La foto fija detrás de ‘El abrazo de la serpiente’ y otras miradas de Liliana Merizalde
Esta bogotana es una de las responsables de la producción fotográfica de la película colombiana dirigida por Ciro Guerra y nominada al Óscar. Sus imágenes tienen un alto contenido humano que resalta los miedos, la soledad y el poder femenino. Conozca el trabajo de esta joven fotógrafa, incansable en la búsqueda de mundos nuevos y escondidos.
Una noche de año nuevo en París, Liliana salió a tomar fotos de la gente que estaba celebrando; sin saberlo, ese sería el inicio de una carrera fotográfica que hoy es aplaudida, entre otras cosas, por la ejecución de la foto fija de la película ‘El abrazo de la serpiente’. “Después, esa noche, en el tren, empecé a fotografiar personas que iban solas, como pensativas. Sentí que me conectaba más ese día con esas personas que con las que estaban felices celebrando”.
Esa noche parisina terminó convertida en su primer proyecto oficial, ‘The Last Night’, que, junto a otro trabajo suyo, ‘Rojo Budapest’, le sirvieron a esta bogotana de 31 años para participar en la exposición colectiva de Casa LABLOOM, en Bogotá, y que años después en su busqueda fotográfica la llevaron a ser nominada al premio Sara Modiano de 2015.
Al revelar los rollos con aquellos proyectos, Liliana Merizalde notó que las fotos –y ella– tenían el foco puesto sobre el contenido humano: ancianos, personas en un parque, mujeres… La gente siempre presente en una suerte de introspección. Para darle más fuerza a estas escenas, Liliana, que no le encuentra gracia a la fotografía digital limpia, intenta que sus fotos se ‘ensucien’, y parezcan imágenes hechas con una cámara análoga. Pero le gusta ir más allá: para logar más de su propia firma estética en las fotos, utiliza una cámara análoga -de segunda mano- de los años setenta.
Según esta fotógrafa, la constante búsqueda visual de mundos escondidos e imaginarios la catapultó para entrar en la industria cinematográfica, un universo que la perseguía desde que trabajó en la revista Número escribiendo artículos sobre cine, después de graduarse de la carrera de Literatura en la Universidad de los Andes.
Su trabajo fotográfico en ‘El abrazo de la serpiente’ fue una experiencia que califica como vital. “Cuando volví a Colombia –Liliana estudió un máster en dirección de cine en España– estaba en la búsqueda de eso que somos. Cuando fui allá –Vaupés– sentí como si una raíz por fin hubiera nacido en mí; me impactó que para entrar realmente en la selva requeríamos de un proceso de tiempo. Siendo ella la que nos permitiera entrar”. Con su trabajo de foto fija procuró denunciar lo mismo que la película: la apropiación de la tierra indígena. Su labor en esta cinta tiene trazos de fotografía documental, en la que se inspira en lo hecho por el fotógrafo documentalista francés Raymond Depardon.
La nominación de la película al Óscar la tomó por sorpresa y reconoce que realmente películas como ‘El abrazo de la serpiente’ o ‘La Tierra y La Sombra’ pueden educar al público porque “son películas más lentas, que requieren que uno ponga atención; la fotografía y el arte de la película te están diciendo todo”.
El poder femenino y la reivindicación social de la mujer también pueden observarse en las fotografías de Liliana (Lea aquí Las huellas de la guerra y cinco mujeres indígenas), ya que es este un tema en el que procura sumergirse cada vez más. Para ella, que desde los 16 años anda con una cámara lista, la búsqueda de esa fuerza femenina está relacionada con su búsqueda personal: “Siento que todavía estamos en una sociedad patriarcal y la mujer tiene asignados unos roles que no comparto, muchas veces estas asignaciones de rol son sutiles y profundas, y vienen desde hace mucho tiempo, esto no nació con la publicidad”. Esta reflexión, sumada a la introspección, miedos y silencio de las personas, le dan vida a las fotos de Liliana.