De remates y privaditos pasó a tocar frente a miles de personas con sed de zapateo. “Este año cumplimos tres años. Me convertí en uno de los referentes mundiales de la guaracha”.
Durante años distintos fotógrafos del mundo se han lanzado a la cacería de escritores de grafiti para hacer perdurar estas piezas más allá del tiempo, la caída de la pintura o las tapadas. Sebastián Comba es un fotógrafo bogotano que a sus escasos 20 años se ha lanzado a la calle con sus cámaras para retratar la adrenalina del grafiti vandal.