Lo que Mujer Esqueleto hace sobre tela
Tiene 25 años y su propio taller en Chapinero (Bogotá). No estudió nada relacionado con artes visuales, tejido o dibujo, por lo tanto su habilidad con el bordado no proviene de ninguna academia. Tatiana Castillo Arévalo (A.K.A. Mujer Esqueleto), licenciada en Artes Escénicas de la Pedagógica, nos habla de bordado contemporáneo, de tatuadores, de música para trabajar…
Por: Mujer Esqueleto
Esto nació de una inquietud muy grande por el espíritu femenino en todas sus dimensiones… por la luz y la oscuridad dentro del mismo. Todas las pugnas que pueden existir en este ser o dimensión y que me generan muchas preguntas, las cuales quisiera plasmar en mi trabajo.
Hasta ahora he intentado ahondar en lo oscuro, en la antiheroina o en la mala de la historia, conformando una serie de alegorías, o si se quiere, ficciones o simbologías sobre personajes reales, usando un medio bello y delicado, intentando así generar una transversalidad entre el medio y el mensaje.
Es distinto bordar, coser o tejer.
Comencé a bordar como parte de un legado familiar a los 7 años. Bordaba todas las tardes con mi abuela; además de eso, tejía a dos agujas y también hacía crochet. Con el tiempo olvidé las dos últimas y continué bordando esporádicamente porque he estado muy atraída hacia el tema textil hecho a mano y de alguna forma quise continuar con esa herencia.
El bordado hace parte de una tradición que ha perdurado a través del tiempo y cada vez es más usado como medio de expresión, además es una clara rebelión contra el avasallador movimiento de la industria textil contemporánea. Por otro lado, aunque he intentado pintar y dibujar, no se me ha dado mucho. Los hilos y agujas son lo mío.
En general, me gusta bordar mujeres, rostros, manos y otras partes del cuerpo humano. Mi estilo está muy influenciado por el tatuaje tradicional americano, así como por algunos patrones del expresionismo, el manierismo, el simbolismo y el arte copto.
Pero mi trabajo ahora consiste, básicamente, en adaptar diseños del tatuaje tradicional a mis diseños propios. Algunos de mis referentes son Bert Grimm, Ben Corday, Sailor Jerry, Bert Krak, Dan Santoro y tatuadoras increíbles como Diana Leets, Jackyn Réhe y Sarita Aristizábal; destaco mucho el trabajo de los Cayce Zavaglia, Alaina Varrone, Ana Teresa Barboza y la colombiana Suntuosa Vulgaridad. Son grandes artistas y han inspirado considerablemente todo lo que hago con el bordado.
Una anécdota: pocos días después de publicar mi página en Facebook me escribió Suntuosa Vulgaridad, diciéndome que le gustaba mi trabajo y quería hacer una donación para Mujer Esqueleto. Yo aún no tenía tanto material así que me emocioné bastante. Recibí de sus manos tres organizadores llenos de hilos (unos 200 aproximadamente) y un par de bastidores para exposición que aquí en Colombia no se consiguen.
Bordar es todo un acto de meditación, por eso lo hago acompañada por música tipo Bonobo, Ane Brun, Ratatat e Hindi Zahra. Alterno el bordado con mi ocupación actual como tea expert y administradora del Taller de Té.
Todos los miércoles bordo con dos amigas que comparten el arte textil y ocasionalmente me reúno a trabajar con otras mujeres que pintan, tatúan, hacen grafiti, murales o ilustran, con la finalidad de compartir nuestro trabajo y de paso adelantar proyectos pendientes, juntas.
‘Compartiendo Agujas’ es un espacio gestionado por Tatiana Castillo en el cual ella enseña técnicas básicas de bordado. Las reuniones son en Taller de té (Calle 60 # 3A - 38) y la próxima se planea para marzo.