El Paro Nacional desde la música: una entrevista con Edson Velandia
Reflexionamos junto al compositor santandereano sobre este mes de movilizaciones en el país bajo la mirada de uno de los sectores más activos políticamente en estas manifestaciones: la música.
Si la música ha tenido un papel en el Paro Nacional, definitivamente éste no ha sido el de simple acompañante de las manifestaciones. A diferencia de manifestaciones anteriores, en las que la batucada o los parlantes acompañaban las marchas, ahora son los músicos los que salen a marchar y ponen sus obras para resignificar la forma de protesta. El compromiso de los músicos en este paro nacional también responde a que se han encontrado parlantes en las redes sociales para las propuestas que se desligan de las lógicas y temáticas del mainstream.
Durante estos cuarenta días hemos escuchado lanzamientos musicales desde diversos géneros y orillas. El Himno Nacional Deconstruido de David Gaviria, No Azara de La Muchacha o Todo Regalao de Edson Velandia son algunos de los temas que han sonado por estos días, ya no en la radio, sino en las calles junto a los manifestantes. La música ha marchado de la mano con otras perspectivas de la protesta social y se ha hecho sentir en medio de los enfrentamientos y el miedo.
Quizá por eso mismo –y gracias también a una constante persecución a la juventud– los músicos también han sido víctimas de atropellos por parte de la fuerza pública y miembros de la sociedad civil. Tal es el caso de Álvaro Herrera Melo, quien fue maltratado y retenido por parte de la policía cuando intentaba grabar un enfrentamiento cerca de la Univalle.
Hablamos con el cantautor santandereano Edson Velandia que en las últimas semanas ha sido una voz poderosa dentro de las manifestaciones lanzando canciones que se han vuelto himnos de un estallido que grita en las calles.
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A un mes del Paro Nacional ¿Cómo analiza el papel que ha jugado la música en la movilización social?
Ese papel ha sido sorprendente, en el sentido en que yo había notado en muchas movilizaciones anteriores a esta que eran movilizaciones muy frías. A pesar de que a veces había música, era una música que estaba acompañando y ese era su papel. Siempre sentí que no era sólo música lo que hacía falta si no que hacía falta que existiera una ceremonia más grande que lo sectorial. Las anteriores movilizaciones eran sectoriales: de estudiantes, obreros o campesinos y cada una se manifestaba de una manera característica y predeterminada. Caminar, echar unas canciones, llegar a un lugar, echar un discurso y regresar. Algunas eran un poco más fuertes que las otras, pero era el mismo modelo. Lo que pasa ahorita es que trasciende el estilo de movilizarse porque es una gran mayoría de personas la que está saliendo y está diciendo que realmente necesita cambiar esto, está cansada. Ya no se están movilizando a través de un partido o un gremio, sino que lo que está pasando es que la desesperación es tan grave que reventó de una manera inédita, sorprendente y única porque es un estallido total. Eso lo que hace es que la música, el arte y los artistas, estén ahí de una manera más orgánica, no porque los inviten, sino porque están marchando también. Los músicos y los artistas se están expresando directamente. La música lo que ha hecho es demostrar, al igual que el muralismo, la danza y el trabajo audiovisual, más que acompañar como en otras ocasiones.
“Ellos creían que no se podía remover y se removió, entonces van a tratar de ocultarlo como sea, inútilmente. Cuando una revolución se presenta como esta, la revolución en sí misma es un cambio”.
En diferentes ciudades del país se han tapado los muros que han hecho artistas urbanos ¿Cree que ha habido ese tipo de censura en la música durante este mes del Paro Nacional?
No estoy seguro de llamarle sería censura, pero es cierto que en los canales masivos nunca van a sonar las canciones nuestras, nunca van a entrevistar a un artista plástico que hizo un mural dentro del paro. A eso se le puede llamar censura porque sigue siendo un arte por fuera de esas grandes redes o grandes canales de televisión. Es una cosa que tiene que ver con unos fenómenos industriales que son muy arraigados también. Yo no lo siento censura porque sencillamente es un mecanismo industrial que existe y existe así. Si hablas de ciertas cosas hay algunos a los que no les va a parecer que eso sea comercial. Lo que yo siento en este caso es que la gente se está expresando a través del arte de una manera muy incómoda, muy visible, muy escandalosa, muy grande. Entonces fastidian a otros. Ya no se trata de que no los programan en emisoras o no los invitan a festivales a estos artistas, sino que sencillamente hay un sector de la población, sobre todo los que están gobernando o en la policía o amigos de ellos, que no quieren que eso se diga o se sepa. Que quieren apagar eso porque ya se les salió de las manos, porque ya no es suficiente con que no te programen en la emisora. Ya no es suficiente con que no salgas en los canales porque ya esos canales están totalmente deslegitimados y surgen otros nuevos medios que son los que sangran, los que están en la calle, los que están a pie, los que están realmente por fuera del televisor, de la radio, de la casa y estallan y suenan. No solamente por las balas, sino porque lo que suena y amplifican es el ruido de la gente que está gritando unas cosas que estremecen al sistema, al país, los paradigmas, estremecen todo. Hay gente que no quiere que esto se estremezca y por eso atacan con ejércitos y con violencia y con muerte, con dolor. Porque no quieren que se termine su gobierno de las no ideas, el gobierno del saqueo, de la esclavitud. El gobierno del "me importa un culo, yo soy como soy y al que no le guste lo mato". Ellos creían que no se podía remover y se removió, entonces van a tratar de ocultarlo como sea, inútilmente. Cuando una revolución se presenta como esta, la revolución en sí misma es un cambio.
¿Por qué es importante resistir desde la música a pesar del panorama tan violento?
Porque es urgente. Nos encontramos en una situación que necesita del esfuerzo de todas las personas para que podamos darle la vuelta y no podemos ser tacaños en eso. No podemos hacernos una vida cómoda porque además no es posible hacernos una vida cómoda en la circunstancia en la que estamos. No es posible vivir cómodamente cuando afuera están matando a gente de semejante forma. Así ha sido siempre. De hecho, la resistencia es algo que viene de hace mucho, no es inédito, no solo de nuestra parte sino de muchas personas que se movilizan. La fuerza viene de ver que es una gran cantidad de gente la que está luchando, de ver a los colectivos culturales aquí de Piedecuesta enamorados de la lucha, de una idea, de un sueño. Enamorados, no como un amor romántico, sino como una vocación real de que esto necesita del esfuerzo de todos y que no hay que escatimarlo. Esa gente es la principal motivación que tenemos. Ver que las movilizaciones no cesan y siguen paradas a pesar de la desgracia; ver a los muchachos jóvenes con semejante claridad, inventando una nueva forma de imaginarse el mundo que ya no cabe en los partidos, sino que tiene un enfoque humano y vital. Lo que hacemos es cantar esa reflexión; ese es nuestro ejercicio como músicos.
“Si los artistas famosos, los que más oímos, no hablan de guerra, por consiguiente, no hay guerra”.
¿Cómo ha sido el proceso creativo detrás de los temas que ha sacado en el Paro?
Temas como Su Madre Patria o Todo Regalado han tenido tiempo de trabajo, han podido hacerse con paciencia, corrigiendo y revisando porque no han surgido en la inmediatez. Todo Regalao, lo venía componiendo desde antes de la convocatoria al paro y cuando se convoca se acabó la paciencia y el trabajo lento, tuvimos que acelerar para salir antes del paro. Cuando se acelera tiene uno que empezar a resolver y a convocar al equipo y todo para que se pueda llevar a cabo. Otros temas vinieron después como El Infiltrao, El Desolvido o Hace un mes que estoy en paro, que son las que hicimos para el paro durante el paro. Se construyen como una necesidad de mantener al día la creatividad musical respecto a los sucesos que van aconteciendo. Ir revisando de qué sería bueno hablar, qué necesitamos cantar en este momento cuando salimos y en esa evaluación determinar qué es lo mejor para componer. Hacerlo inmediatamente porque el paro todos los días cambia y no tenemos tiempo de hacer procesos largos. Hay que sacar ahí las uñas y componer de una manera repentista casi, sin dejar de lado el contenido, el bagaje o el proceso anterior, porque no llegas a la improvisación sin haberte preparado. Eso es un consumo de información, de investigación y de vida propia experimentando para llenar de contenido una improvisación. Finalmente hay que trabajar a la lata, permanentemente en la inmediatez.
¿Cómo ve el papel que tiene la música a la hora de servir como memoria de los acontecimientos que ocurren en el país actualmente? ¿La música narra siempre su contexto?
La música sirve como memoria de los acontecimientos Ese es el ejercicio, poner en una letra o en una música una emoción determinada y si es la memoria pues es la memoria y hay que decirla, hay que contarla cómo es. No toda la música tiene ese interés. Obviamente hay gente que quiere hablar de otras cosas y de todo hay. No hay un solo contexto, hay mil contextos y hay gente que quiere ver sólo uno o dos y los demás no le interesan. Si los artistas famosos, los que más oímos, no hablan de guerra por consiguiente no hay guerra. Evidentemente cuando una música no nombra una realidad que es cruel, que es dolorosa, que es violenta como la de Colombia y tiene tanto parlante y se oye tanto, lo que ellos están ayudando a generar o creer es que no existe. Lo que uno no nombra, no existe. Si en televisión no muestran la guerra, no hay guerra. Si no se nombra no la hay. La gente que no oye las balas cree que no hay guerra. Y si por casualidad esa gente escucha una canción que habla de la guerra puede pensar que no entiende de qué está hablando. Le puede parecer que se queja mucho el cantante porque ellos están en un contexto que no escucha las balas. Cuando existe música que habla de la memoria y que trata de hablar de memoria lo que hace es nombrar una cosa que se oculta de manera masiva en lo mediático y al nombrarla existe y al existir incomoda, hace preguntar. Para eso sirve la música, o las novelas, o la pintura o el teatro o el cine. Que se hable de eso va a lograr que exista, que se vea.