El Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá (MAC) lleva 52 años de funcionamiento y Juan David Quintero, cuyo enfoque es el arte urbano, 10 como curador. El pasado mes de marzo decidió renunciar porque, “no soy partidario de cargos de 20 o 30 años en lo mismo —dice—. Es necesario el cambio”. En esta conversación cuestionamos la sacralidad del museo y la entrada del arte urbano a sus terrenos curatoriales. También hacemos historia sobre la llegada del grafiti a los barrios bogotanos.