Peludo, desbastado o calvo ¿Cómo prefiere el pene?

¿No sabe si cortárselo o dejárselo crecer? Recuerde que en la diversidad está el placer y tenga muy en cuenta estos consejos de ocho personajes que aceptaron la invitación de Cartel Urbano para pronunciarse sobre la forma en la que deben llevar eso que, eufemísticamente, llaman el vello púbico.

Así que amigo, póngase la pilas y atienda estas opiniones para que resuelva el predicamento de si debe comprar tijeras, máquina de afeitar o una guadañadora.

Lorenza Palencia 

Diseñadora de moda

¿Cómo prefiero el vello púbico en los hombres? ¡NO LO PREFIERO! Algo tan bonito no necesita decoración.

Johanna Rodríguez

Suicide Girl

A mi la barba sólo me gusta en la cara, entre más rasurado y arreglado tenga el amiguito, mucho mejor.

Danna Sultana

Bailarina, showgirl, modelo y actriz

Por respeto al cuerpo en el que he trabajado por mucho tiempo, no tolero ni un pequeño asomo de pelo que no me haga ver más bella. No tolero el pelo ni en mi cuerpo ni en el de mi pareja. Les tengo completo asco, además son antihigiénicos y eso sí, me gustan bien limpios.

Paula Ricciuli

Periodista

Creo que mi obsesión por lo retro hace que me incline por los hombres más peludos. ¿Se imaginan a un Tom Selleck lampiño o a un David Hasselhoff corriendo depilado en el intro de Baywatch? Sin embargo, creo que es importante no caer en excesos (léase escena de vello púbico en Scary Movie). Un poco de paisajismo en la zona no cae mal.

Ledania

Artista urbana

No, los pelos en ninguna de sus presentaciones aguanta; ni pegados al jabón de la ducha, ni en la sopa. Tampoco en uno mismo ni tener que vérselos a alguien más.

Luisa Sánchez

Modelo y Dj

Lo prefiero sin... todo entra por los ojos. Creo que se ve mucho mejor un hombre sin pelos, obviando las axilas y piernas porque si viene depilado en esas zonas ya deja de ser masculino para mí.

John Better

Escritor y columnista

El sexo de un hombre —su verga— lo concibo como un tótem el cual a veces yace escondido entre el follaje de una espesa y delirante selva. Amo a los chicos sin afeitar, deslizar mis manos entre el enjambre de vello púbico no supera aún al roce casi infantil de deslizar mi boca y mi lengua por un trozo de carne depilada.

Nadia Orozco

Periodista cultural 

Lo hombres en su gran mayoría, para no caer en odiosas generalizaciones, se han sentido hace mucho tiempo con el poder de criticar y de decidir cómo quiere que su chica, novia, pareja, tiniebla o lo que sea lleve su look íntimo. Dentro de esa gran mayoría también está ese grupo que cree que los pelos en extremo son sinónimo de masculinidad y vigorosidad absoluta, pero, como diría una amiga: es más chimbita si la zona está despejada.