La comida va mucho más allá de la nutrición y la satisfacción de nuestros antojos: la comida es cultura, es política, es economía y es geografía. En Colombia, cuyo área cultivado es superior a los 5 millones de hectáreas, la alimentación debe ser pensada desde la cosecha para no seguir favoreciendo el modelo de los monocultivos y el desperdicio de alimentos. Les presentamos, además de una mirada al movimiento Slow Food nacional, algunas alternativas de mercados agroecológicos para que se pellizque y empiece a consumir de manera responsable.