Massroots es el Facebook para marihuaneros que gana usuarios en Bogotá

Una foto de una lata de cerveza Poker de un litro al lado de un porro de la misma altura o el vídeo de una vieja que se está fumando un bareto en frente de su computador mientras escucha Ojitos Chiquitos de Don Omar -esa que dice “un fuego en la boca que me quema el paso”-, y se caga de la risa, son los posts habituales en esta red social. Allí las personas no entran a hacer amigos sino buds, que en inglés significa “amigos de todo el mundo” y también es otra forma de referirse al producto rey en Massroots: el cannabis. Es un Facebook para marihuaneros. La gente se pone seudónimos como @CamiloWeedoza y los hashtags no son #adriyrafa – esos tan cansinos que se ven para celebrar matrimonios- sino #returra o #colineando.

Cansado de ver fotos de bebés recién nacidos, gatos recogidos de la calle, despedidas de soltera o anuncios de perros perdidos, me abrí un perfil en Massroots, la red social de los amigos de la bareta que existe desde 2013. Me uní a una comunidad que llega a casi 800.000 usuarios en todo el mundo y en Colombia a más de 3.000 buds. El aumento en personas nuevas es tan alto que para celebrar el 4/20 –el día internacional de la marihuana- la red social quiere anunciar que sobrepasó el millón de usuarios. De hecho, la cosa va tan bien para Tyler Knight e Isaac Dietrich -los creadores de esta plataforma- que planean sacar la red social a cotizar en Nasdaq, la segunda bolsa de valores electrónica más importante de Estados Unidos.  

Entonces, aburrido de que en mi celular apareciera siempre lo mismo, pues tengo perfiles en todas las redes, y motivado por los datos del auge en la creciente popularidad de Massroots, seguí en mi misión. Tocaba matar la curiosidad. Más yo, que antes de entrar a esta red social sólo había consumido marihuana una vez en la vida. Lo primero que me preguntó la página fue lo de rigor, como para evitarse líos legales: “por favor confirme que tiene al menos 21 años o que es un paciente autorizado para usar marihuana”. Confirmé, y seguí. En menos de 10 minutos abrí un perfil y empecé a navegar para contactar a nuevos buds en Bogotá pues la red social permite en la pestaña Local ubicar a la gente que está cerca de mí.

Mi primera actividad no podía ser otra sino cambiar mi estado: “Con ganas de fumar un porro, ¿quién vende?”. 16 likes, cero respuestas. No me rendí y cuatro días después lo intenté de nuevo: “Buenos días. ¿En dónde puedo comprar algo de hierba en Bogotá?” . Le puse decencia a ver si sí. Y sí. Siete likes y una respuesta de @DliciousCupcake. “En la zona rosa o san andro. También puede intentar en algún mercado de artesanías por el sur”. Y después me respondió @Valbitch –que en su biografía pone 4:20 FOR SOUL-: “Chapi o centro. O por encargo (y una carita de frustración)”.  

"No tengo interés en hacer amigos ahí; solo quiero publicar mi gusto por la mata e interactuar con expertos que saben hacer aceites, mermelada, brownies y galletas”

Logré contactarme con @Valbitch. Su nombre, como lo sugiere el username, es Valentina, y estudia Cine y Televisión. Empezó a usar la red desde enero y llegó por casualidad: estaba buscando una app que le ayudara a pesar unos gramos de marihuana. “Hace un año me diagnosticaron un tumor en el seno; a veces la marihuana me calma el dolor y me relaja. Son cosas que la gente desconoce y uno debería compartirlas”, dice @Valbitch sobre el uso que hace de Massroots. Gracias a esta plataforma ha comprado varios gramos de cannabis y ha hecho cerca de 20 amigos marihuaneros.

Cogí confianza y dos semanas después publiqué la foto de un bareto, acompañada del texto “Buenos días. Nunca es tarde para pegarlo”. 21 likes y mejorando. Y entre ellos el like de @Juansale, el que sería mi primer bud, o sea, mi primer amigo virtual para ir a fumarme un porrito. Mensajes van, mensajes vienen y concretamos conocernos. Claro está, para hacer lo que hace la gente en esta red social: fumar marihuana. El tipo es de los más populares de Bogotá en la red: tiene 320 buds y en sus posts chicanea con sus productos. Una de sus últimas publicaciones es una foto de un suplemento “dietario” a base de marihuana, Gorilla Power -seis porros ya armados que le costaron $25.000- y que acompaña de un sinfín de hashtags: #NewDealer #Bogotá #Colombia #Weshouldsmoke #Puffpuffpass #EditorChoice #MassLove #MassFam.

Lo contacté y cuadramos una cita. Ese día que nos conocimos no me esperó a que llegara: cuando entré a su apartamento, Juan ya se había fumado un porro hace media hora; sus ojos estaban hinchados y rojizos y se veía relajado. Me le uní, prendí un porro que me ofreció y al ritmo de Shemian - Happy Swingin me metí la segunda traba de mi vida. Gracias a Massroots, una red que tiene niveles superiores de engagement a plataformas como Instagram o la invención de Mark Zuckerberg.  O sea, la gente pasa más tiempo enganchada al news feed de esta red para marihuaneros y registra más actividad que la que tiene un usuario en las redes sociales tradicionales.

Me sentí cómodo con @Juansale y me comentó que hace como seis meses probó la marihuana pues un compañero del trabajo es su dealer personal. Me sinceré con él y le dije que era mi segunda vez. Se cagó de la risa y me tranquilizó. “Todo bien que esto lo va relajar. El moño es de cultivo hidropónico -que es otra forma de cultivar la planta- y lo hará dormir rápido”. Le seguí el juego y mientras fumábamos me contó sobre su vida. Ya me estaba cogiendo efecto el porro cuando él también se puso sincero: yo era la primera persona que conocía gracias a Massroots. “No tengo interés en hacer amigos ahí; solo quiero publicar mi gusto por la mata e interactuar con expertos que saben hacer aceites, mermelada, brownies y galletas”, afirma.

Pero no sólo hay usuarios como @Juansale, además de @Caroweed o @laweedjandra, todos jóvenes de Bogotá. También hay tiendas de productos a base de cannabis que han explorado las posibilidades comerciales de Massroots. Green Spot Colombia es una de ellas. Lleva poco en la red social y los productos que ofrece son los cigarrillos electrónicos y vaporizadores herbales. Hasta el momento, los clientes de sus productos –que se venden entre 290 mil pesos y 850 mil pesos-  siguen llegando en mayor medida de plataformas como Instagram o Facebook y en Massroots no han cogido fuerza. “El público local parece ser un target muy complicado; funciona mejor Instagram. Massroots no lo conocen todavía” dicen desde la tienda.

Yo por el momento seguiré inscrito y, por qué no, esperar a que mi corta trayectoria con la marihuana siga avanzando con esta red social.

Ya que llegó hasta aquí, lea también:

Instrucciones para montar una empresa de marihuana medicinal

Estos son los cultivos caletos de cannabis en Boyacá

Así se trabaja en uno de los cultivos de marihuana más grandes de Estados Unidos