechos por Jko
Más allá de su trabajo, cercano a las marcas y a la publicidad, JKO ha incursionado en la literatura. De esa curiosidad nació Nada, su primer libro autobiográfico. En esta obra pueden observarse ilustraciones y dibujos que realizó durante cinco años de su vida y que, en principio, no fue capaz de compartir con nadie. Ahora es un proyecto autogestionado del cual editó 250 unidades, y que le valió para ser uno de los seleccionados para los Premios Ceres 2013 de Chile, en la categoría de Narrativa en Artes Literarias.
Una ilustración para el libro autogestionado Nada
De su estadía en la capital paisa han surgido trabajos como una ilustración en la que representa, dice él, una parte de la cultura de Medallo. En el dibujo se observa a una mujer que le quita el corazón a un tipo, haciendo alusión también a la cirugías estéticas a las que se someten las mujeres. “¿De qué sirve un cuerpo lindo si no tienes nada en el cerebro?”, es la pregunta que quisiera hacerle JKO al que observa esta ilustración. “La estupidez es parte de los dos, es un machismo que está en el inconsciente”, dice.
Una interpretación de las relaciones humanas y la sociedad en esta ilustración para la marca Santos Ahora
Durante el último año, JKO ha empezado a ver la vida y lo que lo rodea de una manera más amable; sus días en Medellín se los pasa tatuando o leyendo las cartas del tarot, otra de sus aficiones. Eso sí, tratándose de la ilustración y la dirección de arte, nunca se podrá esperar que este chileno deje de lado su sello irreverente y sarcástico. Si quiere conocer más del trabajo de este creador criollo visite su página web.