“¿A poco se puede hacer todo eso con una cámara?”

“¿A poco se puede hacer todo eso con una cámara?”, le preguntó Magali Espinosa a una amiga del colegio hace unos años al verla tomar fotos del cielo y las plantas con una réflex. En ese momento empezó a recorrer su propio camino en el mundo de la fotografía, con ganas de cambiar la realidad a través de un lente y un obturador.

Al principio, sus objetivos a fotografiar eran unos pies dentro de un charco, el cielo, los animales o cualquier tipo de detalle que, para ella, nadie más miraba; luego saltó al retrato y a otros formatos, siempre sumando elementos orgánicos y naturales a sus encuadres. “Yo me siento en paz con la naturaleza, por su energía y por su visual. Las personas van viendo que ese es mi estilo y me llegan propuestas más de ese tipo”.

Casi nunca toma fotos en blanco y negro. Ama los colores vibrantes, que resalten la alegría y las tendencias mexicanas. Junto con una de sus amigas, a la que también le encantan las tradiciones autóctonas de su país, hizo Colores de mi tierra, una serie entre hojas en la cual la modelo usaba un vestido típico mexicano que se combinaba con las formas y estructuras barrocas de la ciudad de Tlaquepaque, en Jalisco. “Me gusta utilizar los colores de la naturaleza mexicana, los parques, los bosques. Para mí México es color”.

Detrás de una buena captura no solo está el fotógrafo, por eso Magali destaca el trabajo de las personas encargadas de styling, maquillaje, peinados y dirección de arte. Uno de sus propósitos es que el crecimiento sea colectivo y que se apoyen entre todos.

Además de un diplomado en el Colegio de Fotografía de Occidente en Guadalajara, el conocimiento de Magali proviene de la práctica y la experimentación. Por otro lado, esta tapatía (como les dicen a los oriundos de Guadalajara) prefiere los conceptos sencillos, más artísticos que comerciales. “Me gusta enfocarme en proyectos particulares más que los de marca o alta moda”.

Gran parte de sus fotos están enfocadas en la elegancia, la sencillez y la belleza del rostro femenino. “Con una mujer me puedo fijar en la sonrisa, en la mirada… Por donde se les vea, se les encuentra algo lindo”. Magali lleva cinco años tomando fotos como medio de un aprendizaje y solo un año y medio haciéndolas profesionalmente.

Uno de los proyectos que tiene en la puerta del horno es una sesión con una modelo sumergida en agua caliente y humeante. Tal vez uno de sus proyectos más representativos es ‘Eternal Senses’, fotografías digitales de una mujer en una tina llena de leche. Aunque existen otras propuestas editoriales de mujeres en leche, Magali logró un alto reconocimiento con esta serie y el impacto que tuvo ni ella misma se lo esperaba. “La intención de la leche fue realzar su piel, trabajar el blanco como algo muy minimalista, por eso usé flores pequeñas”. La fotografía es, según la artista, una forma de crear retrocesos, de exhibir lo más auténtico de las personas y de los lugares.

Conozca más sobre el trabajo de esta artista en: 

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