Caras que seguro usted ha visto en las calles bogotanas

Para algunas personas, verse retratado en una fotografía puede causar la misma sensación de extrañeza que oírse en una grabación. Sin embargo, el fenómeno masivo selfie ha convertido esto en un ejercicio casual, o al menos eso asegura William Aparicio, autor de ‘Extraños en las Esquinas’, una serie de retratos callejeros que expone el poder natural de una cara.

“El rostro es lo que todo el mundo ve, lo que se encarga de construir identidad. Es una especie de espejo en relación al yo”, argumenta el fotógrafo, quien con estos retratos visibiliza aquellos personajes que se vuelven cercanos en la cotidianidad bogotana. “La mayoría son personajes efímeros”, asegura. El gesto, la mirada y la textura son elementos poderosos que sin duda causan cierto choque visual. 

Aunque en Bogotá la percepción de seguridad es más bien nula, William ya perdió el miedo a tomar fotos en las calles capitalinas. “Apropiarme de cualquier esquina para fotografiar los rostros de estos extraños me hizo entender que el miedo está más en uno. Es interesante ver cómo la cámara tiene el poder de acercarte a los demás, de ser una especie de pasaporte que permite conocer gente”. Poder admirar las múltiples facetas de la ciudad y explorar esas esquinas que para muchos resultan misteriosas son dos factores importantes en el proyecto de este bumangués.

Para Aparicio, profesor de Fundamentos Tecnológicos en Fotografía en la Especialización en Fotografía de la Universidad Nacional y docente en la Jorge Tadeo Lozano, cada rostro es una historia por imaginar. Y es precisamente esto lo que le aporta esa extraña belleza a los retratos: preguntarse qué ocurre detrás de caras desconocidas.

Un retrato es poderoso porque permite explorar al otro en cuestión de segundos y dudar de los estereotipos de la belleza. Esta serie está muy alejada de top models porque para el autor lo bello de cada pieza existe en la singularidad de cada vida, vidas que podemos imaginar a través de arrugas o gestos.

Al “Warhol rolo” lo retrató en una marcha por el orgullo gay, al hombre parecido a Higuita lo fotografió en el centro de la ciudad y a los policías durante una marcha del Día Internacional del Trabajo. “Uno de los policías no se quería dejar fotografiar pero al ver a otro compañero policía posando para la cámara se antojó”.

Aunque Aparicio está cerca de completar cien retratos de extraños, en cada foto quiere alejarse de las poses habituales que abundan en redes sociales y enfocarse en las historias que pueden esconderse detrás de esas miradas.

En 2013 William ganó el premio de fotografía que otorga Idartes con su fotocrónica sobre la vida cotidiana en Bogotá. También fue ganador del concurso de fotografía de la Alianza Francesa ‘Métiers du Monde’ (Oficios del Mundo). ‘Extraños en las esquinas’ fue presentada en junio de 2015 en la exposición ‘Bogotá, belleza y horror’ (MamBo), cuya curaduría estuvo a cargo de María Elvira Ardila. Meses después la serie se expuso en el salón de arte joven del Club el Nogal.

En esta introducción, con la cual presentó ‘Extraños en las esquinas’, William explica su pasión por el oficio de retratista:

(…) Siento fascinación por el rostro, creo que es un espejo cristalino que contiene los secretos más profundos de nuestra actividad humana (…) Genero una taxonomía de actitudes y expresiones acompañadas de bostezos, muecas, gafas, bigotes, corbatas, corbatines, peinados, aretes, pelos (…) En los laberintos infinitos y ruidosos de las calles, el rostro palpitante de los transeúntes pareciera borrarse en el deambular de la agitación de la gran ciudad.