Mundanos que se encuentran con la fantasía en su entorno
La ilustración nacional atraviesa una etapa de acelerada maduración: se ha vuelto común encontrarnos con artistas de corta edad y gran alcance. Carolina Rodríguez Fuenmayor comparte con Cartel Urbano su trabajo, su idea de la estrellas y su opinión más sincera sobre esa tendencia actual al dibujo infantil.
Mar, estrellas, personajes luminosos, laberintos y mundos paralelos se pueden encontrar en la obra de esta barranquillera. Carolina Rodríguez Fuenmayor es ilustradora freelance y su trabajo levanta puentes entre universos alternos y la realidad: “creo seres mundanos que se encuentran con la fantasía de su entorno”, dice ella.
Todos los medios y recursos visuales son válidos en la obra de Carolina, desde el clásico e irremplazable lápiz hasta la ilustración digital. Pero preferimos que ella misma nos explique a fondo su trabajo y su posición frente al mercado nacional de la ilustración.
En tu obra se ven muchas siluetas brillantes y destellos, además abundan las estrellas y las galaxias. ¿A qué se debe esa recurrente luminosidad?
Aprecio mucho la luz que emana el cielo; la luz que viaja por el universo para que nosotros la veamos en forma de estrellas. No sé cuál es la manera ideal de representarla y por eso la uso de todas las formas que pueda.
El elemento humano es primordial dentro de tus ilustraciones. ¿Todos estos personajes salieron de universos alternos o hay algunos de la realidad?
En mis imágenes los personajes son recuerdos, memorias, son personas conocidas o personas que aún no conozco, representaciones de lo que quiero. Son puntos que voy uniendo para construir mi propia historia y acordarme más adelante de cómo fue mi vida en cierto momento.
¿Qué artistas inspiran tu obra?
Yo soy un poco terca a la hora de renovar mis gustos por nuevos artistas o ilustradores. Todo el tiempo estoy viendo nuevas cosas y hay muchas que me parecen increíbles, pero al final me quedo embobada con las mismas cosas que veía hace 5 años… James Jean, por ejemplo, será siempre un activador de ideas y de imágenes; un motor de la imaginación.
¿Cómo ves el panorama para los ilustradores y freelancers colombianos?
Para ser muy sincera, mi situación como ilustradora freelance en Colombia no ha sido la mejor. Hasta ahora no he podido trabajar en una editorial colombiana en la que no me haya sentido un poco robada. Este último año he tenido la oportunidad de trabajar con editoriales extranjeras y la diferencia es absurda, desde el trato y la libertad de criterio con la que me dejan asumir los proyectos, hasta el pago por imagen. No quiero sonar fatalista con el futuro de la ilustración en mi país, pero siento que estamos lejos de aceptar cosas nuevas. Nos quedamos en la misma onda de ilustración infantil que como que está bien hecha y como que a la vez no.