Ud se encuentra aquí INICIO Node 23823

Literatura, música y artes plásticas hechas después de vivir en el Bronx

“A pesar de los dedos señaladores, hoy somos hombres diferentes y vamos a ser mucho más. Aunque nos hace falta tanto apoyo vamos a salir adelante”, dice uno de cientos de exhabitantes del Bronx que hoy se aferran a las artes como terapia de rehabilitación. 

 

Ma. Camila Alzate Férez / @camialzatef

Casi 300 jóvenes se unieron a los planes de rehabilitación y reintegración de IDIPRON luego de la intervención a la olla con mayor impacto mediático del país, el Bronx. La semana pasada, 140 de ellos participaron en una muestra artística producto de un proceso de resocialización a través de las artes.

‘Habitar mis historias’ es un estrategia llevada a cabo por varias instituciones que abre espacios de formación artística. La danza, el teatro, la literatura, la música y las artes plásticas sirven de terapia, de válvula de escape para quienes vivieron durante tanto tiempo entre calles, demonios reales y drogas.

foto1_2.jpg

 

 

Aproximadamente 600 artistas formadores, capacitados para tratar con esta población, trabajan en los cinco centros de recuperación: Oasis I, Oasis II, La Rioja, Casa Normandía y La 127. En ellos se les provee a los jóvenes exhabitantes del Bronx cama, baño, comida y tratamiento. Saneadas estas necesidades, se les ofrece una terapia al parecer muy efectiva: las artes.

foto2_0.jpg

 

 

Las clases de hip hop son la más frecuentadas. Algunos encuentran en el rap la forma más acertada para expresar lo que vivieron, lo que esperan de la sociedad y, en muchos casos, lo que quieren olvidar:

 

Somos vida , somos hijos, somos uno, somos dos /

nosotros somos la esperanza de una voz /

Somos vida, somos calle antes y después del Bronx /

(Canción ‘Somos’ del grupo La Rioja)

foto4.jpg

 

 

La literatura también tiene cabida. ‘¿Calle para qué? Calle para que escuche’ es una revista literaria dirigida al habitante de calle. En la primera edición, en la cual participaron 19 niños y jóvenes, hay textos sobre el Bronx, las madres, dios, el abuso, entre otros temas. Textos como este, de Ericson Andrés:

 

En la calle el más honesto no es el más decente;

En la calle andar callado no es no saber, es saber demasiado;

En la calle tener hambre no es no tener qué comer, es no andar bien fumado;

En la calle dar una sonrisa es de verdad sentirla;

En la calle una noche llena de estrellas es mejor que un hotel cinco estrellas.

foto3.jpg

 

 

Para Juan Ángel, director de Idartes, el arte tiene un componente que sana: “Yo creo que cuando alguien escribe <<yo quiero que haya puentes, no para vivir debajo de ellos sino para que nos acerquemos unos a otros>> ya está sintonizando su cerebro con un modelo de esperanza”.

foto5.jpg

 

 

Para Mayi Gutiérrez*, quien permaneció varios meses deambulando por las calles del Bronx, el Sanber y la L traficando y consumiendo drogas, este programa ha sido la manera transformar la realidad. “Vi que hacían actividades, juegos, bailes. Nos sacan a pasear. Hago todo lo que se me atraviesa. Pinto y bailo para matar el tiempo, para verme más bonita, para aferrarme a cosas mejores”. 

 

*Algunos nombres han sido cambiados a petición de las fuentes. 

 

Comentar con facebook

contenido relacionado