‘Spe-K-tra’: una exposición que se sumerge en la Kennedy nocturna

“Mi padre tuvo un colectivo de servicio público y cuando lo acompañaba en las noches, el recorrido pasaba por tramos de Kennedy. Desde entonces tengo el recuerdo de la riqueza audiovisual de lugares como ‘Cuadra Picha’, la Avenida Primero de Mayo y la Avenida Boyacá”, explica Juan Sebastián Pedraza, un artista bogotano que en este momento expone su obra en la Sala ARTBO Kennedy (Avenida Carrera 68 # 30 – 15 sur, piso 2), junto a la de otros nueve artistas locales. Con su trabajo, llamado Patrimonio, Juan Sebastián representa un letrero de buseta, un elemento que reúne el atractivo visual que le generaban sus recuerdos de infancia en esta localidad. También, este artista de 29 años, lo ve como una forma de resaltar el carácter histórico y la conformación política y sociocultural de Kennedy.

Justamente en esta localidad, cualquiera puede encontrarse en estos días con la entrada a otro mundo, a una dimensión oscura, callejera y llena de arte por cuenta de la exposición ‘Spe-K-tra’. Esta muestra artística, inaugurada el pasado 30 de junio y abierta hasta al 18 de agosto, pretende visibilizar la Kennedy que se despierta en las noches. Esa de moteles, discotecas, luces de neón y prostíbulos. La que no todos los bogotanos conocen. La muestra surgió gracias a la iniciativa de ARTBO Salas y a la dedicación del curador y artista Chucho Bedoya, y cuenta con la participación de Ángela Atuesta, Kno-Delix, Mateo Ayala, Cvaz Villalba, Rodez, Nómada, Malegría, Juan Sebastián Pedraza y Carola Medina. 

Invitando a la reflexión y al goce del público a través de un juego entre la luminosidad y la oscuridad, 'Spe-k-tra' explora la actividad de la calle y muestra las dinámicas, comportamientos nocturnos y las relaciones que se establecen en este lugar. “La luz funciona a través de un espectro. Estos espectros de luz son los que le dan nombre a la expo”, aclara Chucho, de 30 años, y quien en esta exposición también participa como artista con su propuesta El Altar. La sala en la que se encuentran las obras es totalmente oscura, simulando el espacio de inspiración para las mismas. Esto hace que las creaciones sean ejecutadas con colores flúor, muy atípico en las galerías de arte y museos. “Decidí oscurecer el espacio y brindar fluorescentes a los artistas para trabajar el tema de la luz”, explica el curador. La claridad y la ausencia de ella es, por lo tanto, la protagonista en la Kennedy nocturna. Con ella se iluminan los locales y las calles. Sin ella, el ser humano vuelve a su origen, a la impulsividad y a las actividades menos aceptadas socialmente. Esta relación entre fulgor y oscuridad marca y determina lo que es la localidad y, por eso mismo, la gente que lo habita, así como sus transeúntes. 

Esta característica se ve reflejada en las obras y hace que el creador y el espectador reflexionen sobre las relaciones que se generan y las dinámicas que se forjan a partir de este juego entre luz y sombras. El resultado son diez muestras en distintas modalidades: pintura, escultura, fotografía, esténcil e intervenciones, que invitan a repensar el espacio en el cual habitamos en relación a nosotros mismos. Además de las obras de Juan Sebastián y Chucho, el espectador puede encontrarse con De Kennedy para Bogotá, Una chica para cada uno, botella y media de aguardiente +show en vivo por 120.000, Chazita y Nocturn@, entre otras obras.  Cada uno de estos artistas hizo una inmersión a la localidad de las luces y la oscuridad para posteriormente trabajar sus propuestas. 

Todas ellas tienen en común estar relacionadas con Kennedy. Aunque no es lo único en común ya que se establecen muchas sinergias entre las obras, como el carácter de reivindicación y reconocimiento de un lugar. Los artistas, en su mayoría, han optado por hacer alegorías simbólicas con elementos como una ‘chazita’, un cartel de buseta o botellas de guaro. En el caso de Chucho, él propone "un ready made de un altar que encontramos en un prostíbulo cuando fuimos de scouting con los artistas por Kennedy”, explica. Por su parte, Juan Sebastián explica que su idea “es que la gente reconozca su territorio cuando vea su obra y las cosas que pasan en él. Esas palabras representan rasgos de identidad, por eso la alusión a locales, palabras y calles de Kennedy”. 

Además de la Sala ARTBO Kennedy, Bogotá cuenta con dos sedes más, la de Sala ARTBO Chapinero (Calle 67 # 8 - 32, piso 1) y la Sala ARTBO Salitre (Avenida El Dorado # 68D – 35). Este proyecto, que se inició en 2004, ha servido para realizar aproximadamente 18 exposiciones al año para fomentar el trabajo de 150 artistas. “Este es un espacio muy interesante porque se da la oportunidad a creadores emergentes para presentar nuestras piezas. Quizás no estamos en las altas esferas de las artes locales pero igual no estamos moviendo y tenemos ideas en la cabeza. Este tipo de espacios nos vienen muy bien para mostrar lo que hacemos, nuestras narrativas y nuestros discursos”, afirma Juan Sebastián.

Hasta el 5 de agosto, la Sala ARTBO Chapinero tendrá la exposición ‘Grande superficie’, una muestra artística en la que el deseo por y para consumir es el protagonista y tiene obras de creadores como Milena Bonilla, Don Nadie y Lorena Espitia. Hasta la misma fecha, la Sala ARTBO Salitre tiene la exposición ‘Mutación Perversa’, que recoge la obra de cuatro artistas colombianos (Miguel Kuan, Henry Alexander Palacios, Carlos Bonil y el Colectivo Futuros Primitivos). Para más información de estas exposiciones visite nuestra Agenda Cultural: ‘Grande Superficie’ y ‘Mutación Perversa’.