Cornelia Bicis o los renacentistas de la cicla

Cornelia Bicis era el hobby de dos coleccionistas en 2008. Hoy es empresa y tienda, crucial para esa movida que busca retomar la costumbre urbana del pedaleo.  

La apertura económica de los años noventa llenó las ciudades colombianas de carros y la industria bicicletera casi desaparece. Pero el nexo entre la historia, la bici y el citadino colombiano no lo arrollaron los motores de combustión. De eso estaban convencidos David Segura (diseñador gráfico, artista e ilustrador) y Gisel Ramírez (periodista y presentadora de tv) cuando crearon Cornelia Bicis hace siete años, primero como espacio de coleccionismo, luego como emprendimiento formal. En aquel momento, recuerda David, gerente general, andar en bicicleta por Bogotá “era algo para gente loca, sin plata o deportista; no era común como lo es hoy”.

Con el tiempo empezaron a pedirles bicicletas que adaptaban, como Rogelia o Cafelia, bautizadas según sus colores y características. “Innovamos con el concepto de las bicis vintage, coloridas, hechas por pedido. Empezamos a ofrecerle a la gente una propuesta de diseño bastante colombiana, alegre, de calidad”, dice David.

Cornelia es el personaje bicicletero que crearon, “un espíritu que viene del pasado a decirle a la gente que los años dorados de la bicicleta están volviendo”, y que la misión de la marca es “abanderar el renacimiento de la bicicleta colombiana”.

En 2008, con conocimientos técnicos y limitaciones operativas, David y Gisel (gerente comercial), modificaban y vendían una bici cada dos o tres meses. Hoy entregan, con un proceso más tecnificado y con un equipo mayor (que ofrece no solo ensamblaje y “tatuado” de la bicicleta con aerografía, sino también servicio técnico), entre 30 y 40 unidades al mes. Calculan que ya vendieron la bici número dos mil.

Cuando Cornelia empezó, era la única marca bogotana que hacía bicicletas vintage. “Hemos sido punta de lanza de más marcas de bicis. Eso le garantiza al público que haya una oferta bicicletera más abierta”. Tienen también una tienda de accesorios (cascos, chaquetas, impermeables, llaveros) propios y de otras 15 marcas de diseño a quienes impulsan.

Gisel y David la tienen clara: “Cornelia quiere demostrar que tu bicicleta puede ser tan única como tú”.