La odisea de hacer un rap disidente en Cuba

La situación actual del Rap en Cuba no es alentadora. Si bien este género ha tomado cada vez más importancia en las industrias culturales a nivel mundial, el régimen cubano durante los últimos años ha proferido diferentes decretos que impiden que las manifestaciones artísticas y culturales contrarias a sus políticas sean llevadas a cabo. Esto incluye al Rap, el cual históricamente ha funcionado de manera underground en la isla, no sólo como una determinación sino como una realidad, en la cual poder acceder a los sistemas de distribución suponen un desafío, sumado a prácticas sistemáticas del régimen cubano para que no se pueda oír lo que se quiere decir.

Esto se debe a varias razones, en las que incluso el acceso a la tecnología juega en contra. El decreto 370 del 4 de julio de 2018 le confiere al régimen cubano la facultad de decidir sobre los principios de organización y funcionamiento de los medios de comunicación social. Gracias al marco normativo actual también pueden sancionar el uso que sus ciudadanos le dan a las Tecnologías de la Información (TIC), por lo cual no sólo los medios de comunicación tradicionales están sometidos al escrutinio del gobierno, sino que la difusión y acceso a contenidos digitales de los ciudadanos también están bajo su supervisión.

Las sanciones que impone el gobierno no son solo multas –que pueden llegar a costar 3.000 pesos cubanos, equivalente a 120 dólares o el triple del salario mínimo de Cuba–, éste también puede retener, encarcelar y enjuiciar a alguien si considera que lleva a cabo actividades causantes de daños al interés social o que promuevan ideas contrarrevolucionarias. A esto se le suma la facultad de la fuerza pública de decomisar los equipos que consideren pueda generar contravenciones a la normatividad de las TIC.

('Recuerde con nosotros ‘Una semana de hip hop en la Cuba subterránea’)

Tener un lugar como un estudio de grabación con consolas, micrófonos, computadores y acceso a internet no es algo cotidiano ni sencillo para los MC’s en Cuba. El régimen puede retirar las licencias de funcionamiento y clausurar las instalaciones donde se desarrollen estas actividades. Así mismo, conseguir el equipamiento necesario para poder grabar, mezclar, masterizar y distribuir canciones no es accesible, pues no se venden en el país y tampoco se pueden comprar por internet. Cuando se logra pedir a alguien en el extranjero que los envíe, estos son decomisados en los aeropuertos con el argumento de que será utilizado en prácticas contrarias al interés social del país.

Estas dinámicas del régimen restringen la posibilidad de que se puedan crear y distribuir libremente canciones que tengan opiniones contrarias al mismo. TSH Sudaca, quien realizó la producción ejecutiva del Compilado Melah en Cuba, explica que estas medidas no permiten que ninguna manifestación artística contraria a las políticas del gobierno sea llevada a cabo y sancionan a quienes las realizan.

“Un artista consciente de su realidad siempre va a ser reprimido en un régimen como el cubano”, dice por su parte El Funky, activista y artista contestario cubano. Explica que al hacer Rap desde el sentir y sobre la realidad que se vive en el pueblo no se puede estar a favor del régimen. 

El Rap como canal que expresa el sentir de una población se convierte también en un medio de comunicación para la misma. Muchos nos hemos acercado a la vida en Cuba gracias a canciones de Rxnde Akozta, Los Aldeanos, Silvito El Libre, El Funky, El Individuo, Papá Humbertico, entre otros músicos que también han podido hablar sobre la vida de la isla.

Sin embargo, estos han sido los artistas que han logrado que su música salga del país, mientras que a lo largo y ancho de Cuba también existen MC’s que han estado combatiendo contra el régimen desde las líneas de su Rap. Lo han hecho durante años, no sólo desde la música sino también en el activismo. Su labor es hoy en día más vigilada que hace unos años; puesto que el régimen al tener control sobre el funcionamiento de las TIC, puede controlar incluso el tráfico de internet a una casa determinada. Por estas razones los MC’s en Cuba han tenido que irse inventando las formas de hacer públicas sus canciones, a la par de que tienen que cuidarse de ser atrapados por el gobierno. 

El Funky comenta que para poder publicar sus canciones tiene que enviarlas a otro país con el fin de que puedan ser montadas en plataformas digitales. Esto debido a que el gobierno también controla el acceso a Google por ser una empresa norteamericana, razón por la cual no pueden subir sus canciones a YouTube ni a otras plataformas como Spotify, Deezer y demás. Además, no existen intermediarios ni agregadoras digitales que distribuyan la música que allí se hace. El MC explica que también los mismos vecinos o familiares se convierten en chivatones que informan a las fuerzas de seguridad sobre actividades contra el régimen. Por lo tanto, deben cuidarse tanto del ruido que se haga como la cantidad de personas que frecuentan el lugar, ya que la ley cubana también sanciona las reuniones sociales no autorizadas.

En el año 2002 se crea la Agencia Cubana del Rap ante la necesidad de agrupar en una institución las demandas de los MC’s del país. Esto se dio con el fin de facilitar espacios y acuerdos que permitieran la libre circulación de sus canciones. Buscando que su actividad fuese auto-sustentable y generar recursos que permitieran a los artistas tener ingresos económicos por su labor, esta institución contó en sus inicios contó con varios miembros del movimiento Hip Hop en Cuba, quienes vieron en ésta una oportunidad de organizarse y crear estrategias en pro de los artistas. Algunos de estos miembros han sido activistas y artistas contestatarios de Cuba como El Funky y Soandry del Río, ambos conocidos por su actividad en la defensa de los Derechos Humanos en su país. 

Ambos artistas denunciaron en su momento que la ACR se había convertido en un aliado del régimen para promover sólo a los artistas que no le contradecían en sus canciones. Incluso la misma agencia empezó a promover artistas de música urbana, incluyendo el reguetón, el cual para Soandry del Río ha sido también una herramienta que le ha servido mucho al régimen; éste no solo es uno de los géneros más demandados, sino que también es uno de los más apoyados por la institución. Posterior a las denuncias de varios artistas que trabajaban en la ACR se realizaron manifestaciones frente al Instituto Cubano de la Cultura. Frente a esto el gobierno decidió responder con represión y varios activistas y miembros del movimiento Hip-Hop fueron detenidos, incluyendo a El Funky. 

Entre muchas de las medidas que ha tomado la ACR, se destaca la cancelación de la Revista Movimiento, una de las más exitosas entre la comunidad Hip Hop de Cuba y a quienes en sus inicios quisieron censurar con el argumento de tener un corte sociopolítico con el que no estaba de acuerdo el gobierno. Según ellos, la revista debía hablar de música y de cultura, no de política. Sin embargo, el consejo de redacción defendió que la publicación buscaba recopilar el sentir del movimiento, respaldando la idea que el Rap y el Hip Hop eran también la voz de las inconformidades del pueblo. La revista se siguió publicando, pero al llegar a su edición número 11 en el año 2014 fue cancelada por la ACR con el argumento de no tener presupuesto, aun cuando su última edición había agotado su tiraje en tiempo récord. 

Estas situaciones no son nuevas en la isla. La represión por parte del gobierno a sus detractores, incluyendo a los MC’s, ha sido denunciada por múltiples voces desde hace años. Sin embargo, varios de estos artistas no son conocidos a nivel latinoamericano.

Para Soandry del Río, uno de los pioneros del Hip Hop en Cuba, el Rap cubano tiene una gran riqueza cultural para ofrecer al mundo, sus sonoridades se mezclan con lo raizal y se traducen en nuevos lenguajes de sus tradiciones, mezclado con letras que han sido publicadas en libros de poesía e incluso analizadas en clases magistrales de sociología.

Como respuesta artística a la represión en la isla, el 16 de febrero del 2021 varios artistas cubanos estrenan la canción Patria Y Vida en la cual desde el mismo nombre se convoca a un cambio en el sistema de gobierno. Esta canción se ha convertido en una bandera para quienes buscan vivir en una Cuba distinta, la de Patria y Vida y no la de Patria o Muerte.

(Lea ‘Melah, un intercambio cultural del hip hop que construye sociedad en Colombia, México y Cuba’)

El Funky hace parte de esta canción junto a Yotuel, Descemer Bueno, Gente de Zona y Maykel Castillo. Por esta razón, el rapero ha recibido diferentes hostigamientos, incluyendo la prohibición de reunirse con su amigo Maykel Castillo (Maykel Osorbo), quién a su vez también ha sido uno de los MC's más activos contra el régimen, lo cual le ha traído diversas repesalías por parte de éste, como la privación de su libertad y la vigilancia continua del estudio de grabación donde hace sus canciones, lugar dónde también lo hace El Funky.  Ante el éxito que ha tenido Patria y Vida, el gobierno cubano ha hostigado a los artistas que participaron y residen en la isla con todos los mecanismos que les permite su propia ley. El régimen ha hecho cuatro canciones a manera de contestación que sólo han logrado incrementar la indignación. Esta suerte de beef por parte del gobierno ha sido repudiado por el movimiento Hip Hop de la isla, ya que artistas locales aparecen junto a miembros de las fuerzas de seguridad rapeando en pro del régimen.

Soandry del Rio explica que Patria y Vida puso como manifiesto un sentir que se está gestando en el pueblo cubano, el cual reclama ser parte del gobierno de su país y gestar un cambio que involucre a la ciudadanía. Para él la canción ha sido un fenómeno viral por los artistas que lo integran. Sin embargo, recalca que existe una larga recopilación de Rap Cubano que se ha encargado durante décadas de denunciar en el underground la Cuba de hoy, pero las dificultades en la distribución no han permitido que sea divulgado al mundo. Esto, explica, a causa de un régimen que quiere desaparecer todo aquello que no le agrade. 

El Rap en Cuba ha alzado su voz como denuncia, pero también ha sido vidente de situaciones sociales, lo cual hace que se convierta en un peligro para un gobierno con intereses contrarios a los de la población. Sin embargo, los MC’s continúan haciendo música que pueda decir lo que necesita ser escuchado. En palabras de El Funky, esta convicción se basa en el derecho de poder decir lo que se quiera, para de esta manera celebrar que se es un ser humano libre aún dentro de un régimen. 

Playlist de Rap cubano en resistencia: 

Con el objetivo de poder dar a conocer la música de estos artistas, el Movimiento de Expresiones Latinoamericanas de Hip Hop (MELAH) ha lanzado un compilado de Rap cubano llamado Ahora e' Cuando e' , en el cual participan varios artistas de la isla que defienden lo que enseña el Hip Hop, por ejemplo, mantenerse real, lo cual hace referencia a compartir con el mundo tu propia verdad, no la construida por la televisión, el gobierno o las instituciones sino aquella que cada quien aprende en el camino de adquirir conocimiento. Esas experiencias se reúnen en este disco, en el que conviven tradiciones, sentires, rapeos, samples, cantos y demás con la realidad de una Cuba controlada y en cuarentena.