Rodar, rapear y romper barreras: así es el Hip Hop de Roll the Voice

“Todo sobre ruedas” fue la respuesta jocosa de Johnatan Rubio cuando le pregunté cómo estaban él y el parche que se encontraba reunido en la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio San Rafael en Puente Aranda. Allí estaban calentando motores para una nueva jornada de ensayos en lo que ellos llaman ‘martes de Roll the Voice’.

Johnatan, cuyo nombre artístico es Guetto UnD, tiene una discapacidad física como resultado de la violencia que vivió en carne propia en su natal Cartagena. Así como él, Andrés Rodríguez (Eyz Artista) y Erick Rodríguez (Abeja), también integrantes de esta agrupación, fueron víctimas de acciones violentas en Casanare y en Bogotá, respectivamente. El desplazamiento al que se vieron forzados Guetto y Eyz los trajo a Bogotá en busca de nuevas oportunidades.

Moverse en territorios hostiles en los que el conflicto armado es un elemento más del paisaje, los empujó a que, por medio de la música, pudieran abordar esas situaciones sociales a las que han estado expuestos y de esa manera traducir las sensaciones que los han marcado en arte. 

Así surgió Roll the Voice, nombre con el que fue bautizado en junio de 2020, en pleno encierro producto de la pandemia, el junte de talento, fuerza y ganas ideado por el líder comunitario y activista de la cultura Hip Hop Ricardo Pacheco, quien tomó la batuta y convocó al parche a unirse para expresarse y dar a conocer sus habilidades en la capital y en el país. 

Este ejercicio colectivo que le apuesta a un Hip Hop sin limitaciones está conformado en su primera línea por Eyz Artista, Abeja, Guetto UnD, Walter Lavado (Krokis de asfalto) y Huber Samid Rojas. Junto a ellos también están todo el tiempo como columna vertebral UnderMic (DJ), Prova (Productor audiovisual) y Ricardo Pacheco (Productor general).

De izquierda a derecha: Abeja, Huber, Pacheco, Eyz Artista, Krokis y Guetto UnD

Antes de trabajar en la JAC de San Rafael los ensayos eran mucho más complejos. Pacheco vive por la zona en un cuarto piso y fue en su apartamento donde dieron esos primeros pinitos y practicaron la puesta en escena de los temas con los que empezaron a darle forma al conjunto. Ricardo asegura que era muy complicado subir y bajar por unas escaleras estrechas, sin embargo, el esfuerzo no ha sido en vano. 

“Nos hemos convertido con el tiempo en familia porque eso es lo que somos, una familia que nació el 30 de junio del 2020 con la clara intención de ser felices así no nos den permiso, como dice Krokis en “Don’t stop the dreams”, cuenta Pacheco.

Además de hacer parte de la agrupación, todos los integrantes tienen sus proyectos personales. Eyz Artista practica breakdance en silla de ruedas, Abeja es promotor de eventos y dueño de la marca de ropa Abejas en las calles, Guetto UnD es gestor social de la localidad de Fontibón y jugador de baloncesto adaptado en silla de ruedas, Krokis es diseñador gráfico y gestor cultural en la localidad de San Cristóbal, mientras que Huber es guitarrista y artesano.

El Hip Hop llegó a la vida de este grupo para cambiarla y motivarlos a no dejar de perseguir sus sueños. “Es la razón más grande que tengo para seguir adelante. Se volvió un motor que después de cada caída es el que me levanta. Después de Dios y mi familia es lo más importante para mí”, cuenta Krokis.

Ricardo se conoció con quienes luego conformarían la agrupación por azares del destino y por supuesto, por el Hip Hop. Diferentes procesos y eventos los fueron cruzando y con el tiempo Pacheco vio en ellos una oportunidad muy grande para, a través de la música, inyectarle una dosis de inclusión y revolución a una escena que si bien está llena de virtudes, aún tiene vacíos en esta materia. 

“Yo ejerzo un trabajo que es gestionar eventos para poder ayudar a personas en condiciones similares a las de nosotros para darles moral y decirles que no hay que parar de soñar, que esto no los puede limitar. Roll the Voice surgió tratando de salir adelante, tratando de plasmar una hermosa historia por medio de este grupo. A Pacheco lo distinguí por asistir a varios eventos en los cuales él se acercó y me comentó sobre el proyecto, así se hizo todo”, afirma Abeja.

Los integrantes de esta agrupación provienen de diferentes puntos de Bogotá como Cazucá, Fontibón, Bosa, San Cristóbal o Engativá; lugares desde donde les toca hacer maromas para movilizarse al spot en el que ensayan debido a lo poco amigable que es la ciudad con las personas que cuentan con alguna discapacidad física. La diversidad de los Roll the Voice también se le puede atribuir a que vienen de distintas partes del país, dándole así un toque particular a la agrupación.

Vivir en lugares populares y con realidades difíciles hace mucho más complicado todo en su día a día. En Cazucá o San Cristóbal por ejemplo, la pobreza producto de la ausencia institucional sumada a la falta en muchos casos de servicios básicos generan ambientes violentos adversos para los jóvenes que se mueven en esos sectores y es ahí —cuenta Pacheco— donde toma fuerza el interés de que en sus canciones haya un mensaje de amor y de esperanza.

“Esto ha unido muchas fuerzas. Aquí somos fuerzas de muchos lados como Vélez, el Llano y tenemos la oportunidad de compartir con nuestro compañero Guetto que viene aportándonos todo el flow y el sabor de la costa”, dice Eyz.

Los lugares de los que vienen les han expuesto lo difícil y desigual que es el país para las personas menos favorecidas, razón por la cual utilizan el rap para exponer su inconformidad y buscar generar conciencia al respecto, pero también para tratar temas como la importancia de entender que una silla de ruedas no es un obstáculo sino que es una motivación para no amilanarse ante las adversidades.

“Escribirle a un mundo que de pronto es ciego o a veces sordo te hace esforzarte para salir adelante y romper muchas barreras y estigmas. A veces nos denigramos nosotros mismos pero aprendemos a superar todo eso, a absorber todas esas energías y plasmarlas en un papel ya que el MC y nosotros los cantantes compositores tenemos en las manos el poder de destruir o construir y en este caso es construir una sociedad muchísimo mejor”, explica Guetto. 

“Por culpa de una bala cambié todos mis problemas, el arte me llenó de breakdance y gasolina” o “Quisiera volar tan lejos aunque me encuentre sentado, mis pies no tocan el suelo el cerebro ha despertado. Quisiera hoy expresar este dolor, el que mata lentamente: discriminación”, son frases que tiran estos MC’s en su canción “Morfina”, una letra que da cuenta de la realidad de los Roll the Voice, que a pesar de estar en una silla de ruedas le meten la ficha y siguen motivándose para sacar adelante su proyecto musical.

Así como Roll the Voice ya hizo parte del Movimiento de Expresiones Latinoamericanas de Hip Hop - MELAH, ahora es uno de los seleccionados que hacen parte como becarios de Rexistencia Hip Hop, un ejercicio pensado y gestionado por la Fundación Cartel Urbano y el Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ) cuyo objetivo es fortalecer proyectos que tengan una incidencia social y comunitaria por medio de un laboratorio de mentorías especializadas que tienen como eje central el Hip Hop.

En este caso, a través de Rexistencia Hip Hop Roll the Voice podrá sacar adelante su idea de montar debidamente masterizadas todas las canciones que tienen escritas a las plataformas digitales para de esa manera llegarle con su trabajo a muchas más personas.

“Rexistencia llega a Roll the Voice empoderándonos para volvernos más fuertes mentalmente, capacitándonos y dándonos esa mano que necesitamos en un momento tan delicado y a la vez tan fuerte como lo es nuestro primer álbum que saldrá pronto”, asegura Guetto.  

Lo cierto es que Roll the Voice no descansa y cada martes va a seguir reuniéndose para tener más pulidas sus puestas en escena, para practicar los nuevos temas que van saliendo en el camino y para motivar a quienes conozcan el proyecto. 

“Esta es una familia musical encargada de llevar un mensaje de amor y de resiliencia al mundo, de demostrar que a pesar de las adversidades que no solamente podemos tener personas en condición de discapacidad sino todas las personas, siempre tenemos que tener fe y la motivación de creer en nosotros mismos. Esas adversidades las podemos superar siempre”, concluye Huber.

Rexistencia Hip Hop es un laboratorio de formación y creación artística para el fortalecimiento de proyectos musicales con incidencia social y comunitaria. Es una iniciativa creada en conjunto entre la Fundación Cartel Urbano y el ICTJ para visibilizar los procesos y proyectos musicales que encuentran en el Hip Hop una herramienta de cambio para sus comunidades y una oportunidad para seguir promoviendo el pensamiento crítico y la libertad de expresión.