Artivismo y resistencia colectiva

Esta vez  tenemos la oportunidad de compartir con 3 artistas que a través de su arte, denuncian y visibilizan ciertas problemáticas sociales, políticas, económicas y culturales, Y QUE en Sus obras el activismo y la creatividad son una dupla que permite transmitir mensajes de una manera única y accesible para todos.

Lucia Vargas:

Hip Hop y activismo: Comenzó su activismo en 2004, en un evento de Hip Hop al parque, donde expresó descontento político sin aún tener una justificación clara, solo por la necesidad de expresarse. Ahora, tras 15 años, lo hace con una convicción más fuerte y madura.

Libertad de expresión: Su música siempre ha tenido un contenido fuerte de libertad de expresión, lo cual le ha generado amenazas y exclusión. Inicialmente lo hacía por pasión, pero ahora lo hace con responsabilidad y convicción.

Memoria y sanación: Su música ha sido utilizada para causas de memoria histórica, como en la canción dedicada a las víctimas de los falsos positivos. Esta experiencia le mostró el poder sanador del arte para las familias afectadas.

Explicitar el mensaje: A veces siente la necesidad de ser poética, pero en otros momentos prefiere la contundencia y claridad al transmitir su mensaje.

DJLU:

Transformación en el arte: Su percepción del arte cambió con el tiempo. Inicialmente veía el arte desde una perspectiva elitista, donde el objeto (la obra) era intocable y costoso. Al empezar a pintar en la calle, entendió la naturaleza efímera del arte urbano y cómo interactúa con el entorno.

Democracia en el arte callejero: El arte en la calle es accesible, susceptible a la destrucción y transformación. Está expuesto a la interacción con la gente y las condiciones del espacio público, lo que lo hace democrático y dinámico.

Diálogo y proceso: El proceso es más importante que el resultado final. El arte callejero se basa en la transformación constante, el error y la improvisación, lo cual lo convierte en un aprendizaje continuo.

Censura y diálogo: El arte en la calle puede ser censurado, pero incluso esto genera un diálogo y confrontación que amplía su significado.

Simona:

Activismo y arte inseparables: Para ella, el activismo y el arte siempre han estado entrelazados. No podría verse como activista sin la expresión artística.

Arte como herramienta política: Todo lo que expresan es político. El arte tiene el poder de sacudir conciencias, sembrar preguntas e incomodar.

Performance en espacios cotidianos: Utilizan el performance como una forma eficaz de interrumpir espacios cotidianos y llevar a la gente a reflexionar sobre su realidad.

El arte no cambia el mundo, pero sí conciencias: Aunque no cree que el arte pueda cambiar el mundo, sí cree que puede transformar las conciencias, lo cual es un paso hacia el cambio.

Conclusiones generales:

El arte es un catalizador de conciencia, una forma de expresar el descontento social, pero también de generar solidaridad, unión y diálogo en momentos de crisis.

Es una herramienta poderosa para la documentación histórica, reflejando las luchas y realidades de su tiempo, aunque pueda ser efímera.

El arte callejero se ve como un proceso continuo y democrático, en constante transformación y diálogo con el público y su entorno.

El arte es también una forma de resignificar espacios públicos y proponer nuevas perspectivas para el futuro, sirviendo como memoria y denuncia de las injusticias.

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Ciudadanías Activas es un poryecto realizado por la Fundación Cartel Urbano en parcería con la Fundación Bolivar Davivienda en el marco de Bulla - Plataforma por la libertad de expresión artística.