Esta es la pintoresca realidad gráfica de Electrobudista

Adalberto Camperos, mejor conocido como Electrobudista, aparte de ser ilustrador también es un “comelibros” que extrae constantemente información e inspiración para sus dibujos de textos que encuentra en folletos, libros e incluso de Wikipedia —portal que él adora—. 

No le gusta la ficción y esto es raro. A pesar de que sus trabajos pueden catalogarse como surrealistas o hasta psicodélicos —nunca hiperrealistas—, utiliza los hechos verídicos para enfocar sus dibujos, por eso todo el tiempo devora ensayos, artículos periodísticos, textos sobre cosmología, divulgaciones científicas, sociología, economía y hasta arquitectura. 

De todas las vainas que lee lo que más le gusta son las obras de autores que se atreven a hacer predicciones tomando elementos del pasado y del presente para analizarlos y sacar nuevas conclusiones.

Basta con ver sus dibujos una sola vez para notar que en su cerebro habitan miles de teorías. Por otra parte, en sus ilustraciones es evidente la sobrecarga de formas, de colores, de sátira, excesos que gracias a la precisa composición y a la correcta selección cromática logran un producto impecable.

Esa distorsionada visión de lo real le ha dado la oportunidad de trabajar con varias marcas, revistas, agencias y galerías de todo el mundo. Adidas, Dinero, Coachella, la CuatroH Gallery de New York y la Faith Tan Gallery de Singapur, han camellado con Electrobudista. 

Le gusta abandonar su zona de confort y cambiar los típicos lienzos por madera y piedras, lo cual le representa un gran reto porque para trabajar sobre estas superficies no basta con dibujar bien, es necesario interpretar formas tridimensionales, evaluar las reacciones de los pigmentos y los materiales, perfeccionar el trazo y equilibrar con precisión de relojero suizo la vuelta.

En este momento Electrobudista está enfocado en su mayor objetivo: pintar cómics sobre vehículos espaciales de la NASA, una idea que a usted no le parecerá rara después de ver esta selección de su trabajo que hicimos.