A pesar de tener obras en el mismísimo Museo de Louvre, en París, este joven artista prefiere las calles, “liberar a los muros de su camisa de fuerza gris”. De sus lienzos y retratos llenos de color y figuras geométricas han sido víctimas paredes de Los Ángeles, París y, claro, Bogotá, donde recientemente vino a exponer su trabajo en la Alianza Francesa.