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Entre skaters, artistas y gente que no para de grabar todo con el celular

Ceroker, David González, Mitú y Sidestepper prendieron la Bolera San Francisco en la presentación del nuevo teléfono Lenovo Vibe K5. El autor de este artículo se pregunta, durante el evento, ¿por qué ahora critican tanto a la gente que graba los conciertos con el celular para subir sus propios videos a redes sociales?

Diego Jurado

Menos mal la batería de mi teléfono conserva el 90% de su carga. Hoy hay mucho por contar en redes sociales: me invitaron a la Bolera San Francisco, en el centro de Bogotá, para presenciar una combinación única de música bailable, skateboarding y muralismo. 

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En poco tiempo empiezo a reconocer algunos personajes: @ceroker, una de las firmas más importantes del muralismo bogotano; el rider paisa de pelo largo @davidgonzalez, eminencia de la tabla, a quien le han instalado tremendo spot con varias rampas; Franklin Tejedor, encargado de meterle sabor a la percusión de @mitumusic; y Érika Muñoz, vocalista de la que muchos consideran una banda precursora de su estilo: @sidestepper_net.

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La gente empieza a grabar lo que sucede durante el evento y a transmitirlo a través de sus redes sociales, lo cual me hace recordar que días atrás leí una comparación en tono de crítica sobre cómo eran los conciertos en los noventa y cómo son ahora con tanta tecnología. Ok: antes no existía la posibilidad de compartir de manera insitu momentos como estos. Pero ahora sí, entonces ¿por qué carajos no permitirles a mis contactos ver lo que yo veo? Tengo en mis manos el nuevo celular Lenovo Vibe K5 y voy a usarlo.

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Mientras que en la entrada del lugar Ceroker ya ha comenzado a rayar una pared, David González, en compañía de un parche de skaters y bikers, dan un espectáculo extremo. Algunos asistentes no lo piensan dos veces y empiezan a grabarlos.

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Son casi las 10 de la noche y en tarima ya están los de @Mitumusic, cuyos sonidos, combinados con ráfagas de luces psicodélicas, han puesto a bailar a los asistentes. Entre tanto, me encuentro con Simona Sánchez, la mujer que presentaba hace algunos años el programa Sin cédula y quién por estos días anda rockeando en Radiónica. Hablamos del uso de los celulares en los conciertos y coincidimos en que los tiempos han cambiado y que no está nada mal grabar un par de canciones; de hecho, la gente que por algún motivo no está presente en el evento que uno transmite por redes termina agradeciéndolo. Allá cada uno si prefiere ver a sus artistas favoritos en persona o a través del celular que tienen frente a la cara. 

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Sigue avanzando la noche y el calor aumenta. La fiesta va llegando a su punto más efervescente. Yo continúo trinando, tomo fotos como loco y subo un par de videos a Instagram. Me encuentro con Ceroker y David González y me confiesan que ellos usan tanto sus celulares como yo: pintadas de muros y entrenamientos quedan registrados siempre en sus redes.

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Sidestepper termina su presentación. Es casi media noche y aún hay personas grabando videitos del evento. Todavía le queda batería a mi teléfono Lenovo Vibe y tomo una última foto. Los recuerdos de una gran noche quedarán en mi mente, también en mi celular.

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