La comunidad scooter: un elegante paseo
Primero unos datos básicos para entrar en confianza: algunas de estas motocicletas scooters son de transmisión manual y de mínimas dimensiones; se consiguen en marcas como Vespa, Lambretta, Auteco, entre otras; y desde hace un buen tiempo es común ver grupos de personas rodando sobre ellas, con pintas características, en Bogotá y otras ciudades del país.
El domingo 8 de febrero algunos integrantes de Club Moonstomp Riders, Vespa Club, y Vespañe, salieron a rodar un rato. No todo el parche llegó (que la lluvia, que el tráfico, que la moto no prende, etcétera), pero se logró una buena asistencia.
El punto de encuentro fue en la calle 79 entre las carreras 9 y 11. Antes del arranque, generalmente se hacen algunos ajustes de última hora: cuadrar una luz, cambiar el aceite, despinchar, entre otros. Así entonces, con las motos a punto, la ruta fue corta por asuntos climáticos, pero sustanciosa.
Después de un par de vueltas por la zona, los motorizados parquearon en la zona T y se bajaron a tomarse unas malteadas y hablar de motos. “Una salida de ‘scooteristas’ siempre es prácticamente eso: cuadramos un lugar y hora de encuentro y esperamos a quienes por algún problema, ya sea mecánico o climático, se retrasan. Nos ayudamos entre todos, entonces si alguien se vara, no arrancamos hasta que logremos que su moto prenda”, comenta Tatiana Cortés, una de las integrantes.
En los atuendos de algunos integrantes se hace obvia la presencia de distintivos Skinhead, y esto se sostiene por una tendencia británica que data de finales de los sesenta llamada por muchos cutdown, una obsesión estética de subculturas juveniles por el embellecimiento de las scooters. “Todos aprendemos de mecánica y al que no sabe, o acaba de comprar su moto, le enseñamos”.