'La Ventana Indiscreta' o la noche que Sello Indio sumergió la Gilberto Alzate en rap y teatro
Si bien existía un precedente teatral con la ‘Ópera Rap’ de Gotas de Rap, lo que el colectivo bogotano presentó hace unos días en el barrio La Candelaria tiene un tinte creativo especial. Una obra inspirada por la película de Hitchcock y escrita por Saga Uno en la que actuaron y rapearon MCs del calibre de N. Hardem y Ruzto.
Un cuarto de una casa con dos hombres: uno toca el piano y el otro una MPC mientras canta. Un hombre sale de una carpa en la que estaba acampando, se despereza, prende una lámpara de gas y empieza a rapear. De una esquina sale alguien vestido de negro, pinta un tag y empieza a lanzar sus rimas. Todas estas escenas son observadas por un hombre que controla las tornamesas tras una ventana desde donde se puede ver el panorama: un panóptico, o ‘La Ventana Indiscreta’: un show de rap llevado a las tablas del teatro por Sello Indio.
Este concierto teatral, como lo han denominado, presentado la noche del viernes 31 de agosto, no era lo que la Fundación Gilberto Alzate Avendaño tenía en mente cuando contactó a Indio un mes antes con la propuesta de hacer un concierto de rap —como cualquier otro— para diversificar su oferta cultural.
“Nosotros pensábamos en un concierto —explica Nano Carulla, uno de los fundadores de Indio—. Cuando Saga llegó con el guión todos quedamos como: wow, qué carajos es esto. Teníamos menos de un mes. Pero nos reunimos y la idea era una chimba y el guión una locura. Entonces le hicimos de frente a eso, pero al principio la idea fue un totazo”.
El otro fundador del colectivo, Saga Uno, fue quien se craneó el concepto y escribió el guión. “No era un plan, surgió más como un sentimiento —recuerda Saga—. Todo fue orgánico. No suelo tener mucha libertad creativa, con Nano nos encargamos más de la parte administrativa, pero yo le dije que me quería encargar de este proyecto. La idea surgió partiendo de que teníamos que estar todos involucrados como Indio”.
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‘La Ventana Indiscreta’ no tiene la estructura clásica (introducción, nudo y desenlace) de una obra de teatro. De hecho no tenía nombre ni hilo conductor hasta que Felipe Vallejo, quien ayudó a producir la obra, llamó a Saga para presionarlo por el nombre. “Y no sé si es que estaba viendo una ventana, pero me acordé de La Ventana Indiscreta de Hitchcock, y sentí que a través de la ventana se iba a conectar todo, esa era la excusa —continúa Saga—. En teoría había una historia, pero nadie es actor, todos estábamos aprendiendo. Quedó más conceptual”.
En el escenario, tras la ventana, el DJ Mismo Perro observaba, espiaba. Había escenas domésticas y otras más callejeras y con cierto aire de peligrosidad, que involucraban a Skore, grafitero y rapero. La escena parece cotidiana: grafiti clandestino, robos, venta de drogas en una banca mal iluminada de una esquina. Saga asegura que “la historia es como las películas de ahora que no tienen una conclusión clara”. Lo que al comienzo de la presentación fueron escenas discretas, más teatralizadas, transitó hacia un concierto más tradicional al final, con varios de los integrantes rapeando en el escenario, más allá de los límites de la escenografía. La historia fue avanzando y el concierto se fue prendiendo.
La idea de hacer un concierto teatral encajaba en la misión de Indio y con lo que han buscado desde el inicio del colectivo sus integrantes. “Siempre con Hardem hemos hablado de innovar —dice Saga—, de que las presentaciones de Indio visualmente sean muy chimba, así sean solo los visuales. Es parte de la propuesta. Para mí siempre ha sido importante el ambiente, hacer algún tipo de escenario. También soy muy crítico conmigo mismo y me preguntaba si sí era rapero hacer esa obra. Pero también pensé que no estamos haciendo rap para ser raperos y ya, sino para empujar los límites”.
Para todos los integrantes que participaron en el concierto, este vino con dificultades y retos. “Fue un proceso distinto —reflexiona N. Hardem, una de las figuras más fulgurantes de Indio y, en general, del rap nacional—. Confiamos mucho en Saga, él dirigió todo y eligió las canciones. Eso hacía que la ejecución fuera diferente: en un concierto normal yo me encargo de cada segundo de mi show, mientras que en este caso me tocaba confiar más en los demás, más trabajo en equipo. Hacía mi parte y tenía que esperar a que todo saliera bien hasta que volviera a entrar al escenario. Al final me sentí bien, aunque no tenía claro cómo lo veía el público”.
“Todos trabajamos o tenemos familia, entonces era muy difícil cuadrar los tiempos — recuerda, con alivio después de que todo salió bien, Saga—. Nos ayudó mucho que Matik Matik nos abrió las puertas para ensayar. En dos semanas que ensayamos, solo dos veces estuvimos completos. Era estresante: un día me reboté y sin querer los puteé y todos se fueron putos, pero al otro día volvimos a darle y quedó bien. Sacamos esa obra contra corriente”. “Ninguno de nosotros es actor —aporta Hardem— y había varias escenas que requerían habilidades dramáticas”.
Los de Indio reconocen que es una apuesta arriesgada y que reta al panorama del rap nacional actual. “Eso ya pasaba, a mayor escala, con la ‘Ópera Rap’ de Gotas de Rap. Y ellos se fueron hasta Europa con ese proyecto”, recuerda Ruzto, quien además de ser parte de Indio también rapea con Aerophon Crew. Asimismo, el colectivo era consciente de las limitaciones de la propuesta: “Por eso se llamó un concierto teatral, no una obra de teatro ni un musical, por respeto a esas labores y a los que las hacen”, complementa Saga.
¿Qué lo inspiró? ¿Qué detonó la idea de llevar el rap a las tablas? Dándole muchas vueltas al asunto, Saga cree que fue el hecho de ir a tantos conciertos, su propia doble condición de espectador y autor: “Uno siempre se imagina cómo sería el show de uno, qué podría hacer… es como cantar en la ducha. Ya había pensado en un escenario, más allá de la tarima, hacer algo más chimba que simplemente rapear con un micrófono. Y bueno, con Indio siempre estamos pensando en cómo salirnos del formato de siempre. Eso lo teníamos desde siempre: crear un ambiente que al espectador lo meta en la música”.
Al presenciar ‘La Ventana Indiscreta’ uno siente los referentes. Dogville, la película de Lars Von Trier, influye claramente en el esquema del escenario: el piso lleno de cintas, las locaciones más sugeridas que plenamente construidas. El personaje de Mismo Perro, cuenta Saga, lo imaginó parcialmente a partir del personaje de Jean Reno en El Perfecto Asesino, el drama policiaco de 1994. La Haine, filme de culto francés en la comunidad hip hop, inspiró una escena en la que Mismo Perro pincha ‘Sound of Da Police’ de KRS-ONE. Finalmente, es obvio, La ventana Indiscreta de Hitchcock le dio forma y estructura al concierto. En estas influencias se vio la mano de la Directora de arte, Daniela Acosta, quien propuso los marcos de referencia Dogville y El Perfecto Asesino.
El momento emocionalmente más potente de la presentación llegó cuando Ruzto interpretó ‘Historia de Tren’, de su álbum Efecto Espectador (2018): mientras los miembros de Indio arrastraban un metro de cartón, el MC salió y empezó a cantar. A su vez, Skore homenajeó al bombing local pintando el vagón como si se tratara de un verdadero tren: no fue un tag cualquiera, Skore pintó un VSK en memoria de los integrantes del crew bogotano que murieron en julio arrollados por un tren que realizaba el proceso operativo de revisión de toda la vía férrea del metro de Medallo.
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“Yo estaba en Medellín escribiendo la obra cuando pasó eso —recuerda Saga—, entonces sin duda iba a quedar ahí. Y mi padre, Gerardo Alférez, murió el 4 de agosto. Por eso todo estaba dedicado a él y a VSK. Yo pensé en no hacer la obra, pero mi mamá y él, antes de morir, me animaron a hacerlo. Entonces se sentía la emotividad, de mi familia y del parche de grafiti. Al final la gente estaba alegre, nos decían que parecíamos amigos del colegio que montaron una obra de teatro. Se sintió la camaradería. Tenía nervios, pero al final me sentí bien”.
Ni el mismo Saga sabe con certeza si ‘La Ventana Indiscreta’ vaya a repetirse: “no sé si haría otra vez una obra con historia y eso. De pronto es el momento, tendrían que pasar otras cosas para que volviera a pasar. Pero sí definitivamente un concierto con vestuario, con un escenario ni el hijueputa. Igual a mí me encanta el formato de Dj y un MC parándose duro, y ya. Pero tiene que haber algo más que comunique y que meta a la gente en la música”.
Tanto Saga como Nano reconocen el valor que propuestas como ‘La Ventana Indiscreta’ tienen para el colectivo, en cuanto empuja su identidad hacia adelante y los consolida como un grupo que experimenta, que no se conforma con la forma tradicional de hacer las cosas. “Poder exponer el talento de nuestro sello en una obra así —acota Nano— es una propuesta artística diferente a lo que siempre se llega en la música. ‘La Ventana Indiscreta’ rompe esquemas. Aparte de ‘La Ópera Rap’ de Gotas de Rap, es raro encontrarse con estas propuestas”.
A su vez, el fundador de Indio plantea un contexto de economía de la atención, en el que es cada vez más difícil capturar los oídos y miradas de los espectadores, que tienen una oferta amplia de eventos y de contenido. “Esta generación consume contenido de todo tipo de manera voraz —continúa Nano—. Este es el momento y el espacio para ver la música desde otro punto. Propusimos que se sentaran en un teatro y vivieran una experiencia distinta. Hay momentos dentro de la obra que se van desarrollando y que tienen un valor bastante fuerte”.
‘La Ventana Indiscreta’ es un desafío para todo el parche del rap en Colombia, como dice Nano: “Presentar una obra así a nivel rap es una propuesta evidentemente muy diferente, es nuestro aporte artístico y distinto frente a lo que se está haciendo”.