El abandono de nuestro paisaje urbano

12/Ago/2016

Un recorrido fotográfico por algunas de las fachadas en completo abandono que hoy abundan en Bogotá.

Camilo Vásquez / @Ecosays

Todos los días, más o menos millón y medio de personas usan Transmilenio, el sistema de transporte masivo que más mueve gente en Bogotá y Soacha. Entre los perfumes, la indiferencia y los cuerpos aglutinados dentro de los autobuses, todo lo que a uno como pasajero le queda es ver hacia la calle a través de las ventanas.

En gran parte de ese paisaje urbano capitalino hay de sobra edificios con tonos fríos, basura acumulada y abandono, que generan una sensación de inseguridad y desagrado.

Nataly Díaz, magíster en Geografía de la Universidad Nacional, se pegó el viaje por las troncales de las avenidas Caracas, Eldorado, NQS y la carrera décima para hacer su tesis de grado. En los recorridos identificó 52 casas abandonadas, 43 espacios vacíos y 64 fachadas inactivas, concluyendo en su argumento que Transmilenio ha deteriorado el paisaje urbano de Bogotá. Esto se debe a que las personas prefieren irse de una estación a otra, dejando abandonadas las calles que hay entre cada estación.

Además, según la tesis de Nataly, esto también se debe a la depresión de zonas residenciales por factores como inseguridad y tráfico denso.

“El paisaje de Bogotá es agresivo, genera sensaciones negativas que afectan el bienestar social de los ciudadanos. Y esto se puede solucionar reorganizando el espacio, construyendo parques, embelleciendo la ciudad con murales —como ha pasado con la 26— y creando espacios comerciales”, afirma Nataly.

El abandono de nuestro paisaje urbano es insistente, las fachadas de edificios supuestamente deshabitados pululan: algunos están en venta y otros son utilizados como parqueaderos improvisados. Incluso encontré unos que tenían su propia vigilancia privada, ¿para qué?, no lo sé. Algunas estructuras dan pie a múltiples prácticas y apropiaciones artísticas.