Barranquilla hoy cuenta con una nómina que reconoce más de 50 artistas urbanos. La aceptación de la comunidad y la evolución gráfica de los escritores de grafiti han logrado consolidar espacios para la práctica segura del muralismo. Un ejemplo de lo anterior es Killart, que del 16 al 28 de abril se toma por cuarta vez las paredes de esta ciudad costeña. “Uno ve cómo aumenta el sentido de pertenencia y cambia esa perspectiva oscura del arte urbano”.