Creaciones Vargas: 10 años de gestión cultural y aprendizaje colectivo

En 2007, apenas se graduó de mercadeo y publicidad en el Politécnico Gran Colombiano, Lorenza Vargas se dio cuenta que seguir por ese camino no era lo suyo y por eso decidió tomarse un año sabático para darle un giro a su vida. Esa temporada le sirvió para afinar sus gustos e intereses y, lo más importante, conectarse con el arte plástico y visual y la movida cultural local,  áreas que le interesaban desde que estaba en el colegio, cuando andaba con su cámara siempre a la mano.

Después de ese período de búsqueda, esta bogotana se lanzó a mostrar sus fotografías en diferentes exposiciones, siendo muy especial para ella la que realizó de la serie Tres mañanas en el Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá. Motivada por esta experiencia, emprendió una nueva exposición que incluía diferentes disiciplinas bidimensionales, Amparito, en la que les rendía homenaje a las abuelas a través de ilustraciones, fotografías y videos. Ese proyecto se exhibió en Galería 69 con buena acogida por parte de los artistas y el público y, dice Lorenza, fue el que le abrió las puertas a lo que hace ahora. A esta serie la siguió Amparito presenta un detalle de fina coquetería, una exposición acogida por la Galería Cero y considerada por Lorenza como una de las primeras conformada por obras de gran formato y que reunió a más de 30 artistas a la vez. 

Foto por Daniel Sierra

Tras un paso fugaz por La Peluquería, haciendo parte del colectivo de las peluqueras asesinas, Lorenza reafirmó sus posiciones feministas y encontró el valor de trabajar con su congéneres. A estos descubrimientos se les sumó el afán por independizarse, por crear su propio taller y así fue que nació, en 2008, Creaciones Vargas. Con el surgimiento de este proyecto, Lorenza encontró respuesta a su necesidad de materializar experiencias personales y familiares a través del arte y la creación, ligándolas a la recuperación de la memoria colectiva. Desde entonces, la mayoría de proyectos que se gestan bajo el sello de Creaciones Vargas se hacen de forma colectiva, fortaleciendo la idea de crear una comunidad, una red de trabajo en la que los invitados a participar, artistas o no, sean personas afines a sus intereses y que enriquezcan las experiencias, muestras, laboratorios, talleres o actividades con sus quehaceres y conocimientos.

Hasta el día de hoy, Creaciones Vargas se ha puesto en la tarea de demostrar que no es necesario “estar en la rosca” para desarrollar proyectos culturales e independientes, siendo esa una de las motivaciones que más mantiene a flote la labor de Lorenza. Con ese empuje, ha sacado adelante una gran cantidad de proyectos, dentro de los se encuentra  ‘No me vuelvo a enamorar’, una iniciativa de despecho colectivo que invita a las personas a exponer sus tusas en diferentes formatos como fanzines, pinturas, fotografías, performance y karaoke.

Este evento se celebra cada mes de octubre desde 2011 en lugares ajenos al circuito artístico, una especie de muestras ‘okupa’ en canchas de tejo, tabernas, restaurantes o billares. “Con este proyecto me di cuenta que quería llevarles el arte a las personas del común y no a a los mismos de siempre que van a las mismas exposiciones en las galerías de moda. Es muy diferente ver una obra colgada en una pared blanca a verla en el lugar al que vas a almorzar o a emborracharte”, afirma Lorenza.

Pero el proyecto insignia de Creaciones Vargas es, sin duda, ‘Miércoles de chicas’, una idea que nació de las reuniones que tenía Lorenza con sus amigas Viviana Parada, Sabrina Rodríguez, Lili Cuca y Catalina Salazar (Rapiña). Las cinco amigas parchaban para echar chisme y hacer alguna que otra cosa, pero Lorenza empezó a preguntarse sobre qué pasaría si esas tardes de encuentro ocioso se conviertieran en algo productivo, no solo para ellas, si no para más personas.  Así fue como empezaron a tener otros invitados, amigos o conocidos que fueran muy buenos en algo y quisieran enseñáreselo a otros. Por su nombre, mucha gente cree que esta iniciativa itinerante, que va por toda la ciudad, es solo para mujeres, pero también ha tenido participación de hombres asistentes y talleristas como el ilustrador Inu Waters y el artista gráfico Mateo Rivano.

Diseño: Los Naked

 Diseño: Saga Uno — con Saga Uno y Taller de impresión 2 Peces Alados.

Otras creadoras locales como La Tía Pereques y Sara Agustina Pachón también han hecho parte de este equipo de trabajo que, hasta el día de hoy, ha desarrollado más de 35 actividades y que se ha empezado a consolidar como una plataforma de creación colectiva y de educación no convencional. Entre las actividades más relevantes que han realizado están las jornadas de estampado temáticas que realizaron el año pasado, la primera con diseños en forma de protesta contra la temporada taurina, la segunda en pro de los animales afectados por los desbordamientos de ríos en Mocoa y la tercera en beneficio de los damnificados del terremoto de México de la mano de la ilustradora Pinut Brein.

Todas las iniciativas que ha desarrollado Lorenza son actividades autogestionadas, que se financian a sí mismas con el valor que tiene participar de cada una de ellas. De esta manera se  paga los talleristas, los materiales y el alquiler del espacio, entre otros gastos propios de las actividades. “Nunca hemos tenido pérdidas, tampoco ganancias de dinero exacerbadas, lo que se produce aquí es riqueza en términos culturales, se aprende mucho”, explica Lorenza. 

Para este año, Creaciones Vargas tiene en mente una alianza con Lirolhaus, tienda que se especializa en decorar y vestir paredes. Este es un proyecto con artistas plásticos de la ASAB y están armando  ‘El paredón’, un espacio que se le va a brindar a artistas interesados en vender su obra y en mostrar su trabajo a personas que quieren adquirir arte a precios razonables. Ya están planeando la curaduría de los que serían los artistas que durante todo el año aportarían su trabajo al catálogo de esta empresa. Este año también planea meterle la ficha a ‘Miércoles de chicas’ con el objetivo de descentralizar esta idea y poderla llevar a los barrios periféricos de la ciudad para seguirse expandiendo como proyecto y como un estilo de vida.