Las historias de las mujeres pogueñas protagonistas de ‘EnAguas’ de Ensamble Majagua

A orillas del río Bojayá se encuentra Pogue, un corregimiento azotado por la violencia que ha dejado una herida abierta en la región. Hasta allí llegó la comunicadora e investigadora urabeña Alicia Reyes, con el afán de contar las historias detrás de las mujeres que son eje de la comunidad pogueña. Cantadoras de alabaos que acompañan los funerales de las personas del pueblo, conocedoras de las hierbas de la región y muchas veces víctimas directas del conflicto armado colombiano: así son las mujeres que habitan esta región y que, a través de la música, han sabido preservar la memoria de su pueblo.

Desde que Alicia Reyes llegó por primera vez al territorio en el 2016, y durante sus visitas constantes a lo largo de estos años, ha ido acercándose a una comunidad herida, olvidada por el Estado y cada vez más asediada por grupos violentos. A Pogue llegó buscando la conexión entre música y conflicto armado que se había gestado a lo largo de los años y allí encontró historias poderosas por divulgar. Como producto de su investigación salieron dos series radiales que cuentan las experiencias que transforman, a través del canto, la crianza y el constante transcurrir del río Bojayá, las vidas de los y las pogueños.

Pero además de esas series radiales, Alicia encontró una forma diferente de contar las historias de la comunidad: la música, la cual sin duda define de manera profunda las interacciones de la comunidad. Con un grupo de amigos organizaron un ensamble que recopiló esas canciones que circulaban por el pueblo y así nació el Ensamble Majagua y su más reciente lanzamiento EnAguas, una apuesta por expandir los resultados de la investigación de Alicia y un viaje al corazón de Pogue: sus mujeres.

Su primera canción, En aguas de río, empieza con el silencio del viaje en canoa por el rio. “Lo primero que escuchas cuando llegas a Pogue son las risas de los niños. Ellos se acercan a ayudar a bajar las cosas que llegan”, cuenta Alicia sobre el origen de este primer tema que da la bienvenida al pueblo y sus historias. Paisajes de momentos y personas que Reyes conoció en sus viajes se pintan en cada una de las canciones de este EP.

En paralelo a su experiencia como investigadora, Reyes fue encontrando las canciones de estas mujeres. Por ejemplo, cuenta que la primera canción que compuso fue Canta mujer canta, un tema que le recuerda su primer viaje, en el que tuvo la oportunidad de presenciar el funeral de uno de los habitantes del pueblo acompañado por el grupo de alabadoras Las Musas de Pogue. “Yo creo que mi llegada a Pogue fue como esos encuentros en la vida que lo conectan con la raíz de uno”, cuenta Alicia que, aunque vive hace 11 años en Medellín, siente que encontró a parte de su familia extendida entre la selva y el río.

Por otro lado, las historias de las mujeres sabias de la región también se cuentan con nombre propio en las canciones del Ensamble Majagua. Es el caso deFlorianita, la curandera que con una lista de más de 20 plantas podía preparar bebidas milagrosas; la de Clementina, que tras criar 22 hijos vivía en soledad; o la de Emilia, que salió en barca a los 13 años para llegar a una ciudad donde confundía las luces con estrellas. Con su música, esta banda ha sabido viajar hasta ese recodo del río Bojayá donde el canto y la sabiduría crearon su espacio.

“La vida allí no es de permanecer, es de embarcarse y moverse. El río lleva y trae a la gente”, cuenta Alicia Reyes. Esta idea calza muy bien con Enaguas al Vuelo, el tema con que el Ensamble Majagua cierra su álbum. Con cantos que se escuchan en la lejanía, insectos que se mueven alrededor y un tambor que marca el paso del camino cierra este EP viajero que nos deja entrar desde la lejanía a la casa de estas mujeres sabias.