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Fotos cortesía de La Tienda del Putas

‘La Tienda del Putas’: una iniciativa para apoyar a las trabajadoras sexuales paisas y verse bien percho en cuarentena

Este año se consolidó la colectiva Putamente Poderosas y con esta La Tienda del Putas, una marca para sostener las actividades culturales, escenas formativas y políticas en torno al trabajo sexual en Medellín. 

Daniel Fandiño / @sinsecuencia

Sin duda las personas que se dedican al trabajo sexual se encuentran entre las más desfavorecidas en nuestro país a raíz de la pandemia. Esto no solo porque deban acatar las medidas del aislamiento obligatorio restringiendo su forma de trabajo, sino también por el desconocimiento de sus necesidades por parte del Estado. Estas y otras razones las han llevado a las calles para exigir medidas diligentes que las ayuden a sobrevivir a las consecuencias de la pandemia.

Si bien el gobierno ha destinado algunos recursos, desde el comienzo del aislamiento han sido colectivas y organizaciones particulares las que han ayudado a éste y otros sectores vulnerables con la entrega de mercados y elementos de necesidad básica. Sin embargo, con el aumento de la cuarentena, el contagio y el miedo, la crisis parece agudizarse para las personas que se dedican el trabajo sexual –en su mayoría mujeres– quienes no han podido acceder a alivios económicos debido a la discriminación social jurídica de la que por largo tiempo ha sido víctima esta población y este trabajo.

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El apoyo mutuo y las redes de apoyo han sido pilares para superar los días difíciles no solo ahora, sino incluso antes de la pandemia. Una de esas colectividades es Putamente Poderosas, un ejercicio que surgió en enero de este año en Medellín para apoyar a las trabajadoras sexuales de la ciudad y que ha venido respaldándolas en lo que lleva el aislamiento.

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“Putamente Poderosas busca ser la plataforma que fomente y cree los espacios para el diálogo social en el que se consideren todos los actores, se remienden los vínculos y se creen nuevas dinámicas de relacionamiento y protección social”, cuentan la diseñadora de vestuario escénico Melisa Toro y la historiadora en formación Isabella Villegas, quienes junto a otras siete personas conforman esta colectiva en la capital antioqueña.

Aunque la iniciativa nació este año, su equipo de trabajo viene camellando hace tres años en los que se han establecido diálogos horizontales entre mujeres que ejercen o han ejercido el trabajo sexual y la ciudadanía. "En los días anteriores a la pandemia se inició un programa que se llama Puta, Cadeneta, Chisme, actualmente se desarrolla también un proyecto de promoción de lectura en inquilinatos del centro de Medellín, que se llama Expresiones Poderosas, y se tienen varios proyectos en los que se impulsan la formación y la participación en actividades productivas que no comprometen la salud en vista de la coyuntura actual", explica Isabella.

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Con el objetivo de sostener las actividades que se desarrollan desde Putamente Poderosas, se creó La Tienda del Putas, una marca de ropa que busca poner discusiones respecto al trabajo sexual a partir de mensajes contundentes que estampan en monos o camisetas, estas últimas en colaboraciones con otras marcas locales como Macha.

Si hay algo que incomoda a Melisa, Isabella y a las demás integrantes del parche, es la manera en que se utiliza la palabra puta. Por eso, a través de los productos de la marca se proponen dialogar, incomodar y resignificar esta palabra que históricamente ha sido utilizada para ejercer violencias simbólicas y físicas sobre el cuerpo de la mujer.

“Quien llama puta a una mujer la estigmatiza, la excluye, la rechaza, la juzga. Una puta lleva “la vida fácil”, una puta no puede ser una buena madre, una puta no será jamás una mujer como las otras, una puta vive del pecado. La ropa también ha sido una excusa para la violencia. Ella lleva la falda muy corta, ella usa un escote muy pronunciado, ella va con demasiado maquillaje. Ella se viste como una puta. Esta marca se levanta contra ambas violencias y busca crear prendas que respondan a la expresión personal y pongan constantemente sobre la mesa el tema del trabajo sexual”, comentan.

El diseño que estampan corresponde al logo de Putamente Poderosas. Según cuentan, lo que quieren dar a entender a partir del estampado son dos asuntos fundamentales para los principios del proyecto: que La Tienda del Putas no puede desligarse de Putamente Poderosas y de los procesos que allí se gestan, y que se quieren transmitir determinados mensajes en relación con la significación social que se le da al trabajo sexual.

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En este momento y teniendo en cuenta la coyuntura de la pandemia, la totalidad de las donaciones se destinan a la campaña de apoyo para el sostenimiento de algunas trabajadoras sexuales de la ciudad. Sin embargo, aseguran que “el porcentaje fijo, en situaciones regulares, no será implementado para hacer donaciones directas, puesto que los principios del colectivo no tienden al asistencialismo, sino que se destinarán al desarrollo de actividades de acompañamiento y formación en derechos y en actividades productivas paralelas para las trabajadoras sexuales que se adscriben a los programas de Putamente Poderosas”.

Iniciativas como Putamente Poderosas han ayudado a muchas familias en tiempos de crisis y han dejado ver la solidaridad de la gente durante la pandemia. Seguir apoyando a esta y otras colectivas y redes de apoyo es una medida efectiva para hacer frente a la crisis mientras demora el apoyo estatal.


Si usted está interesado en adquirir alguno de estos productos no dude en escribir a la cuenta de Instagram de La Tienda del Putas. Sígale el rastro a Putamente Poderosas.

 

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