Antes de su exposición en el Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá, hablamos con este artista peruano, uno de los más reconocidos en su país y que empieza a ganar terreno internacional. Empezó con el grafiti barrista en las calles limeñas, pero echando mano de su herencia japonesa encontró que lo humano era el motor de su arte y ahora explora con los lienzos y el acrílico. “En la publicidad hay muchos artistas pero no en las calles expresándose libremente”.