Miércoles de Hip Hop: unión, vida y resistencia a punta de beats, tags y breakdance

Al entrar en la K-Zona, un hombre hace de guardián de un templo del hip hop, pidiéndole a cada asistente mil pesitos de cover. Al pagar, el centinela deja entrar a la gente no sin antes ponerle una happy face en el antebrazo. Con esa premisa calcada en la piel uno entra en un espacio decorado con murales de Toxicómano y otros artistas urbanos de la ciudad, luces de colores que amenizan el ambiente y un potente equipo de sonido que envuelve los oídos de los presentes. En el espacio se ven b boys y b girls que al ritmo de la música hacen movimientos imposibles con las piernas, artistas urbanos pintando tags, MCs que repasan sus rimas en una libreta y una muchedumbre expectante.

Ese es el panorama habitual en cada noche de Miércoles de Hip Hop.

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Todo empezó a finales de 2017, cuando Don Popo Ayara, exdirector de la Fundación Ayara, se presentó como candidato al Senado por el partido Cambio Radical, generando la decepción de muchos hoppers y jóvenes del país (también le puede interesar “Estar en Cambio Radical no me hace un corrupto o un paraco”: Don Popo Ayara). A este hecho se sumó el asesinato de Samurai, en diciembre de ese año, un hecho enlutó y sacudió al hip hop bogotano. Ante ese panorama, un grupo de hombres y mujeres entre ellos los raperos Rastro y El Poeta iniciaron, en colaboración con La Redada, el proyecto de Miércoles de Hip Hop. El programa ya ha tenido dos temporadas y es parte de la programación de la radio comunitaria La Vox Populi, un medio de comunicación que visibiliza a las comunidades y barrios de Bogotá donde los medios convencionales no llegan. La radio surgió gracias a un grupo de jóvenes del barrio de La Paz, en el centro de la capital, cuya motivación fue construir un espacio de diálogo, comunicación y difusión, abriendo las puertas a toda la comunidad para que tomara los micrófonos y se pudiera expresar libremente.

Compartiendo ideales con este proyecto, Miércoles de Hip Hop es un espacio que busca fomentar la opinión crítica de los jóvenes a través de la cultura hip hop. “Asumimos el hip hop como una herramienta de transformación social y queremos con este programa forjar relaciones solidarias, comunitarias y justas”. La Vox Populi, y en consecuencia Miércoles de Hip Hop, ofrece la oportunidad de participar en ella a cualquiera que tenga algo que decir. “Yo nunca había hecho radio, pero me animaron y arranqué. Al principio era freestyle, alguna entrevista, pero todo muy sencillo”, explica Rastro, un tipo con más de 15 años metido en el mundo del hip hop.

En enero de 2018 se redactó oficialmente el proyecto, acordando que “los Miércoles de Hip Hop es un programa de radio en formato de evento que quiere fomentar el pensamiento crítico de los jóvenes a través de las dinámicas que aborda el hip hop (freestyle, tags, baile…)”. Para que este evento sea un espacio de creación sana se acordó que durante la emisión del programa no se permitiría beber alcohol ni fumar: “No es que estemos en contra de las drogas, pero si le mete alcohol a la vuelta ésta se distorsiona. La mayoría que asisten al evento son conscientes que es un espacio libre de alcohol y de humo y que es un espacio para vivir sobriamente el hip hop”, explica Rastro. 

Con un lenguaje callejero e informal, el programa se divide en franjas. La primera, llamada ‘Vueltas’, pretende hablar sobre procesos, tanto políticos como sociales, de Bogotá, Colombia y el mundo. Después cae ‘¿Cómo es el visaje?’, en la cual se debate sobre la coyuntura política nacional. El programa sigue con ‘Antaño’, espacio en el que se hace una tertulia sobre un grupo musical o tema que haya impactado a la comunidad. Le sigue ‘¿Cómo fue?, ¿cómo es?, ¿cómo será?’, una sección en la que se escoge a un artista bogotano distinto cada semana para darlo a conocer y repasar su vida, su presente y sus aspiraciones. El programa remata su emisión con ‘El Templo del Rimatzú’, inspirado en los míticos Wu-Tang Clan, uno de los mayores referentes del hip hop mundial, originarios de Nueva York, y que tenían como objetivo convertirse en un imperio del hip hop saturando al mundo de grandes MCs.  Esta sección da la bienvenida a aquellos MCs que quieran probarse a ellos mismos a través de una competencia freestyle a lo largo de tres fases dónde, finalmente, se proclama al mejor de los raperos de Bogotá. Cada semana se presentan participantes y el concurso dura ocho semanas. En la novena se realiza la final, en la que se enfrentan los ganadores de las semanas anteriores.

Con los escasos nueve meses de rodaje que tiene este proyecto, Rastro afirma que ya se han podido ver los primeros logros: “Ha habido una gran consolidación del equipo de trabajo, donde cada uno sabe cuál es su rol, y eso ha sido fundamental para estar dónde estamos hoy. Además, tener una base de seguidores que acuden cada semana de manera regular y darnos cuenta que hay un grupo de personas que están interesadas en lo que rodea todo lo que es Miércoles de Hip Hop también ha sido uno de los indicadores para darnos cuenta que la vaina va por buen camino”. Gente de todas las localidades acude a la K-Zona a expresar sus canciones, a participar de esta movida que está generando La Vox Populi: un espacio que les ha dado el chance a muchos y muchas MCs que están empezando.

Uno de los grandes impactos que ha generado Miércoles de Hip Hop es la connotación que a éste se le da: “No es algo tan competitivo, ni se trata de ver quién es el mejor o el peor, sino que es una escuela para muchas y muchos. No es algo que promueva la batalla del uno a uno, ni la violencia verbal, sino que más bien promueve la autosuperación. Queremos mostrar la otra cara del freestyle, del breaker …Hemos avanzado mucho en la parte de los MCs, pero todavía hay cosas dónde queremos ser más concretos, por ejemplo, en el grafiti”, comenta el rapero.

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El miércoles pasado se realizó el último evento de la segunda temporada, y estuvo cargado con un concurso de tags, freestyle y la gran final del Templo del Rimatzú. Las casi cuatro horas que duró el evento fueron de un constante hipe, ojos saliéndose de sus órbitas y más de uno dejando la voz. Ulacia, Stroke, Maap, Rue, Nawal, Mizterio, Barnaff y H. Latino fueron los ocho finalistas del Templo. Todos ellos tuvieron que enfrentarse a tres pruebas para llegar a la gran final. Rastro, El Poeta y Chompy, ganador de la temporada pasada con el que están acabando de producir y grabar su tema propio, fueron los jueces encargados de valorar y revisar las intervenciones de cada participante. “Nosotros queremos que los pelados la tengan difícil, que no sea solamente insultar ni nada de eso. No queremos alimentarlo, ya que políticamente eso es totalmente inútil”, comenta Rastro, quien también se encuentra trabajando en la publicación de su disco en solitario. Finalmente, Stroke se proclamó ganador de la segunda temporada del Templo del Rimatzú ya que dio una lección de qué es el hip hop, cómo se hace rap improvisado y dejó más que evidente su habilidad para hacer malabarismos con las palabras.

Generar pensamiento crítico, primar el contenido en vez de la forma, cuidarse y divertirse a la vez que se concientiza sobre temas políticos y sociales son las bases y objetivos de este proyecto que va agarrando peso dentro de la escena hip hop en Bogotá. “Se están generando cosas muy bacanas y uno no se siente solo en eso”, afirma el rapero. La intención es “poder hacer un frente de hip hop capital, tener en las filas a los mejores raperos de Bogotá que vayan por el mismo lado que nosotros, buscándoles la vuelta a las cuestiones sociales”.

Rastro reivindica la esencia del rap, aquella que nació a partir de la indignación de la gente frente a cuestiones colectivas: “¿Por qué lo que habla de cosas sociales tiene que ser marginal? Hay muy buen rap que no cae en la farandulería ni en el bling bling. Salvaje Decibel, Piño, Portavoz, Cáncer… esos deberían ser nuestros referentes”. El mensaje que quiere transmitir el programa de radio en forma de eventos semanales es que la gente entienda y sienta la esencia del hip hop como tal, sin parafernalias. Comprender que el hip hop no se personaliza, no se encarna. “Tener esa filosofía Pantera Negra, estimular la vuelta dónde empieza el hip hop real”. 

Con un público fijo y fiel, el proyecto ya tiene sus bases bien asentadas y durante la final de esta segunda temporada se reafirmó, ya que más de 100 asistentes se hicieron presentes en el cierre. Entre gritos, música y baile los Miércoles de hip hop se despidió de esta temporada para volver con más fuerza que nunca a medianos de octubre.