Daniela Serna y su música al ritmo del tambor alegre

Daniela Serna (30 años) recuerda que de niña le gustaba pasar el tiempo en su cuarto canciones de Shakira y ‘El Caballito’ de Carlos Vives. Aunque sus padres no son artistas ni músicos, fueron ellos quienes le heredaron esa sensibilidad por la música, en especial su mamá que ponía vallenato y bailaba por toda la casa. Sus destrezas musicales se mostraron cuando a su padre le recomendaron una escuela de músicas populares llamada Nueva Cultura donde aprendió mucho en su infancia y adolescencia sobre las músicas tradicionales colombianas y a desarrollar en un primer momento sus habilidades en distintas áreas como el canto, la guitarra y la percusión. 

A los seis años comenzó sus estudios en la escuela, un camino que la llevaría hasta la Universidad Distrital donde estudió interpretación con énfasis en la percusión latina y descubrió su pasión por la música del caribe colombiano. “Ahí yo empecé a tocar tambor. Me acuerdo que en el grupo de estudio que teníamos éramos la mayoría chicas. Estábamos Valeria Lambuley, Estefanía Lambuley, Maité Alvarez, Gabriela Sossa y bueno, ahí empezó la pasión por la percusión”, cuenta Daniela.

Al tiempo que adelantaba su carrera en la Distrital, Daniela se formó como tamborera estudiando en los festivales de música tradicional del caribe. Primero viajó a San Jacinto (Bolívar) al Festival de Gaitas, después participó en el Festival de Gaitas en Ovejas (Sucre), el Festival Nacional del Porro en San Pelayo (Córdoba), el Festival del pito atravezao en Morroa (Sucre) y el Carnaval de Barranquilla que es donde se reúnen todos los grupos tradicionales de la zona del caribe. El Petronio Álvarez y el Festival Nacional de Tambora en San Martín de Loba fueron otras de las paradas de este recorrido de percusión que incluyó la participación de Agua Salá, uno de sus primeros proyectos, en el Festival Nacional del Bullerengue en Necoclí y en Puerto escondido.

“Tocando en ruedas y en la calle son los espacios donde yo creo que me formé como tamborera y me desarrollé como intérprete del tambor, que es mi instrumento principal –cuenta Daniela– El ‘tambor alegre’ es muy importante para mí y a partir de ahí he hecho mi universo creativo. Todas las canciones que yo compongo nacen de él, pero a mí me gusta todo, el hip hop, el jazz, el rock, el reguetón, la salsa, el bolero, todos los géneros musicales son para mí bienvenidos y es importante tener un poquito de todo para crear algo que sea original. Esa es clave”. 

A uno de sus grandes maestros lo conoció en San Juan de Urabá, un pueblo en Antioquia donde no se hace ningún festival, pero vive Emilsen Pacheco uno de los referentes más importantes del bullerengue en el país. Con Emilsen, Daniela aprendió con a tocar y a cantar al tiempo con el tambor, improvisar y a fortalecer la creación constante. “A veces yo repicaba y pues al hacer algo en el tambor no estaba haciendo el coro del bullerengue o del fandango o de la chalupa, entonces [Emilsen] me decía “No, si tú vas a tocar tambor puedes repicar y tocar, pero tienes que hacer el coro”, cuenta. 

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Aunque Daniela ya tocaba el tambor, vivía en un universo donde solo existía la cumbia y fue con Emilsen con quien descubrió el bullerengue y todo el universo de músicas y ritmos del caribe. El primer acercamiento se dio en la universidad donde Emilsen dio un taller de bailes cantados. “Puse la mano en el tambor y yo le dije que no sabía tocar el fandango y me dijo: ¡Embuste! tú sí sabes toca tambor porque sabes poner la mano”. Mucho después Daniela viajó en varias ocasiones a la casa de Emilsen en San Juan. Se despertaban a cantar y tocar mientras su mujer hacía el desayuno y sus hijos pescaban. 

El ‘tambor alegre’ marca el ritmo en la vida de Daniela Serna. Su carrera artística la inició con Agua Salá (2006), proyecto al que siguió La Perla (2012). Sin embargo, actualmente está de gira con su proyecto más ambicioso llamado La Dama, un grupo integrado por mujeres de diferentes lugares de América: Lara Klaus (Brasil), María González (Venezuela) y Sara Lucas (Estados Unidos). Esta diversidad cultural es una de las características más llamativas del proyecto sin dejar a un lado la experticia musical que cada una desborda en diferentes instrumentos y ritmos.

Las integrantes de La Dama se conocieron en One Beat, una residencia curada por Found Sound Nation para reunir músicos del mundo que, a través del arte, desarrollen proyectos enfocados al trabajo con las comunidades. Desde que inició el proyecto estas mujeres han trabajado duro contando entre sus logros el lanzamiento de su álbum debut homónimo en septiembre de 2017 por el sello Six Degrees Records, la residencia National Sawdust en Mayo del 2016 en Brooklyn (Nueva York) y una gran gira por cada uno de sus países  de origen entre 2016 y 2017. En enero del año pasado, cuenta Daniela, se posicionaron como el Álbum Hits #1 en iTunes Latin y ofrecieron una de las primeras TED talk en español titulada "Cómo la música cruza culturas y empodera a las comunidades" en abril del 2018. 

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“El proyecto de La Dama es muy importante desde lo musical, lo creativo, pero también desde la diversidad y del feminismo. Nosotras desde el arte nos hemos dado cuenta que hay todavía mucho por abogar en derechos de las mujeres en la industria musical y que se puede hacer mucho. Se necesita porque no es equitativa. En Suecia vimos que por ley el 50% de los carteles de los festivales tienen que ser compuestos por la participación de mujeres y eso es una gran diferencia. En Colombia aún no se entiende, hay muchos festivales que son solo de mujeres, pero yo no creo que eso sea suficiente, creo que es necesario entender que la participación de la mujer debe darse en la tarima y detrás de tarima”, dice Daniela. 

En estos momentos La Dama trabaja en la producción de su segundo álbum, en el que se lanzaron a experimentar, desarrollaron con firmeza la identidad del grupo y comparten un mensaje con música que retumba en el mundo y las comunidades. Este trabajo discográfico alberga canciones como ‘Tierra Tiembla’, un tema que nació después del temblor en México y en Puerto Rico en 2017. Así mismo brilla la canción llamada ‘María’ dedicada a las mujeres inmigrantes y que fue compuesta a partir de la experiencia de María una de las integrantes de la banda quien emigra desde Venezuela hacia todo el mundo.  “Nuestra meta es divertirnos, pero también hacer el cambio con cosas muy pequeñas” afirma Daniela.

Paralelo a sus proyectos musicales, Daniela trabaja en otras iniciativas como el festival ‘Totona Power Fest’ que creó el 2017 en Bogotá, es autogestionado y se puede realizar por la colaboración de muchas personas. Por el momento, el festival se lleva a cabo en la cevichería de su papá, pero con el tiempo buscan implementar espacios de charlas y conferencias donde mujeres expertas en diferentes campos puedan exponer su trabajo y solucionar dudas de otras en campos como el de la sexualidad. También tiene un espacio para realizar talleres de tambor llamado ‘El beat del bullerengue’ donde comparte su experiencia con personas que estén interesadas en la percusión y los ritmos del caribe.

Hoy en día Daniela Serna está emprendiendo una gira por Europa y Estados unidos con La Dama. Sin duda su segundo disco marcará un nuevo logro en la carrera de esta artista colombiana que con el paso del tiempo sigue llevando las músicas del caribe colombiano a los rincones del mundo y compartiendo su experiencia con las criaturas inquietas, atrevidas y rebeldes que se cruzan en su camino.

Conozca más de Daniela Serna y La Dama en su página web.