El Terrible Tarantismo, “Disco de Oro y Platino Callejero”

Kero se vino para Colombia apenas la tuvo clara: quería formar un grupo de música callejera y sabía que Bogotá es una ciudad que arropa al artista de la calle, y que aprecia las melodías. “A diferencia de otros lugares del mundo es más abierta a recibir otras propuestas musicales”, dice este turco, la voz de un grupo que usted seguro se ha topado en las calles capitalinas: El Terrible Tarantismo.

Es una banda callejera en toda regla, formada por seis músicos - Jonatan (batería), Álvaro (bajo), Yakov (clarinete), Cristhian (guitarra), Iván (trombón) y Kero (acordeón y voz)- pero que, gracias a su talento, ha dejado un poco las calles pues hace parte del Bogotá Músic Market (BOMM), un mercado musical organizado por la Cámara de Comercio de Bogotá y le han abierto la puerta en algunos bares de la ciudad como La Galería Café Libro o Latino Power.

Eso sí, su intención musical nunca ha dejado de ser la de sacudir miedos y poner al público a azotar baldosa con su mezcla de gypsy, swing, chanson, reggae, y alguno que otro toque de cumbia.

Todo arrancó para el Terrible después de una mochileada  por Latinoamérica que se metió Kero durante tres años. En Lima (Perú), arrancando 2014, conoció a Iván Ávila y un año después se reencontraron en Bogotá. En ese encuentro se dio el empujón inicial a esta banda, que ha tenido en su nómina a más de 10 músicos desde su creación y está claramente influenciada por la música de los países Balcanes (Eslovenia, Croacia, Serbia, entre otros de la antigua Yugoslavia), al punto de parecerse al grupo Emir Kusturica & the No Smoking Orchestra.

Pero los de Emir Kusturica & the No Smoking Orchestra no pueden presumir de ser “ganadores” del “Disco de Oro y Platino Callejero” del que se enorgullecen los manes de El Terrible Tarantismo pues, dicen ellos, han logrado vender alrededor de 15.000 discos en las calles.

“Nuestro trabajo lo vendemos en $5.000 y por eso seguimos siendo pobres, porque preferimos vender más discos para que mucha gente tenga la oportunidad de escucharnos”, dice entre risas Kero que, junto a su parche de seis nómadas, suele escoger la carrera 7 en el Centro de Bogotá como su hábitat natural pues dicen tener menos líos con la Policía. También han acompañado en dos oportunidades las lecturas callejeras de Al Aire Libro y suelen darlo todo los domingos de Ciclovía.

“Lo más lindo es vivir de la música callejera. Aquí todos subsistimos con esto, pagamos arriendo, por ejemplo, con lo que recogemos de los discos y de las presentaciones yo hago mi carrera de música en la Universidad Distrital y queremos seguir haciéndolo, a pesar de las dificultades”, dice Yakov.

Este combo ha lanzado dos discos, el primero, ¿Cómo bailan los turcos?, fue grabado por Kero en Turquía y tiene un marcado estilo oriental, pero cada uno de los integrantes le ha aportado su sello. El segundo disco es Yo no tengo compromisos con la música moderna y fue grabado una parte en la Universidad San Buenaventura, y la otra en el cuarto del turco durante un mes. Los instrumentos se grabaron por canales, una modalidad muy común.

“Vivir de esta manera tiene un precio muy alto, lo que tocamos no es muy comercial y eso hace que muchas veces no nos contraten para eventos”, dice Kero, para quien, en todo caso, siempre será preferible estar en la calle, al pie del transeúnte.

Si no ha tenido la oportunidad de cogerlos en las calles, no se los pierda el 22 de octubre en Revolution junto con Burning Caravan y el 11 de noviembre en Latino Power.