Cirugías, hormonas, transición y otros “misterios” revelados por youtubers transgénero

En primer plano frente a la cámara, los youtubers solo tienen su carisma y su intimidad para cautivarnos. En vez de huir de los paparazzis, estas personas se exponen, revelándonos hasta lo que no hemos preguntado. En ocasiones parecerá un delirio de grandeza y una moda pasajera tal vez muy criticada, pero cuando estos proyectos son genuinos la no-ficción de la pantalla (eso que aspiraron y jamás lograron los realities) puede atraparnos. Y me refiero especialmente a la aparición en Colombia de youtubers transgénero. 

Todos los testimonios de estos personajes coinciden en algo: no es fácil. No es fácil hacer la transición, salir del clóset y adoptar la identidad (o, mejor, la percepción social de éste) que el cuerpo les negó. Ya debe ser bastante duro enfrentarse a la familia propia, a los amigos, a los conocidos, como para salir a enfrentar un mundo lleno de estigmas y discriminación.

No obstante, como si esto les tuviera sin cuidado, la comunidad trans en YouTube viene creciendo en los últimos meses.

La intimidad sexual de estas personas se convierte en un espectáculo de coraje: dar la cara con el único fin de informar y acompañar a quienes empiezan su transición. El ejemplo más claro es Ophelia Pastrana. Esta colombiana radicada en México, descendiente de la dinastía conservadora Pastrana, lo hace todo: es física, economista, emprendedora y dueña de cinco canales de YouTube, uno de ellos, Diagno-Cis, el cual ha dedicado a la exploración de su transición de hombre a mujer. 

Con elocuencia y carisma esta mujer (también presentadora y comediante) no solo reflexiona sobre temas que muchos adivinarían (sexo, feminismo, cirugías), también sobre asuntos más privados, como su disforia. O los más cotidianos: 

¿a qué baño entra una mujer trans? O, ¿cuándo dejar de entrar a uno para ir al otro? 

A punto de cumplir los 30 años, el entonces Mauricio Pastrana dudaba de su identidad y su estabilidad emocional empezaba a tambalear. Una mala noche, cansado, cedió a la presión y tomó más pastillas de dormir de las usuales, pero no demoró en arrepentirse: corrió al baño y las vomitó. 

“En ese momento pienso: mejor ser trans y vivir mal que no vivir del todo”, cuenta Ophelia. Y luego, con una sonrisa que le cruza el rostro, añade: “Hoy digo con toda la fortaleza: yo sé quién soy y lo aprendí saliendo del clóset”. 

Otro buen ejemplo, también colombiana en el extranjero, es el canal Caroland. En inglés y en español, Carolina Gutiérrez mantiene un diario sobre cada detalle de su vida. Quizás lo más valioso de su canal es el registro de la cirugía de reasignación de sexo (CRS) a la que se sometió hace un año. Aunque le llueven críticas, Carolina las despacha todas y se arriesga a describir cada avance de la operación y el cuidado posoperatorio; e incluso, luchando contra su pudor, habla sobre sexo. 

“Para mí es muy bochornoso, pero al mismo tiempo no me importa porque lo hago para que vean que sí se puede: una mujer transgénero puede tener relaciones sexuales saludables después de una CSR”, dice. 

Mientras en México, Estados Unidos y España se encuentran varios canales con miles de seguidores, no es fácil encontrar uno colombiano que pase de los cien. La excepción a la regla es Kim Zuluaga, que inauguró su canal hace 5 años cuando aún se hacía llamar Brayan, y hoy tiene más de 30.000 seguidores. En pocos videos, esta paisa captura los grandes pasos que ha dado en su transición, incluyendo la victoria que obtuvo hace unos años frente al colegio donde no querían dejarla estudiar. 

Ya varios siguen los pasos de estas populares youtubers, conscientes de que en Colombia no abundan este tipo de propuestas pero que hay tantas personas como en cualquier otro lado que necesitan de ellas. Este es el caso de Mary Mace, cuyo canal empezó a modo de diario y terminó por convertirse en un espacio de apoyo que rellenaba un vacío de información: temas socioculturales, jurídicos, médicos y de la vida diaria.  “En muchos momentos dije “¡aj!, dejemos así”, pero ver lo que me escribía mucha gente me animaba a continuar”, me cuenta Mary. “Sentir que tenía una responsabilidad hacía que valiera la pena”. 

Además de Mary, otras mujeres como, Melina Varela, Michelle Alejandra y Catalina Mendoza están empezando a hacer lo suyo. Cada una a su manera explora frente a la cámaras las complejidades que conlleva una transición. Mientras unas se centran en el mes a mes de un tratamiento de hormonas, otras hablan sobre lo que es el sexo con mujeres y hombres trans, y otras hablan de asuntos más mundanos como las formas en que una mujer trans sin CSR puede esconder su miembro si lo considera necesario. Y, aunque en ocasiones los temas se traslapan, los youtubers saben que solo cumplen su deber: “Una vez alguien me comentó ‘me gusta tu canal, pero deja de copiar a Ophelia’”, recuerda Mary Mace. “A lo que llega Ophelia y contesta: ‘en secreto yo soy la que me copio de Mary’. Yo no pude de la risa.” 

En representación de los hombres ya empiezan a sonar nombres como Isaac Cano, Kenneth Andrés, Martin Páez y Simón Torro. Las dificultades son las mismas pero los problemas varían: ¿cuándo crece la barba?, ¿cómo es el rollo con la libreta militar?, ¿qué tanto se demora el cambio de voz? Estos youtuber, como los otros, se esfuerzan para hacer una especie de instrucciones de vida para la transición, el paso a paso de una transformación.

“Esto nos los estamos enseñando entre nosotros porque nos toca —dice Ophelia—. De eso se tratan las comunidades trans: de darnos apoyo para saber que hay familia. Hay que enseñar, no solo al mundo, sino a nosotros”. Así, con el paso del tiempo, los mismos youtubers van descubriendo matices y detalles: que muchos de los problemas trans son, al fin y al cabo, problemas generales de género; que no se necesita de cierto cuerpo para ser quien se es; que la transición no lo soluciona todo. 

Habría que invadir un poco más la privacidad de estas personas, enterarse de lo que nadie más va a decir, descubrir la belleza trans. Entre tanto contenido que resulta frívolo, estos videos hacen que el espectáculo de la intimidad que es YouTube lo valga todo. No es ninguna ficción: ser trans no es fácil, pero estos youtuber seguro ayudan.