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Con arte sinceptual, Daniel Adum Gilbert le da un vuelco al status quo en Ecuador
Este artista quiso ponerle color a su natal y gris Guayaquil, pero la autoridad se le vino encima: le borraron con sus murales y le iniciaron un proceso judicial. Pero salió bien librado, y ahora acaba de lanzar un libro, Litro X Mate, en el que cuenta la lucha contra estas políticas que él llama fascistas y mezquinas, y que ve replicadas en ciudades de Colombia y México.
La censura que vivió Daniel Adum Gilbert en 2011 solo logró que este artista de Guayaquil (Ecuador) alzara más su voz. Ese año, Daniel se propuso convertir la gris ciudad, llena de muros descuidados y descoloridos, en espacios donde el arte fuera protagonista. Para eso creó un grupo en Facebook y convocó amigos y personas que quisieran pintar cada domingo un muro. Cada persona llevó un litro de pintura y así nació el proyecto Litro X Mate (en Ecuador le dicen “mate” a la cabeza”). Los muros resultantes estaban llenos de color.
Ahí fue cuando llegó la censura: a los pocos meses la Municipalidad de Guayaquil los borró todos, echándoles pintura gris. Por este hecho, Daniel fue enjuiciado, pero salió ganador tras la batalla judicial. Como respuesta a lo que él llama una “estupidez municipal”, decidió pintar una casa que tenía alquilada para realizar actividades culturales, pero que, en menos de 24 horas, de nuevo, se ordenó que la pintaran de gris.
Toda esta frustración y sinsabor los convirtió en un proyecto editorial, titulado también Libro X Mate, que lanzó este año en el país vecino y nació gracias a una campaña de crowdfunding. Para Daniel no había otra forma de concebir el proyecto pues desde el inicio era un tema de trabajo colectivo, y en solo 70 días recogió el dinero necesario.
En el libro, a través de fotografías, registros de periódicos, cartas y la voz de Daniel, este artista sinceptual –cómo se define a sí mismo- evidencia una pelea que él ve se da también en ciudades de Colombia y México, y que se reduce a la dificultad de llevar adelante expresiones artísticas en espacios públicos.
‘‘Mi trabajo cuestiona mucho el status quo de Guayaquil y la manera en la que se administra la ciudad, y por quién está administrada. Son un poco de viejos de 80 años para arriba que tienen una visión de ciudad súper hacienda tercermundista con cemento. No ven la ciudad como un espacio de socialización, o de cultura”, afirma Daniel.
Para él, las políticas en esta ciudad, la segunda más importante de Ecuador, tienen un tinte fascista, mezquino e ignorante. En esa ocasión también se enzarzó contra los medios y recuerda que el único apoyo lo encontró en su abogado y las redes sociales, que asiduamente pidieron que lo dejaran en paz con el hashtag #JusticiaparaDanielAdum.
Toda esta lucha artística, Daniel la enmarca dentro del arte sinceptual. “El sinceptualismo es una burla, se trata de satirizar este mundo del arte tan serio y tan acartonado -explica Daniel-. Es una forma de vida para mí, poner unos fondos en blanco y empezar a dibujar, coger un instrumento y tocar lo que sea. En el pasado lo llamaron dadaísmo, pero es básicamente esa idea de dejar al inconsciente y al azar hacer su trabajo”.
En su trabajo, el soporte es lo de menos: el cuerpo es lo mismo que un lienzo y una película cumple el mismo propósito que un libro. En su caso, el libro que ahora publicita fue su catarsis principal. También tiene otros dos libros surgidos a partir de su arte: Las verdaderas mentiras de la Chanchocracia, en el cual ataca con su propuesta artística el clasismo, el miedo y la irresponsabilidad de la sociedad guayaquileña y Urdesa en el que hace un recorrido artístico por el barrio de su infancia que ha sido destruido por lo que él llama la pseudo modernidad de la regeneración municipal.
Como anécdota también agridulce, Daniel cuenta cómo el mismo día en el que lanzó el libro la Municipalidad de Guayaquil anunció que llenarían de murales coloridos en diferentes espacios públicos de la ciudad. ‘‘Salió en todas las portadas de los periódicos y a mí no me dieron nada de cobertura porque los periódicos trabajan para este poder’’, dice Daniel, aunque, realmente, lo que le interesa a este artista es que la comunidad se beneficie con su arte y propuesta.
Vea más de la obra de este artista parado contra la autoridad en su Instagram o todo su portafolio en su web.