YU’CA: fotografía artesanal y experimental alejada de los circuitos tradicionales del arte
Dos estudiantes de Artes Plásticas de la Tadeo promueven iniciativas artísticas que involucran técnicas como el cianotipo o la cámara estenopéica, entre otras. A punta de procesos antiguos quieren entender otras formas de cultura visual, realizando talleres en zonas vulnerables de Bogotá.
El objetivo principal de Yuli Rivera y David Gutiérrez, dos estudiantes de Artes Plásticas de la Tadeo, es encontrar formas de aplicar los conocimientos que tienen sobre fotografía y otras prácticas artísticas de manera sencilla, de tal forma que no se necesiten aparatos técnicos a los que difícilmente se puede acceder por sus altos costos, como sucede por ejemplo con ciertos materiales que se utilizan en técnicas como el grabado o las cámaras de alta gama para crear fotografía. Lo hacen a través de YU’CA, un proyecto que trabaja con procesos fotográficos artesanales en circuitos alejados del arte.
Esto les ha permito ampliar sus propios conocimientos y extenderlos, por medio de la enseñanza, a otros públicos que no tienen propiamente una formación artística, pero sí tienen intereses en cuanto a la creación y producción de imágenes.
A través de un proceso de vinculación con la escuela de mediación de la Red Galería Santa Fe, desde junio de 2016 han desarrollado cuatro talleres de fotografía experimental en barrios bogotanos como La Perla y Egipto. Este trabajo con poblaciones que consideran vulneradas les ha permitido generar redes de interacción e intercambio de saberes en diferentes contextos.
Trabajando con estas historias, tradiciones y memorias han logrado crear nuevas visiones alrededor de los trabajos comunitarios y el estado del arte. “Este tipo de trabajo es una posibilidad para intercambiar conocimientos y reflexiones en ambas direcciones por medio de herramientas plásticas y pedagógicas”, dicen.
Le apuestan a las técnicas artesanales que otros consideran obsoletas, como el cianotipo, la cámara estenopéica, la impresión lumen, solarigrafía, entre otras. Por medio de la utilización de artefactos hechizos o materiales caseros les permiten a los asistentes de sus talleres “reflexionar y cuestionarse sobre los medios o las tecnologías estandarizadas que están presentes dentro de la cultura visual, descubriendo otros medios antiguos como antecesores de nuestra propia historia, que aunque parecen arcaicos o aburridos nos dan la oportunidad de sorprendernos con nuevas posibilidades y experimentaciones a través de la combinación de sus elementos básicos”, aseguran.
Han tenido la oportunidad de contar con el apoyo de entidades públicas como la Fundación Gilberto Alzate Avendaño, que les otorgó una beca para realizar un laboratorio de fotografía experimental, pero también han decidido proponer ellos mismos los espacios de trabajo, dictando talleres vacacionales en sus casas o vinculándose con ferias independientes que fomentan el trabajo local.
En un mundo que está mediado por la inmediatez y la tecnología creen que es importante enseñarles a las personas a ser más conscientes de las imágenes que crean, a poner más de su personalidad en sus fotografías. Los procesos antiguos y la manipulación física de la imagen son los primeros pasos para entender, en profundidad, la imagen fotográfica y la cultura visual, abriendo un camino para una fotografía más reflexiva que se aleje de las típicas imágenes obvias que se hacen con el uso del celular, o la cámara en modo automático.