Ud se encuentra aquí INICIO Causas Diez Fanzines Contra La Brutalidad De La Fuerza Publica

Diez fanzines contra la brutalidad de la fuerza pública

Publicaciones subterráneas que ofrecen una mirada alternativa sobre los maltratos sufridos a manos de uniformados, acciones violentas que muy pocas veces reciben el tratamiento investigativo necesario por parte de los medios de comunicación masivos.

Andrés J. López / @vicclon

El fanzine se ha sabido dar su lugar en la contracultura global precisamente por ir en contra de todos los dictámenes gubernamentales, culturales, sociales e incluso idiomáticos al cambiar la “Q” por la “K”, la “C” o la “S” por la “Z”, entre otros desbarajustes gramaticales intencionales que a veces pretenden un lenguaje más incluyente. Hay zines de todos los temas y para todos los gustos (arte, música, cómic, grafiti…), sin embargo, en términos políticos varios autores tienen como enemigo común a la policía por lo cual sus publicaciones guerrilla son usadas para denunciar los abusos de autoridad.

Una de las publicaciones pioneras en el ataque a los uniformados fue Virus, creada a finales de los años 80 por estudiantes de distintas facultades de la Universidad Nacional de Bogotá, en su mayoría de Artes pero también de Diseño Gráfico, Diseño Industrial y Sociología. Sus miembros eran seguidores de los cómics underground así como del punk, del metal y del hardcore, sonidos estigmatizados desde la llegada al país.

virus.jpg

Pantallazo del documental A la postre subterránea.

 

“El fanzine se vendía clandestinamente en conciertos, muy encaletado porque en esa época había fuerte presión policial por las pintas extrañas. Entonces era difícil vestir así y no ser requisado, por lo que la distribución era más que todo en universidades, sitios seguros. Si uno salía vestido de cierta forma era estar en el CAI 24 horas o algunos se quedaban hasta dos días. Había amenazas de que nos llevaran al DAS por solo vestirse y expresarse así. Era vivir como en peligro”, comentó uno de los creadores de Virus en el documental de 2014 A la postre subterránea, enfocado en hacer un recorrido histórico de este tipo de publicaciones en Colombia desde 1985 al 2000.

Pasan los años y los abusos policiales no cesan. En diciembre de 2016, el concejal del Partido Liberal, Germán García Maya, denunció que ese año se presentaron 3800 casos de abusos de autoridad solo en la UPJ, significando un aumento del 13% respecto a 2015. En respuesta a esto, la Personería de Bogotá dijo que ese año solo hubo 11 denuncias. Otro caso reciente fue el del estudiante de segundo semestre de Contaduría de la Universidad Nacional, Andrés Camilo Ortiz, asesinado el pasado 15 de junio por un policía cuando trató de colarse en la estación de la Calle 142 de Transmilenio. El uniformado lo persiguió en un taxi y posteriormente le disparó. Los fanzines no son ajenos a estas situaciones de abuso, por eso visitamos el Centro de Documentación Ácrata de la librería Rojinegro para saber un poco más sobre cómo abordan los fanzineros esta problemática tan común y casi siempre tan impune.

 

santos.jpg

Fotos de Daniel Sierra.

 

 

En esta pequeña cartilla se cita al teórico y filósofo ruso del siglo XIX, Mijaíl Bakunin, quien declara como “enemigos de la sociedad civil y el pueblo” a todos aquellos uniformados que se mentalizan para usar la intimidación y la violencia en contra de quienes se supone deben proteger. “La obediencia pasiva es su mayor virtud. Sometidos a una disciplina despótica, acaban sintiendo horror de cualquiera que se mueva libremente. Quieren imponer a la fuerza la disciplina brutal, el orden estúpido del que ellos mismos son víctimas”.

 

ateneo-anarquista.jpg

Todos los fanzines que seleccionamos  son colombianos, pero incluimos este título español de 1995 porque tiene una historieta titulada ‘Adiós vegetal’ que muestra la perdida de la humanidad de una persona cuando decide volverse policía y violentar a quienes eran sus amigos. Por supuesto, el ex amigo del policía no se queda con las manos cruzadas.

historieta.jpg

 

agitacion.jpg

Otra ilustración poco respetuosa hacia la policía está en la última página de Agitación. No es necesario explicarla…

cerdo.jpg

 

papel-tijera-piedra.jpg

En la contraportada de Papel tijera piedra hay un texto corto que no ataca como tal a la policía sino al servicio militar, al imaginario impuesto por los gobiernos y los medios de que lo más noble que puede hacer una persona es combatir por su país. Se critica ese estatus que obtienen los soldados de héroes por cargar un fusil y pelear contra el enemigo público cuando la realidad nos ha mostrado que muchos, bajo órdenes del Estado, intimidan a los habitantes de poblaciones vulnerables. El escritor estadounidense Dalton Trumbo tocó este imaginario en la primera parte de su novela antibelicista de 1939 Johnny cogió su fusil.

imagen-texto.jpg

 

pagina-libre.jpg

“En tu mano tienes una bomba explosiva, nada del otro mundo, gasolina, ácido sulfúrico, jabón, vidrio y tela, nada del otro mundo. Tienes en frente a tu objetivo, tu corazón se acelera de tal manera que parece que se fuera a salir de tu cuerpo, entonces retrocedes, sientes que todos te miran, en cada esquina ves un policía. Al final tiras la botella y dejas salir la gasolina, corres en sentido contrario a tu objetivo. ‘Otro día será’, te dices. ‘Otro día’”. Así comienza este artículo del fanzine manizalita titulado ‘Matar al policía que hay en ti’. En sus dos páginas invita al lector a actuar contra las autoridades por su cuenta y no esperar a que algún grupo externo dé el primer paso y lo invite a formar parte. Otra razón por la que la gente no actúa es por el temor al castigo, pues desde la niñez dicho castigo se ha estipulado como una razón para la inactividad y no para la revolución. “La izquierda actualmente no necesita policía, está dentro de sí, no necesita que se infiltren en su movimiento, vive en cada unx de sus militantes”, agrega el texto.

 

atina-al-sistema-1.jpg

En su primer número, lanzado en noviembre de 2004, la publicación paisa incluyó un texto basado en un hecho real en el que un hombre sale de su trabajo, ubicado entre los barrios Zamora y otro apodado ‘cañada negra’. En el sector hay dos bandas disputándose el control territorial y ese día el protagonista de la historia sale temprano precisamente para no salir lastimado, pero corre con el infortunio de ser confundido con el miembro de uno de los grupos y es golpeado por los rivales y la propia policía. Luego, en la estación de policía de Niquía, sufre más maltratos y burlas. En la hoja siguiente, hay tres opiniones firmadas con pseudónimos sobre la brutalidad policial, legalizada, y se protesta contra la retención de Esteban Sierra, activista anarquista retenido en Alemania por considerarlo “ilegal” y encarcelado durante dos meses antes de ser deportado a Colombia.

 

atina-al-sistema-4.jpg

Rojinegro cuenta con varios números de este zine paisa, pero en el número cuatro nos topamos con tres casos de incriminación o “falsos positivos judiciales” a miembros de distintas universidades del país. El primero de ellos es el del entonces profesor y activista William Javier Díaz, encarcelado en 2008 por lo que él creyó inicialmente fue el impulso y la promoción de los derechos humanos y la reactivación de la Red Distrital de Derechos Humanos, pero no fue así. “En 2008 se da una nueva ofensiva política y militar de la propuesta fascista de la Seguridad Democrática(…) Después de seis años de Seguridad Democrática los golpes que habíamos recibido como sociedad eran demoledores porque estaban deteniendo a todo el mundo, se naturalizaron las detenciones masivas o como llamábamos en la cárcel, ‘las pescas milagrosas del Estado’. Tuve que compartir en la cárcel con media población de La Macarena (Meta), porque se las llevaban casi enteras”, comentó el profesor en una entrevista hecha a Colombia Informa. Los otros dos casos son el del miembro de la Fundación Sumapaz, Winston Gallego Pamplona, acusado de tener vínculos con el Partido Comunista Clandestino Colombiano (PCCC) y encarcelado luego de acudir voluntariamente a indagatoria para probar su inocencia, y el del profesor de la Universidad Nacional, Miguel Ángel Beltrán, asociado con las Farc pero sin ninguna prueba que lo demostrara.

 

kontra-atados.jpg

El breve texto que incluye critica la defensa de los miembros del Escuadrón Móvil Anti Disturbios (ESMAD) hacia el Presidente, quien, según el autor de la publicación, “algún día los decapitará”. Es muy sencillo, pero lo incluimos por la fotografía de su página anterior, un niño orinando el casco de un soldado, usada como portada del libro de Tariq Ali, Bush in Babylon: the recolonisation of Iraq.

nino-orinando.jpg

 

mestruario.jpg

Casi la totalidad del número 16 – 17 de este “fanzine irregular” está dedicado a la institución policial, “usada por los poderosos para justificar sus acciones a nombre del ‘orden público’, autoritario y cruel”, dicta su editorial. El primer artículo se llama ‘Entre el diario vivir de la represión policial’ y cuenta el día a día de los jóvenes y la policía en La Ceja, Antioquia. Según el texto, los propios habitantes avalan el comportamiento violento de las autoridades hacia los jóvenes, las requisas, la cancelación de conciertos, prohibición de las manifestaciones y la estigmatización de los rockeros. Luego hay varios testimonios sobre abuso policial, uno de ellos de un anónimo que le ayudaba a su tío, líder comunitario, a recolectar firmas para la revocatoria del Alcalde, cuando luego fue atacado por un policía sin identificar y detenido en un calabozo por cuatro horas. El informante denunció pero nada ocurrió. Al final, hay ocho tips sobre cómo actuar en caso de una requisa, algunos son elegir a alguien sobrio o “conductor elegido” que hable con ellos de manera amable, no dejarse meter las manos en los bolsillos (para evitar implantación de pruebas falsas) y conocer el Código de Policía para argumentar en caso de cualquier inconsistencia.

 

dia-contra-la-brutalidad-policial.jpg

El 15 de marzo es el Día Internacional Contra la Brutalidad Policial pero curiosamente poco bombo se le da a esa fecha. Este fanzine se aleja de lo visto hasta ahora pues no tiene ninguna ilustración antisistema sino se trata de una investigación sobre casos de homicidios, desapariciones forzadas y expone el por qué del comportamiento de la fuerza pública, sea ejército, policía, etc., como que la población flotante, la obligada a desplazarse de sus pueblos o ciudades por violencia, es la mano de obra barata y no calificada para industrias como la textilera. “Ha sido la propia oligarquía la que se ha encargado de alentar la aparición de los escuadrones de la muerte, ha visto cómo prolifera el delito común, los robos, etc., y clama contra la inseguridad reinante, sin admitir que son las propias condiciones sociales de explotación, desempleo y miseria que impone a las masas el sistema, las que hacen aflorar este tipo de crimen”, dice el texto. También explican los distintos tipos de abuso: por discriminación de clase, por pensamiento político o por el control de zonas específicas, este último muchas veces involucrando a miembros o ex miembros de la policía o el ejército.


Estas y más publicaciones las puede consultar o fotocopiar en Rojinegro (Carrera 19 # 43 – 25). Si tiene algún documento que cree pueda servir para alimentar el Centro de Documentación Ácrata, puede donarlo o llevarlo para ser copiado.

 

Comentar con facebook

contenido relacionado