FedEx, el poderoso jíbaro de EEUU
Enseñanza callejera: es mejor comprar drogas a domicilio. Esta conocida compañía de carga con cobertura internacional mueve el negocio de los fármacos recreativos en el país del Tío Sam. La DEA y la FDA llevan nueve años haciéndole la cacería, pero fue hasta el pasado 17 de julio que se hizo legal la acusación.
El Gobierno gringo asegura que hasta hace poco gran cantidad de drogas antidepresivas y analgésicas eran distribuidas a lo largo y ancho de EEUU por farmacias online ilegales, sin ningún tipo de receta médica. Por esta falta de fórmula, dedujeron que las encomiendas que hacía FedEx tenían fines recreativos.
No es que sea una novedad el consumo de fármacos para divertir. Si hacemos un barrido por las droguerías de barrio, podremos encontrar desde codeína, pasando por metilfenidato, hasta alprazolam, medicamento usado para tratar la ansiedad. El verdadero asunto está en el fácil acceso que la empresa les dio.
“Somos una empresa de transporte, no somos la policía. No tenemos ningún interés en violar la privacidad de nuestros clientes”
Patrick Fitzgerald
Según el Departamento de Justicia, FedEx ignoró muchísimas advertencias sobre estas operaciones ilícitas, y desde 2004 estaba distribuyendo los medicamentos con plena conciencia a adictos y dealers.
Para ese año, la DEA estima que FedEx tenía 200 farmacias en línea registradas. Para el 2010 la suma se elevó a 600.
"La llegada de las farmacias online permiten la distribución barata y fácil de cantidades masivas de medicamentos sin receta a todos los rincones de los Estados Unidos, al tiempo que deja que los autores oculten sus identidades a través del anonimato ofrecido por internet", explicó Melinda Haag, Procuradora.
Según la acusación, los paquetes eran enviados a sitios de consumo denominados por las autoridades como comunes: colegios, estacionamientos y casas vacías.
Según fuentes cercanas a la empresa, y así suene a película de junkies, hubo clientes impacientes que salieron a interceptar camiones durante el recorrido, amenazando al conductor y forzándolo a entregar por adelantado la encomienda, si la llevaban.
Ante esto, FedEx buscó otra manera de hacer las cosas. No dejó de distribuir medicamentos sin fórmula, claro que no, unificó el lugar de entrega: estaciones especializadas de la empresa con vigilancia.
Frente a todo el revuelo que ha levantado el tema, la compañía se declaró inocente, argumentando que siempre ha estado del lado de la ley. Incluso, según las declaraciones, FedEx le había exigido a la policía un listado de farmacias ilegales para cortar los vínculos, pero aseguraron que el listado nunca llegó.
“Somos una empresa de transporte, no somos la policía. No tenemos ningún interés en violar la privacidad de nuestros clientes”, sostuvo Patrick Fitzgerald, Vicepresidente de Marketing y comunicaciones de FedEx.
El lío es grave, pues en caso de ser declarada culpable, la compañía deberá pagar alrededor de 1.6 billones de dólares en multas o el doble de las ganancias derivadas de la infracción.
En 2011, de las 41.340 muertes por sobredosis registradas en EEUU, el 55% estuvo relacionado con productos farmacéuticos. De esta cantidad, casi el 80% tiene que ver con analgésicos opioides y el resto con benzodiazepines.
La acusación a FedEx es el resultado de una investigación que hizo la Dea y la FDA por más de 9 años. ¿Será que las empresas de encomiendas colombianas andan en el business también?
