AMANECE EN CORABASTOS
18/Jul/2012
Corabastos nunca duerme. Son las tres, las cuatro o las cinco de la mañana y el que no trabaja es un estorbo. Entre las decenas de bodegas corren los bultos sobre las espaldas de humildes trabajadores, y lo único que se oye son los gritos de los precios de cada fruta y verdura de la canasta familiar.
Mientras todo el mundo descansa, Corabastos ya tiene todo listo para distribuir los alimentos que a diario se comen en la ciudad. Poco importa el frío, el cansancio o el hambre, la gente trabaja cálidamente. Las siguientes fotografías así lo detallan: un amanecer como cualquier otro en la plaza de abastos más grande de Colombia.
Fotos Hugo Rubiano.