Al filo de la media noche, esta icónica plaza de mercado recibe bultos de plantas recolectadas en algunas zonas rurales de Cundinamarca y Boyacá. Son yerbas con identidades y usos diferentes. A punto de terminar este agitado año, y sabiendo que son fechas en las que más de uno ejecuta uno que otro rito para la buena suerte y la abundancia, nos pusimos un poco esotéricos y decidimos sumergirnos en este hervidero de aromas.