Carlos Santana en Woodstock. Foto tomada de Z Rock Blog.

Tranquilizantes para caballo, mezcalina, cocaína o pepas. Presentaciones memorables de músicos que estaban en las grandes 'trabas'. 

Hace algunas semanas, el periodista Andy Green publicó en la revista Rolling Stone el artículo Dazed and Confused: 10 Classic Drugged-Out Shows. De allí escogimos los cinco mejores conciertos donde los protagonistas de ninguna manera estaban sobrios.

Por Andy Green

 - Keith Moon en el Cow Palace (1973) / Tranquilizantes para caballo y brandy

No mucho antes de que The Who subiera al escenario en el Cow Palace de San Francisco, en la gira Quadrophenia de 1973, Keith Moon ingirió un puñado de tranquilizantes para caballo y los bajó con algo de brandy (las cuentas varían sobre la cantidad que tomó, y algunos dicen que eran tranquilizantes humanos). 

Lo que sea que haya tomado, el baterista tuvo que detenerse durante la canción "Won't Get Fooled Again", y finalmente se desmayó sobre la batería.

"Vamos a revivir a nuestro baterista golpeándolo en el estómago", el guitarrista Pete Townshend le dijo al público. "Está fuera de combate. Ha comido algo que no debió haber comido. La horrible verdad es que sin él, no somos un grupo".

No se sabe si el personal de la banda lo metió en una ducha helada o le inyectó cortisona, pero lo llevaron de vuelta al escenario 30 minutos después para tocar "Magic Bus". No duró mucho y, de repente, Moon otra vez estaba siendo cargado por los roadies.

La banda tocó "See Me, Feel Me" sin baterista. No obstante, Townshend deicidió ofrecerle a algún fan la chance de su vida. "¿Puede alguien tocar la batería?", el guitarrista le preguntó a la audiencia. "Necesitamos a alguien bueno". Scott Halpin, un fan de 19 años, aceptó la propuesta y se unió a la banda para tocar "Smokestack Lightning," "Spoonful" y "Naked Eye."

Tristemente, Halpin murió en 2008. Keith Moon, por supuesto, murió 30 años antes de esto.

 - Green Day en Las Vegas (2012) / Alcohol y drogas prescritas 

En septiembre pasado, Green Day estaba tocando en el show anual I Heart Radio en Las Vegas, cuando una señal le advirtió a Billie Joe Armstrong que solo tenían un minuto más para tocar.

En ese momento Armstrong estaba en plena borrachera y dopado de píldoras recetadas, por lo que perdió absolutamente la razón. "Solo queda un maldito minuto", gritó. "Me vas a dar un puto minuto... Me tienes que estar jodiendo. ¿Qué putas? No soy Justin Bieber, hijos de puta. Tienen que estar jodiendo".

Enceguecido de la rabia, el cantante destrozó su guitarra y se retiró del escenario junto a sus compañeros. Armstrong fue puesto en rehabiltación después del hecho, dejando varios conciertos pospuestos y discos sin venderse.

Armstrong rechazó decir qué píldoras estaba tomando, pero en marzo pasado le contó a Rolling Stone que su maleta sonaba como el sonajero de un bebé gigante por las tantas pastillas que llevaba adentro.

El líder de Green Day no recuerda mucho el toque de Las Vegas. "La mañana siguiente, desperté", dijo. "Le pregunté a mi esposa Adrienne, '¿Qué tan malo había sido'? Ella dijo: 'Mal'. Llamé a mi manager. Me dijo: 'Vas a tomar un avión, regresar a Oakland y vas a entrar a rehabilitación inmediatamente'. Yo dije: 'Muy bien'. 

 - Santana en Woodstock (1969) / Mezcalina

Muchos artistas aseguran que las bebidas en los camerinos de Woodstock fueron combinadas con LSD. Roger Daltrey dijo que estaba en 'tremenda traba' cuando The Who relizó su famoso concierto en el festival.

Por su parte, Carlos Santana fue uno de los artistas que quería perder absolutamente la conciencia a la hora de tocar, y para ello se aseguró de ir con algo de mezcalina en sus manos. 

"Cuando llegamos al festival, más o menos a las once de la mañana, nos dijeron que íbamos a tocar después de las ocho", le contó Santana a Rolling Stone en 1989. "Entonces dije: 'Hey, creo que voy a tomar algunos psicodélicos. Cuando me baje el efecto, llegará la hora estar en el escenario y voy a estar bien'. Pero mientras estaba en lo más alto del viaje, alrededor de las dos de la tarde, alguien dijo: 'si no suben ya mismo, no van a tocar en el festival".  

Santana valientemente subió al escenario y protagonizó un show asombroso. Si usted mira el video, se dará cuenta que es un poco obvio que el guitarrista había metido algo.

 - Bob Dylan y Johnny Cash en Cardiff (1966) / Sabrá Dios

Los fans de Bob Dylan han pasado los últimos 40 años debatiendo cuáles drogas tomó el artista en su gira europea con The Hawks. Algunos están convencidos de que era heroína, mientras otros dicen que no era más que una abundante dosis de anfetaminas mezcladas con alcohol y pocas horas de sueño.

Dylan se resiste a admitir que consumía alguna droga, aunque en 1969 discutió el asunto con Rolling Stone. "Estuve en la carretera cerca de cinco años", dijo. "Me agotó. Estaba en las drogas, un montón de cosas. Un montón de cosas para seguir, ¿sabes? Y no quiero vivir más de esa manera".

El cineasta D.A. Pennebaker filmó a Dylan en el tour de 1966 y, en muchas de las escenas, está un poco claro que Dylan está bajo el efecto de alguna sustancia.

Cuando la gira llegó a Cardiff, Gales, el 11 de mayo de 1966, Dylan se encontró con Johnny Cash en los camerinos. La leyenda del country estaba en lo más alto de su adicción a los medicamentos. Pennebaker grabó a Dylan y Cash tocando algunos clásicos de Hank Williams, y parece que ambos estaban al borde del colapso. 

 - Poison en los MTV Video Music Awards (1991) / Cocaína

Poison no era exactamente la banda más cool del mundo en 1991, y la desastroza presentación en los MTV Video Music Awards de ese año no ayudó mucho para que consiguieran nuevos fans.

En el inicio del show estaba planeado tocar "Unskinny Bop," pero el guitarrist C.C. DeVill, que por entonces se encontraba en medio de una terrible adicción a la cocaína, toco el tema "Talk Dirty to Me".

En algún punto, su guitarra fue completamente desconectada. Fue un gran momento que la banda echó a perder del todo. Brett Michaels y C.C. tuvieron una dura pelea en los camerinos, y el guitarrista luego fue despedido. Sin embargo, regresó cinco años después.

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