‘Qué televisión tan puerca’, un librillo para reírse de la tele nacional

Nadie puede dudar del gusto de los colombianos por la televisión. Según el DANE, en 2016 el 93% de los hogares del país contaba con al menos 1 televisor, porcentaje que vale la pena contrastar con el 89,6% que para ese entonces gozaba de sistemas de acueducto o con el 64,7% que tenía cobertura de gas. Hay, pues, una “necesidad básica” en los hogares: permanecer informados. O distraídos.   

Para el mismo año, de acuerdo con una investigación realizada por Ibope Media, entre las 7 y las 12 de la noche hay un promedio de 5’105.990 personas viendo televisión. Según esta encuesta, la mayoría de las personas que ven televisión durante el día son mujeres (65%), seguida por las personas mayores de cuarenta años (55%). Series, programas de entretenimiento y programas deportivos están en la cima de las audiencias que hoy, a pesar del encandilamiento que producen plataformas como Netflix, no ha dejado de lado su amada televisión. 

En un formato diferente, pero cargado de la misma esencia que caracteriza a los programas que consumimos, Qué televisión tan puerca es un librillo que critica mientras hace homenaje a ese instrumento inevitable en nuestras casas. Escrito por Camilo Casallas e ilustrado por Juan Quintero, esta pieza de zapping escrito es guiño de los realitys, telenovelas y anuncios publicitarios que abundan en la pantalla. 

Editado por el sello In-Correcto, esta publicación presenta una selección de Gerardo Aguirre Gutiérrez, Censor General de la Autoridad Nacional de Televisión de Colombia, quien pone a disposición de los lectores los mejores programas televisados en un esfuerzo por que las nuevas generaciones conozcan y difundan la tradición televisiva de los colombianos. 

‘Desafío Subhumanos’, ‘¿Ya nos estamos volviendo locos?’ y ‘Holocausto Zombie’ son algunos de los nombres quepueblan esta síntesis de “rarezas monstruosas de la televisión”, como las llama Aguirre en su prólogo. La programación de este televisor de papel, que incluye breves reseñas, apuntes, sumarios, sinopsis y publicidades curadas por el mismo Censor, es desde su prólogo una crítica certera a los programas y canales que los colombianos consumen en su rutina en una máquina que a diario los ve desayunar, trabajar, descansar, amar e incluso morir.

Con un 100% de penetración en las audiencias, la televisión es el medio predilecto de los colombianos. A esta le siguen la radio (89%) y luego la prensa (64,8%), según un estudio del año pasado de Kantar Ibope Media. Según esta misma empresa, el 47% de las personas confía en la televisión para mantenerse informado, además es el medio preferido portodos los estudiantes del país sin importar su nivel de escolaridad. Fiel al propósito democrático de la TV de agrupar, educar y culturizar, Que televisión tan puerca es también un catálogo para la familia en el que abundan todo tipo de programas: desde la telenovela romántica que el hermano mayor de la casa ve en secreto, hasta el programa cristiano que disfrutan los padres de familia para expiar sus pecados.

Entre los canales que hacen parte de este zapping ilustrado se encuentran +Real, Centro Democrático TV, Fin del Mundo, Papá Dios y Toys, posibles homenajes a un país que muchas veces ha preferido permanecer pegado a una pantalla que reaccionar con seriedad a los problemas que lo aquejan. Convencido de que la televisión es un mal que debe erradicarse y un vicio que afecta a los zagales y zagalillos de la patria, como él mismo los llama, Aguirre no sólo es curador de estas piezas televisadas, sino también un consejero que denuncia aquello que según él tendría que ser prohibido.

Su prólogo es de alguna manera un manifiesto en contra de la televisión, un mal que, según dice, si logra ser erradicadopermitirá hacer del país un proyecto de nación viable. Presentada como una hidra, un monstruo con infinidad de cabezas que ha sabido absorber lo mejor de los ciudadanos del país, la televisión es el enemigo que Aguirre, al mejor estilo de los guerrilleros de antaño —según cuenta—, presenta desmembrado ante los lectores.

Desde 1954, cuando se inauguró la televisión en Colombia, numerosos shows han acompañado la vida de los colombianos. Programas icónicos como Betty la Fea o Padres e Hijos han sido y siguen siendo temas de conversación de muchos que han gozado y sufrido con personajes que han traspasado las generaciones. Sin embargo, así como nos ha enseñado a gozar, y muchas veces nos ha cuestionado, el televisor también ha sido el aparato que nos ha hecho perder, entre partidos y comediantes patéticos, grandes decisiones. 

Qué televisión tan puerca llega para instalarse en un rating dominado por Noticias RCN y para burlarse sin tregua deese colombiano promedio que no se despega del televisor hasta que se queda dormido y que se pasa el día reclamando“que televisión tan puerca, ala”.

Prográmese con nuestra Agenda para el lanzamiento de este librillo el próximo lunes 13 de mayo en durante el festival La Sonada.