
CERVEZA Y EJERCICIO, BUENA COMBINACIÓN
Fotos de: Beer Runners España y Alan Parish
¿Le gusta salir a correr y también tomarse sus polas? No es tan mala idea: un profesor de la Universidad de Granada (España) hizo un estudio sobre cómo el consumo de cerveza afecta al cuerpo después de realizar alguna actividad física intensa. Y aunque parezca excusa de borrachín para seguir bebiendo, este es el positivo resultado de una investigación seria.
Manuel Castillo es el encargado de este estudio que busca unir el consumo moderado de cerveza con el ejercicio; en especial con los corredores.
Este estudio se titula Idoneidad de la cerveza en la recuperación del metabolismo de los deportistas. En él, Castillo trabajó con una serie de voluntarios que corrieron por 60 minutos en una caminadora al 60% de su capacidad máxima y a una temperatura de 35 grados centígrados.
Tras correr dos tandas, una hidratando a las personas únicamente con agua y otra con 660 ml de cerveza, cada voluntario presentó una pérdida aproximada de 2,5% del peso. Luego de dos horas de ejercicio e hidratación se midieron algunas cifras: la pola no registró ningún efecto negativo en los participantes.
La razón, explica Manuel, es que el 95% de una cerveza es agua y el resto proteínas y, por supuesto, alcohol, que en definitiva es el único elemento realmente perjudicial para la salud que contiene.
Una de las cosas más importantes que hay que destacar del estudio, es que la cerveza contiene 4 gramos de carbohidratos por cada 100 ml, que es la cantidad recomendada en las bebidas energéticas para la recuperación del cuerpo después de realizar algún deporte. Además, debido al ejercicio el cuerpo activa la hormona antidiurética, lo que evita las repetidas idas la baño tras tomarse una buena cerveza.
Gracias a este estudio, muchos fanáticos de la cerveza y el deporte crearon un movimiento llamado Beer Runner, que consiste en reunirse a beber y correr. ¿Se apunta al plan?
Fuente: El Huffington Post
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