Barba Corsini: poesía electrónica para sacar a bailar las neuronas

Sin atril, ni partituras ni esquema rígido alguno, Barba Corsini nada entre los mares de la improvisación, el ensayo constante y las ansias de experimentar y curiosear de los dos componentes del grupo: el argentino Pope y el catalán Eduard Escoffet. Aunque Eduard compone las poesías y las recita y Pope se encarga de ponerles ritmo y melodía a las actuaciones, los roles no están muy definidos. Se conocieron en su anterior banda, Bradien, pero después de muchos años de trayectoria se dieron cuenta que llegaron a puntos muertos y que le habían sacado el máximo jugo posible al grupo. Fue entonces cuando Pope le enseñó a Eduard unas tentadoras bases y quisieron sacar adelante este nuevo proyecto que les ha llevado en menos de un año a más de cinco países, incluida Colombia. La clave de su buen arranque puede estar en la innegable complicidad de ambos artistas, quienes trabajan juntos desde la base hasta sacar el tema al público. “Nos apetece hacer una cosa abierta, con espacio a improvisaciones y un espíritu rock n’ roll más adaptables a todo: desde actuar en teatros con todos los detalles, hasta en un espacio pequeño sin prácticamente recursos”, comenta Pope.

Pope le da a la melodía y la trompeta y es el que juega a distorsionar los sonidos creando ritmos y sonidos inesperados. En Barba Corsini se mezclan diferentes inputs: electrónica, spoken word, dub, poesía sonora, recitación clásica, sonidos guturales… “Queremos hacer un mix sin papeles delimitados. Pasar del techno con voz procesada a sonidos pop más recitados sin dejar de lado otros estilos como el jazz”, dice Eduard. No se encasillan bajo ningún estilo y a la vez se sienten bien con todos. Se caracterizan por su curiosidad y experimentación, siempre buscando sonidos innovadores, texturas inesperadas… “queremos pasarlo bien a la vez que aprendemos nuevos sonidos y experiencias”, afirman. 

La libertad y por consecuencia la improvisación juega un papel fundamental en la filosofía de Barba Corsini y en su método a la hora de actuar. “No es que estemos siempre improvisando, hay piezas que dan más rienda suelta a la improvisación y hay otras que no tanto. En unos temas es la voz improvisada, en otros la música, en otros los dos…de puertas hacia afuera fuera a veces parece que está todo muy cerrado, pero no es así”, explica Pope. Nadie sabe qué pasará en cada actuación de estos tipos, ni ellos mismos, ya que están en constante innovación interactuando permanentemente en un constante diálogo entre ellos dos y el público. “La improvisación nos da también un poco de vértigo: el hecho de ser dos improvisando y que salga bien, el no saber por dónde saldrá el otro...”.

El proyecto que tienen entre manos estos dos amigos les ha permitido abrir nuevos horizontes sin prejuicios, alimentar el gran bagaje que ya tenían y poder actuar y crear con total libertad. Eso es gracias a la gran confianza entre ellos. “Aún estando a oscuras nos entendemos y nos pillamos”, comenta Eduard. Esta credibilidad en el otro desemboca en creaciones distintas entre ellas, locas e incalificables que de bien seguro no dejan indiferente a nadie. Una iluminación a contraluz para poder distinguir sus siluetas, pero no sus rostros, una escenografía bastante sencilla y sin parafernalias visuales, son los directos que se encuentra quien vaya a una actuación de Barba Corsini. “Con el anterior grupo no nos movíamos casi, ahora hay total libertad. La idea es hacerlo más ágil…sencillo, pero a la vez metiéndole caña”.

La poesía juega un papel importante dentro de la agrupación artística y es que la gran mayoría de las piezas son creaciones originales de Eduard, quien estudió filología catalana. Sus poemas son íntegramente en catalán, lengua materna del artista. “Llevo muchos años recitando en catalán. Te abre muchas puertas a trabajar no solamente en la transmisión de un texto sino en el valor por sí mismo”, afirma Eduard. Jugar con los ritmos, los silencios y las entonaciones son los elementos que hacen rico cada tema. Tanto Eduard como Pope tienen la intención de poder aproximar la poesía al mundo: “Todavía existe esa mirada de respecto y distancia con la poesía. La gente no se atreve a bailar y a normalizarla, por esta razón una de nuestras intenciones es poder acercar la poesía a la gente a través de nuestras actuaciones”. 

Un sampler, la voz modificada de Eduard y una trompeta son los elementos que utiliza Barba Corsini como marca personal. Todo el directo está pasado por un sampler, creado con sintetizadores de baja calidad. “Muchos de los beats y de las cosas que pasan son texturas sintéticas y samplers antiguos de los ochenta”. Todos estos ingredientes mezclados y exprimidos con la voz y la trompeta procesada dan el resultado de temas insólitos para los espectadores. Quizás el elemento más importante no es ninguno de estos, sino el mixer: “entender la música hecha y hacer remezcla constantemente. Programar una lógica mugrienta de sonidos y capas para generar nuevas texturas”.

Ver un público diverso, compuesto por poetas, artistas y hasta abuelas, les genera satisfacción por la acogida que ha tenido su proyecto ya que pensaban que su alcance estaría limitado al núcleo artístico y de la movida, pero no ha sido así. “No es un proyecto para gente estrictamente de la poesía ni de la música; puede serlo, pero no lo es. No tenemos miedo de mostrar lo que hacemos, si le gusta a la gente fantástico, pero si no también bien”. Eduard y Pope están de acuerdo al decir que ellos intentan transmitir su buena energía y eso el público lo nota. Buscan la conexión con el público, es por eso que los formatos pequeños son sus preferidos. “En cada actuación se crean conexiones diferentes, el ahora y el aquí, y surge la magia o al menos nosotros hacemos todo lo posible para que así sea”. Uno de los elementos que hace único este formato es el directo, ya que “tú lo puedes escuchar por redes, pero cuando tiene más sentido es en el directo, porque hay algo que tiene que ver con la fragilidad que tienen la música, la poesía y la manera de entenderlas”, explica Eduard. 

En su más reciente gira, Barba Corsini visitó Argentina, Chile, México, Canadá y Colombia, donde estuvieron la semana pasada en Bogotá, actuando en el teatro de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño y en el espacio cultural KB. La visita se hizo en el marco de Septiembre Literario, organizado por Idartes.