Este escándalo lo protagoniza la cadena de comida rápida KFC, pues la organización Greenpeace los acusa de colaborar con la deforestación de bosques en Indonesia. Los empaques que utilizan para pollo, arroz y papas fritas, aparentemente son elaborados a partir de una mezcla de madera tropical que afecta especies como el Ramín, un árbol protegido por las leyes internacionales.

Sus nexos comerciales con la papelera Asia Pulp & Paper los implican en acusaciones por destrucción del hábitat de especies protegidas. "KFC tiene que dejar de hacer negocios con la papelera Asia Pulp & Paper, que está arrasando los bosques naturales de Indonesia, sobre todo, en la isla de Sumatra", afirmó Bustar Maitar, jefe de la campaña.

En un reciente comunicado  Pulp & Paper negó que sus productos provinieran  de reservas forestales y de la tala ilegal, no por esto empresas como Unilever o Kimberly-Clark no lo pensaron dos veces para de romper relaciones comerciales.

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