Aislados, una radiografía de la isla más densamente poblada del mundo

Todos los días, Gleisy Liliana Barbosa sale de su casa en Santa Marta a las seis de la mañana para dirigirse al colegio Liceo del Norte. A las dos de la tarde, cuando terminan sus clases, Glaisy regresa a la casa de su amiga, Amalia Ramos, almuerza, hace sus tareas y se conecta en Facebook. Ya casi sale vacaciones y piensa pasarlas en la isla Santa Cruz del Islote, una isla a un par de horas de Cartagena, en donde nació hace 16 años.

“Me vine a Santa Marta a cursar grado décimo y once porque en la isla solo hay bachillerato hasta noveno”, explica Gleisy. Ella hace parte de los casi 300 menores de 25 años que nacieron en esta isla y que, en su mayoría, han tenido que abandonarla para poder seguir sus estudios.

Gleisy puede ir a Santa Cruz del Islote en sus vacaciones de mitad de año y de diciembre, nunca más; su mamá, María Rosario, es desempleada y puede pagarle el pasaje de $40.000 solo dos veces al año hasta la isla, considerada la más poblada del mundo: tiene 540 habitantes, que viven en 102 casas, distribuidas en los 10.000 metros cuadrados de superficie –un poco menos que la Plaza de Bolívar de Bogotá-

Los días en Santa Cruz del Islote son mas bien tranquilos, alejados del caos de las urbes. “Yo en un día normal en la isla me levanto a ver televisión, después me veo con mis amigas y por la noche jugamos fútbol o juegos de mesa, a veces otros muchachos se ponen a chatear”, cuenta Glaisy, que ha visto cómo su isla estuvo aislada durante años de los procesos culturales del resto del país. Ahora, con la llegada de internet, la televisión por cable y los smartphones, las tradiciones están cambiando y el propósito por mejorar la isla se volvió un objetivo común.  

Estas dinámica de vida, aislada de la conectividad y globalización en la que vivimos en las grandes ciudades, es lo que quiere retratar Marcela Lizcano en su documental Aislados, en las salas de cines del país desde el 16 de junio.

“Los muchachos allá no tienen muchas oportunidades, los jóvenes van al colegio hasta noveno, y si no tienen dinero para irse a estudiar a Cartagena o Santa Marta, se quedan ahí en la isla siendo pescadores, así ellos no quieran”, explica Marcela, una apasionada por la fotografía que estudió cine en Argentina.

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Los padres de los jóvenes prefieren mandar a sus hijos desde pequeños a otras ciudades para que completen el bachillerato y que así puedan progresar. Las opciones de trabajo en la isla se limitan a ser pescador, tener una tienda, trabajar en turismo en las islas aledañas o cuidar las casas de los vecinos.

“En Santa Cruz del Islote hay unos 300 jóvenes pero la mayoría se han ido, sobre todo las mujeres porque sus padres no quieren que queden embarazadas”, explica Lizcano.

La mayoría de los chicos quieren ser futbolistas y las niñas actrices. Todos están influenciados por lo que ven en la televisión, pues es su único medio de entretenimiento, aunque hace un año llegó un kiosco de internet. Sin embargo hay excepciones: “Yo quiero ser abogada para defender los derechos de mi comunidad”, confiesa Gleisy.

Según Marcela, la llegada de internet ha hecho que los jóvenes ya no salgan por la noche a la plaza de la isla a socializar o a hacer el picó, que consiste en poner un equipo a todo volumen en la plaza mientras las personas bailan. Ahora muchos se la pasan en sus celulares o viendo partidos de fútbol en Directv.

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Gleisy en el Islote.

A parte de la situación de los jóvenes, el islote también sufre una serie de problemas ambientales causados, en gran parte, por la producción de 200 kilos de basura al día que ya no tienen dónde depositarla. Además, en Santa Cruz del Islote un habitante consume 5 litros de agua al día, muy por debajo de los 50 litros de agua diario que la Organización de las Naciones Unidas establece como derecho mínimo de cada persona.

El largometraje hace parte de un proyecto transmedia integrado por una plataforma digital interactiva y los talleres de formación con los habitantes de la isla. Este proyecto pretende crear un puente entre la comunidad y el resto del país para dar a conocer el lugar, sus habitantes y sus problemáticas. También pretende generar conciencia sobre los problemas ambientales que existen en la isla y que las personas se animen a colaborar mediante el grupo ecológico del islote, Los Salvadores del Arrecife, conformado por jóvenes que viven ahí.

Vea el trailer aquí:

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