¿Cómo es el teatro de los sordos?
Siempre han dicho que cuando se pierde un sentido se agudizan los otros; un ejemplo de esto son los jóvenes de ‘Señando en Tablas’, un grupo de teatro conformado en su totalidad por actores sordos. Bienvenidos a una función traída directamente desde Ibagué, Tolima.
Lorena González
“En 2012, cuando llegué había cuatro personas sordas y ningún intérprete, ese era mi primer contacto con ellos. Me tocó actuar, hacer teatro para que me pudieran entender”, expresa Camilo, actual coordinador ejecutivo de ´Señando en Tablas´ y uno de las pocas personas en el grupo que no tiene inconvenientes auditivos.
Los inconvenientes en el teatro para sordos no se limitan a la ausencia de sonido. El tema de recursos siempre será un obstáculo que se debe superar. Por ejemplo, desde junio de este año se han gastado casi 17 millones de pesos, recursos que afortunadamente se consiguieron con una beca del Ministerio de Cultura y dinero de autogestión. Todo por un firme objetivo: educar actoralmente a sus integrantes y tener la oportunidad de explotar su talento artístico fuera de Ibagué.
Precisamente para este proceso no se podían quedar sin una profesional de la actuación, fue ahí cuando se unió Alexandra Mora, licenciada en artes escénicas de la Universidad de Caldas. Ella explica que las personas con esta discapacidad son hiperactivas y sensoriales, por lo tanto para la obra de teatro ensayaron entre 3 y 4 días a la semana. Saltar, correr y, en general, el ejercicio sirvieron para canalizar toda la energía en una sola cosa: la actuación.
Ella, al igual que Camilo, no sabe el lenguaje de señas y aunque muchas veces recurre al intérprete, a la hora de dictar la clase no siente que sea necesario pues la actuación sirve para hacerse entender.
“En algunas cosas necesito ayuda de la intérprete, pero las indicaciones de actuación, gestos, marcación del espacio y todo lo que es dinámica en el escenario lo hago sola”, comenta Alexandra.
Así, dándose mañas, logró pulir la obra debut: Las Aventuras de Herculano y Sandalio, una comedia que invita a disfrutar las situaciones de amor y confusión que se presentan.
En resumen, se podría hablar de una función con una gestualidad limpia, divertida, dramática, algo especial, pues no necesitaron de un lenguaje para decir lo que está implícito. Eso es lo mejor, que no buscan excluir a los que oyen sino por el contrario se basan en un idioma universal para entretener por medio del arte.
“Les dijimos: ustedes no van a hacer teatro para sordos porque es un público limitado, hay que hacer teatro para todos, lo cual es un reto muy grande. Desde siempre se ha trabajado en eso”, explica Camilo.